Y el tiempo sigue su marcha
sábado, 14 mayo 2011
Anoche fuimos entre veinte y treinta las personas reunidas en el patio de la librería Centrale para hablar de libros y compartir lecturas con la intención de dar ganas de seguir leyendo. Casi todos amigos míos aunque algunos asistentes fueron nuevos para mí. El clima, que la meteorología anunciaba lluvioso al comienzo de la semana, al final resultó magnífico, lo que nos permitió quedarnos al aire libre charlando muy amenamente y tomando un aperitivo franco-colombiano (vino con arepas, ¡ja, ja!).
Marie animó muy bien la velada e hizo leer extractos de mis textos a varias personas. La variedad de acentos fue un valor añadido. Yo, para cambiar, leí uno de otro autor de Ediciones Irreverentes. Pude ver mis relatos desde otro punto de vista y descubrí aspectos de mi escritura que no conocía. También ella descubrió unos errores en uno de mis relatos en el que juego a escribir omitiendo letras; no sé en qué momento de la corrección se colaron unas letras que no estaban en el original y claro, el ejercicio perdía el chiste. ¡Es que uno de tanto corregir termina sin ver nada y es mejor que otros ojos participen! Ella y otra amiga están animadas para ayudarme a traducir al francés algunos textos. Tocará empezar por algo corto antes de atacar El baúl de Napoleón.
¡Tantos preparativos y ya se acabó! No sé cuántos libros se vendieron, eso sí creo que firmé muchos. Me gustó el resultado, tan bueno como la primera vez en Albatros y al mismo tiempo tan diferente. Todos queríamos prolongar la noche. Terminamos en un bar de la calle peatonal tomando más vino y cuando quisimos comer en restaurante, ya no aceptaban más clientes.
Encontrar al lector es fundamental para un escritor; a mí me motiva más para continuar. A ver cómo sigo en este proceso creativo que me fascina. Gracias a todos por haber estado allí en persona o en pensamiento desde la distancia. Creo que se sentía más presencia de la que los ojos abarcaban.
3 comments
Fue excelente. El ambiente agradable y todos en una buena comunión literaría.
Pues me alegro, claro. y no sabía yo que hubiera patio ahí. También he leído la última entrada, la del complot contra el del FMI.
Quizás cantemos en el mismo lugar para la fiesta de la música.
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