Un lunes en la luna
lunes, 20 julio 2009
La llegada del hombre a la luna coincidió con la fiesta nacional de mi país. En ese momento estaba pasando vacaciones en Medellín en casa de mi hermano. Había ido con mi papá a visitarlo a esa ciudad donde vivía relativamente recién casado y todavía sin hijos. Yo había estado muy pendiente leyendo todo lo que salía publicado al respecto pues me apasionaba el tema. Esa noche estuvimos reunidos en casa de unos amigos de la esposa de mi hermano. Seríamos un mínimo de diez personas sentadas en la penumbra frente al televisor blanco y negro siguiendo la transmisión en directo. Las imágenes eran tan malas que uno no entendía muy bien lo que estaba pasando. Mi papá era quizás el más impaciente. Me parece oírlo decir cosas como nos están tomando del pelo, no se ve nada bien o mentira será. Fue demoradísimo pero al fin cuando se vio más claramente la imagen del astronauta nos emocionamos todos. Creo que salimos a mirar la luna desde la calle y nos sorprendía ver que no se veía nada raro ni extraordinario. El número siguiente de la revista Life salió con muchas fotos en colores que yo guardé muchos años como reliquia. Creo que todos los jóvenes de mi edad queríamos ser astronautas. Me imagino que todo eso contribuyó a mi afición por la astronomía, pues en esos años leí muchísimos libros al respecto y aprendí muchas cosas. El tiempo pasa. Hoy es fiesta nacional en mi país y el mundo se acuerda del primer hombre en la luna. Yo también.
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