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martes, 22 febrero 2011

Última parada

ficción, bifurcacionesYa un mes solo en Ginebra. Por fin sin Masha, su esposa rusa, huida con un joven amante bohemio. Nueva vida de rica lejos de él. ¿Costa Azul, París o Cochinchina? Sin interés. Hijos indiferentes y ausentes. Aburrimiento por peleas viejos esposos. Zacarías insoportable desde jubilación. Abandono actividades. Adiós tenis, golf, esquí, violín, ajedrez, viajes, cine, fotos, colección de piedras. Adiós amigos. Ahora quijote moderno. Escritura autobiográfica interminable. Loca dactilografía en PC incesante de mañana a noche. Poca comida.

Primero Masha comprensiva consecuente. Paciente estoicismo contra crisis fastidiosa. Ayuda búsqueda información. Rápida monotonía. Mala gana esposo huraño. ¿Vuelta a lo normal? Imposible. ¡Adiós Zacarías! Todavía joven para amante jovial atento con ella.

Ese sábado obsesión de bifurcaciones. Culpable: sueño con joven alemana amiga de universidad. Desde su carro en la calle entre espectadores de cine. De mano de joven afgano o pakistaní. Su novio y rival culpable. ¿Sus nombres? Solo caras anónimas borrosas. ¿Qué tal la tudesca en vez de Masha? Repaso mental de otras cuasi novias en otra vida y por otro camino. ¡Eureka! Mejor un libro sucesión de encrucijadas, escogencias clave encadenadas hasta ahí y ahora. Exploración de momentos cruciales con otros recorridos plausibles.

Entusiasmo de ideas. ¿Pensamiento, organización? Labor enorme. Gran desorden en casa. Mejor fuera al aire libre. Replanteamiento mental del proyecto. Hasta ahora escritura aleatoria. Automático vaciado cerebral de recuerdos. Compilación material en documento electrónico bruto. Más tarde revisión y búsqueda estilo de escritura. ¿Publicar un libro en vida? No, solo herencia intelectual póstuma para hijos y nietos. Lecciones de vida, extrapolación de experiencias. Obra maestra, manual vital, compendio sabio. Justificaciones sin remordimientos.

Día frío y gris de invierno. Viento glacial entre la ropa. Demasiado tiempo estático. Dirección borde del lago. Lento paseo entre pocos viandantes. Sumersión en pensamientos. Dilema antiguo: estudios en Puebla, Monterrey o México. Disyuntiva de hijo de papi: trabajo con papá o estudios profesionales. Alternativas: ingeniería, derecho o economía. Opción: beca en Suiza o Estados Unidos. Coyuntura sentimental: aceptación avances chica húngara o inglesa. Circunstancia: continuación vida con aquella colombiana años atrás. Ficción: con Masha solo aventura pasajera. Posibilidad: trabajo en Ginebra o Japón. Y si esto y si aquello… plato principal de paseo ginebrino. Ser y no estar, ¿es esa la cuestón?

Imprevisto día entero de vagabundeo, comida rápida en cualquier restaurante. ¡Tictac! Regreso a casa ya de noche. Ejercicio práctico. Desde primera esquina juego al azar: a la derecha, a la izquierda o derecho. Encrucijadas: Quai des Bergues, Rue Rousseau, Rue des Étuves, Place Grenus, Rue Bouchet, Rue Chantepoulet… ¡Chas!, parada sorpresa en estación de tren Cornavin. Entrada a un bar, cerveza en la barra. Ramificaciones y cruces proliferando en su mente. Televisor con partido de rugby, conversaciones en portugués, francés, inglés y alemán. Después en español y árabe. Concentración en exploración mental. Oídos sordos.

¿Sensación antigua de borrachera juvenil? ¡Cucú! Tambaleo callejero después de medianoche y muchas cervezas. Otro juego laberíntico. Izquierda, izquierda, derecha, derecho, Rue du Mont Blanc, Rue Pécolat, Rue des Alpes, Rue Lugardon, Rue Rosset, Rue Dorcière, Rue des Alpes (¿círculo vicioso?), Rue de Berne. ¡Otra sorpresa! ¡Guau! Zona roja. Izquierda, derecha, derecha. Callejón sin salida. Oscuridad. ¿Traficantes de droga o ladrones callejeros? ¡Resplandor de cuchillos en la penumbra! Final de línea. ¡Última parada! Zacarías inerte en el centro de su laberinto.

08:00 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: ficción, bifurcaciones

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