domingo, 20 septiembre 2009
La mujer invisible
«El deseo es la verdadera esencia del hombre» Spinoza Luz Marina estaba feliz pues había logrado su deseo más fuerte y por el que había luchado toda la vida. Fue una niña bonita, introvertida, inteligente y tímida. Nunca hacía ruido. Jugaba casi en silencio mientras sus hermanos gritaban y corrían como locos. En la escuela casi nunca preguntaba, hablaba solo cuando la interrogaban; con la cara colorada siempre respondía bien y sacaba las mejores notas. En el recreo prefería estar con las niñas más juiciosas y sentarse a imaginar cuentos fantásticos. La adolescencia fue un...