De sueños raros
miércoles, 08 junio 2011
Estaba en una ciudad extraña de viaje quizás con mi esposa pero no era muy claro quién más estaba con nosotros. Salimos de un lugar (un bar o una estación de metro) y a mí me tocaba cargar un morral (o mochila) enorme y pesadísimo. Era de color rosado como en lana. Nada elegante por cierto. Ellos tomaron a la derecha por una gran avenida y yo me fui por la izquierda hacia el hotel para dejar mi equipaje y poder pasear sin problemas. Sentía que mis piernas no podían cargar tantos kilos. La gente me miraba raro. (¿Tendrá que ver con un cuento de Chejov que leí hace poco?) Llegué al hotel a duras penas y entré a un garaje. Puse en el suelo mi carga rosada y metí las manos a los bolsillos. En el izquierdo estaba el monedero pero en el derecho ya no estaba la billetera ni los documentos de identidad. ¿Dónde los habría dejado? ¿Los había perdido? Angustiado de no poder encontrar la respuesta, me desperté. Menos mal era un sueño.
3 comments
¿Qué diría Freud de esa actividad onírica: fardo pesado, rosado, identidad, izquierda,....?
Interesante
Saludos,
Fernando
Menos mal que Michel Onfray ha bajado a Freud de su pedestal... ;-)
http://www.lexpress.fr/culture/livre/le-crepuscule-d-une-idole-l-affabulation-freudienne_853211.html
Injustamente a mi criterio, con toda y la admiración que tengo por M Onfray; su argumentación es poco sólida.
Se podría también acudir a Jung y en cierta medida a Lacan...
Saludos,
Fernando
Los comentarios son cerrados