domingo, 27 noviembre 2011
Salpicón
¡Qué clase tan aburrida! No entiendo a la maestra, tengo frío, estos niños que se burlan de mí, esas lecciones de aritmética y de idioma tan enredadas. ¡Cuándo llegará la hora del recreo para jugar con Violeta, mi mejor amiga, y verme con Iris, el nuevo alumno tan simpático! A veces me da sueño pero no puedo dormirme encima del pupitre. Me regañarían. Por eso me pongo a dibujar, para que el tiempo pase más rápido. Me gusta pintar a la maestra con esa sonrisa burlona que pone cuando me habla. La odio cuando se pone brava y nos regaña. Siento como si fuera mi culpa. Lo bueno es que...