Altibajos motivacionales y cuenta regresiva
martes, 01 octubre 2013
Un camino largo con subidas resbaladizas, pausas tranquilas en terreno plano, bajadas peligrosas y cimas excitantes con un panorama increíble. Un río que corre desde Bogotá a Ginebra con nombres, hombres, sombras de jefes, colegas o amigos: Joaquín, Alberto, Ernesto, Jaime, Daniel, Víctor, Fernando, Christian, François, Daniel, Nadine, Marc, Sylviane, Brigitte, Elizabeth, Jean-Marc, Dominique y muchas caras que mi memoria no puede dar nombre y se agolpan en mi mente, Alfredo, Nieves, Georges, Pascale, Michela, Jean-Freddy, Thien Phung, Tony, Hanne, Carlos, Philippe, Yuri, Idrisa, Ahmed, William, Gabriel, Xiaojin, Samy, Thierry, Jozef, Helena, Inga, Diana, Ali, Songyue, Abdel, Yong, Siapri y muchísimos más. ¡Qué vértigo!
Los alicientes fueron un buen sueldo, contenido interesante, novedad, aprendizaje y progreso. Mi río, mi camino, empezó en la universidad huyéndole a bancos y grandes empresas informáticas. Enseñar programación algorítmica, aprender, compartir con colegas y amigos divertidos e inteligentes. Una ventajosa sorpresa: viajar al extranjero con una beca. Una montaña rusa de emociones.
De nuevo pausa laboral por motivo de estudios. Con beca para estudiar solamente, pero tocó trabajar cuando se me acabó. Faenas «alimenticias», que por suerte fueron en mi especialidad: clases de programación, análisis de sistemas informáticos para documentación o participación en desarrollo de programas informáticos para enseñanza. Recuerdo las caras de mis jefes de esa época pero no todos sus nombres. De nuevo una propuesta de trabajo rechazada: creación de un servicio informático de una conocida empresa de pastas alimenticias. Por fin graduación, doctorado en mano, ofertas en Colombia, Francia y Venezuela. Ganó Francia, contrato en Grenoble bien pago. Desafío intelectual siempre presente de forma variable, contacto fácil con colegas, tema concreto y orientado a los resultados, más proyectos nacionales y europeos de traducción automática, mitad investigación y mitad aplicación práctica, sueldo de verdadero profesional, nivel de vida mejorado, buena relación con jefes, casi amigos más que jefes. El camino iba subiendo sin obstáculos. De pronto un resbalón. Oportunidad en el CNRS (centro nacional de investigación científica de Francia), sueldo inferior, desilusión, difícil decisión, menos ingresos, ciento por ciento de investigación me atraía. Bajada deslizante pero de nuevo subida interesante.
Trabajo en región parisina, dos hijos, nueva ciudad y empresa, nuevos jefe y compañeros de trabajo, constructora de computadores, difícil ahorro para vacaciones en Colombia, hijos creciendo, complicado, trabajo novedoso, desarrollo de software, ingenieros informáticos, expertos en sistemas operativos y sus herramientas, mucho aprendizaje. Vaya memoria. Otra vez subiendo por senderos de aprendizaje.
Oportunidad de trabajo en una organización internacional, maravilla, vuelta al trabajo en traducción automática, aumento de sueldo, bienestar de familia, nada de investigación, aplicaciones muy prácticas, pero entorno retrogrado técnicamente, un reto. Camino plano pero bajada temporal del ánimo. Dificultades, medio laboral con mucha inercia y resistencia al cambio, altos y bajos pero el balance fue positivo. De nuevo subida suave con poco terreno plano y a veces bajadas cortas para seguir hasta la cima.
¡Ya va un cuarto de siglo con ellos! Satisfacción, trabajo terminado, medio ambiente internacional y multicultural, buenas relaciones con mis jefes, colegas y amigos.
Detrás de mí veo una sarta de sistemas, lenguajes y máquinas que corren tras de mi sombra: OS y CP/CMS d'IBM, Multics, Unix, GCOS7 de BULL, BS2000 de SIEMENS, Ultrix y VMS de DEC, MS-DOS y MS-Windows de Microsoft, Android, CentOS y Red Hat, INGRES, XEDIT, DCF/SCRIPT de IBM, Word for Windows, Brief, Excel, Designer, dBase, Q&E, Access, PROLOG, LISP, PASCAL, C, C++, HPL, PL1, COBOL, FORTRAN, BASIC, ADA, ensambladores, HTML, Java, XML, IBM, Siemens, Bull, Apple, Norsk Data, PC, DEC, Dell y alguno que otro olvidado. Una montaña de proezas técnicas que van desde la tarjeta perforada hasta la pantalla táctil de un teléfono inteligente. Una cascada de líneas de código de programación, de páginas de informes, de manuales, de mensajes electrónicos, de códigos de error.
Tuve suerte, tengo la curiosidad intacta, deseos de aprender. Voy saliendo del bosque. Veo el fin del camino a la vista, la salida del túnel está próxima, liberación, esperanza, nuevas motivaciones, nueva vida al horizonte. Miro hacia atrás y veo sombras o fantasmas en forma de brazos como tentáculos de calamares gigantes o pulpos o quizás no sean más que brazos de amigos que me despiden desde lejos. Dentro de doce meses gritaré: ¿Eureka? ¿Emancipación? ¿Por fin? ¿Uf?
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