domingo, 27 marzo 2011
La muerte del autor
La puerta de la librería Iberia estaba cerrada, detrás del vidrio se veían los anaqueles vacíos y el piso lleno de polvo. Sin embargo esa era la dirección: el número 6 de la calle Hirschengraben en Lucerna, Suiza. Sus pocos conocimientos de alemán le indicaban que el papel pegado en la vitrina anunciaba una mudanza, remodelación o cierre. Dos jóvenes que charlaban mientras llegaba el tranvía muy amablemente le tradujeron el aviso. En efecto la librería había cerrado pero el depósito seguía abierto durante un tiempo limitado en el sótano del edificio. Caminó pocos pasos con la...