Surrealismo
martes, 13 julio 2010
No sé cuál término cuadre mejor entre extravagante, incongruente, incoherente o surrealista. Dice el diccionario que el surrealismo intenta sobrepasar lo real impulsando con automatismo psíquico lo imaginario y lo irracional. Quizás un poco de todos.
Fue la impresión que me quedó después de un coctel al aire libre al borde del lago Leman al final de la tarde. Muchos embajadores, diplomáticos, funcionarios internacionales, políticos locales, algún que otro aristócrata y gente de esos círculos tomando champaña y comiendo pasabocas pero criticando la mundialización, el capitalismo, la mala distribución de las riquezas, la corrupción, la burocracia, la vida difícil, la juventud desorientada, la vida fácil, la juventud consciente de los problemas del planeta, el machismo, las exigencias de Ingrid Betancourt, las madres solteras y no sé qué más temas. De pura casualidad estuve también charlando con una gringa que estudió un año en Bogotá en mi universidad, pero en los años noventa y yo ya no vivía en Colombia.
Quizás fue el corrillo que me tocó, pero así es la vida, a veces un poco extraña.
3 comments
y el champán estaba bueno?
Seguro. ;-)
Nelson,
Esto no me parece extraño; siempre ha sido así. Estos señorones de coctél y otros incautos se dan a la tarea desde esas arropadas trincheras de teorizar y por supuesto criticar a otros países que consideran subdesarrollados (perdón, del 2° mundo) y que en el fondo menosprecian. Y es que de ellos poco conocen, sus superficiales lecturas de internet les dan la impresión (y el derecho) de aconsejar incluso... grotesco...
saludos,
Fernando
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