Memoria sonora
domingo, 03 enero 2010
Oyendo una obra de Haydn para un cuarteto de cuerdas he caído en la cuenta de que de cierta manera podemos decir que el sonido musical se pudo almacenar para su reproducción ulterior mucho antes de la invención del magnetófono o del disco. Las partituras son precisamente una forma de lograrlo. Este compositor del siglo XVIII dejó su obra escrita sobre papel. El cuarteto que la ejecutó para un programa de televisión hace unos meses lo hizo aproximadamente dos siglos después de creada. Los micrófonos permitieron transformar el sonido en señales eléctricas que fueron almacenadas en sistema de grabación digital. El día de su transmisión en la televisión estábamos oyendo lo que el compositor escucho en su cabeza o algo que se parecía mucho. Seguramente el sonido de los instrumentos actuales o la manera de interpretarlos han cambiado, pero esencialmente el resultado es lo mismo.
Dado que el lenguaje es primero oral, la escritura es otra codificación del sonido para su reproducción futura. La pronunciación también evoluciona y se nota por ejemplo cuando oímos grabaciones de discursos políticos o de poetas de comienzo del siglo XX; suena muy raro. Es sabido por ejemplo que el estudio de las rimas en poemas antiguos permite deducir la pronunciación de un idioma en otro tiempo.
Leer un texto antiguo, con ortografía arcaica y poder entender el mensaje original es para mí sorprendente. Existe una rama del saber que se llama paleoescritura y estudia la escritura antigua. Vi en la televisión hace unos meses una pieza de teatro de Molière representada como en la época de su creación tanto en la pronunciación del francés como en los gestos, el maquillaje y la escenografía.
Cuando estuve tan interesado por aprender a bailar tango hace diez años, tuve la oportunidad de estudiar un lenguaje de escritura de coreografías que permite codificar los pasos complejos de cualquier baile o desplazamiento en el espacio. Fue muy interesante ver cómo el ser humano se las ha ingeniado para memorizar con ayuda del papel tanta información compleja.
Me impresiona pensar en esos mensajes que seres humanos de otra época han dejado para la posteridad. Curioso, curioso.
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