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martes, 26 abril 2011

Turismo y trabajo

NV-IMP736.JPGCuando llegué a Europa hace más de treinta años siempre me tomaba fotos frente a lugares donde pasaba, sobre todo para enviar a mi familia. Era una forma de compartir y de marcar mi recorrido. Hace tiempo que me pasó la costumbre y salgo en muy pocas fotos, como en esta. Me llevo muchos menos recuerdos fotográficos que antes. Claro que con las cámaras digitales ahora es tan fácil tomar y desechar que vuelvo a exagerar. En la casa tengo cajas de negativos y diapositivas y ahora el disco duro se va llenando de más fotos y vídeos. La misma pregunta vuelve sin cesar: ¿qué pasará con esas fotos? Hace años, la última vez que miré fotos viejas con mi madre, ella me iba identificando a fulano y a zutana, pero a veces ya no se acordaba quién aparecía. Tengo buena memoria para lugares y caras y muy mala para nombres.

Me acuerdo que estuve de paso en esta ciudad piamontesa hace muchos años en mi primera excursión a Italia; en esta plaza exactamente, no, pero sí, en otra con una escultura ecuestre que volví a ver ayer o antier. Aquí me siento como dentro de una película de Fellini o de otros famosos cineastas italianos. El idioma me encanta; se entiende bien a pesar de falsos amigos o palabras que no tienen ningún parecido al equivalente español o francés. Turín está relativamente cerca de Ginebra, creo que más cerca que desde Grenoble.

El fin de Semana Santa fue ideal para este viaje. Es la primera vez que vengo a pasar varios días. El clima no estuvo mal. Un poco de lluvia el sábado y sol el resto del tiempo. Me encantó el Museo del Cine que bien valdría la pena visitar con calma. ¿Será otra vez? Ayer estuvimos tomando el famoso chocolate turinense en un sitio conocido: Al Bicerin en la Piazza de la Consolata. ¡Delicioso! Luego, viendo la iglesia vecina con un interior casi barroco y una forma circular u oval poco común. En casi todas las columnas había escritos pidiendo gracias por esto o aquello o recordando difuntos. La sorpresa fue encontrar uno que decía: «A ricordo e suffragio del conte Gaspare Gloria morto in Bogota nel 1891 – l’fratelli» Y la imaginación que se dispara y empieza a imaginar una novela sobre la vida de este desconocido que vivió hace más de un siglo.

Mañana empiezo una reunión de trabajo. Hoy acompañé a mi esposa al tren que casi la deja pues nos equivocamos de estación. Tocó correr, tomar el metro y por fortuna llegamos justo cuando el tren Turín-París paraba en el andén. Ahora habrá llegado a casa después cambiar de tren en Chambery. Regresaré el viernes en carro por el túnel del Monte Blanco. Espero no dormirme del cansancio. Con seguridad pararé a dormir siesta. A ver si ahora termino de preparar mi presentación para la conferencia de mañana.

15:17 Anotado en Viajes | Permalink | Comentarios (1) | Tags: bitácora, italia

Comentarios

Felicidades en Turín que tiene paisajes hermosos.

Anotado por: coni | martes, 26 abril 2011

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