El fin del mundo
domingo, 23 diciembre 2012
Ahora que ha pasado el 21 de diciembre y seguimos aquí como era de esperar, tengo que buscar otra fecha para asustar a incautos y ganar más dinero vendiendo libros alarmantes. Los que escribí sobre las predicciones mayas se vendieron como pan caliente, los que inventé sobre los complots de los atentados del 11 de septiembre o la llegada del hombre a la Luna me sacaron de pobre hace rato, pero como me gasto la plata tan rápido como me la consigo, tengo que seguir llenando mi cuenta corriente bancaria.
Lo del planeta Nibiru está muy trajinado y no me inspira. Tendría que ser algo que mezcle los miedos actuales como la crisis mundial, el desempleo, el terrorismo islámico, los locos que salen armados a matar gente, el racismo o la homofobia con sucesos reales para que parezcan verídicos. De cualquier manera al que quiera hablar en contra para demostrar que es un invento lo involucraré en el complot y lo hare aparecer como cómplice de él. ¡Je, je!
A ver, a ver. No se me ocurre nada. La ecología, las centrales nucleares que estallarán para irradiarnos, los tsunamis que nos ahogan, los volcanes en erupción, las bombas nucleares en manos de locos irresponsables como por ejemplo iraníes y coreanos, los chinos que nos van a dominar dentro de poco no me inspiran, no me inspiran. Qué vaina.
El miedo de Dios, del juicio final o al contario la inexistencia de Dios. Total lo importante es que sea una catástrofe que acabe con todos a la vez, que nos muramos todos, así es menos angustiante que morir uno por uno de aburrimiento. Esa idea sí me gusta.
Me inventaré una droga peligrosísima una especie de poción mágica que usarán las superpotencias para ocuparnos todo el tiempo con futilidades para que creamos que estamos haciendo cosas importantes mientras ellos se acaparan del mundo. Tiene que ser como el sida o la epidemias de gripe aviar o la vaca loca. Algo que nos llegue a todos y cada uno. Por ejemplo un sistema de telecomunicaciones inteligentísimo que entre en cada uno de nosotros para vigilarnos y controlarnos, que nos haga creer que somos únicos, que nos alimente el ego, nos haga sentir importantes. Algo como la Internet o Facebook o los teléfonos celulares. Tengo que buscar si no se le ha ocurrido esta idea antes a alguien para que no me la roben.
Seremos zombis atrapados por ese sistema mundial que nos lavará el cerebro. ¡Ya me imagino las películas que se harán basadas en mi best seller! Ahora tengo que fijar la fecha fatídica que tiene que ser una combinación extraña y no muy lejana. Por ejemplo el 31/02/2013 o el 11/12/13. Los síntomas tienen que ser espectaculares como empezar a escribir como locos a toda hora del día y de la noche, soñar en código binario o ver que las cosas se desvanecen y se vuelven invisibles… como lo que le está pasando a este teclado de computador del que ya no veo muchas letras y me está borrando peligrosamente. ¡Auxilio! ¡Auxilio! Mi predicción se ha cumplido. ¡Auxilio! ¡Axlo! ¡Axl! ¡Ax! ¡A! ¡¿?!
Los comentarios son cerrados