sábado, 27 agosto 2011
Todo lo bueno tiene un fin
Las dos semanas de vacaciones se acaban. No estuvo mal, aunque parece que hubieran pasado muy rápido. Se me había olvidado que las playas de Niza son de piedra, en realidad guijarros de canto rodado. Tienen la ventaja sobre la arena de darle más claridad al agua y dejar el cuerpo sin huellas de silicio que se pegan en los poros, pero le duelen a uno las plantas de los pies al entrar al agua. Los conocedores llegan con zapatillas plásticas muy prácticas. La playa que más me gustó fue la de Eze (gracias por el consejo, Georges) pues es tranquila y menos concurrida. La de Menton...