sábado, 31 octubre 2009
Director de orquesta
Me gustaría ser músico en una orquesta dirigida por Gustavo Dudamel. Me da la impresión de que se divierten mucho. Me encanta la alegría y energía con la que las dirige. Parece que la orquesta fuera un solo cuerpo de un gigante que respira animado por la batuta. Además las obras que escoge son muy agradables. Pero claro, como no soy músico, es un sueño imposible.
Me gustaría ser miembro de un equipo de programación de un sistema enorme y original en el que participaran los mejores informáticos del mundo. Poder encontrar soluciones geniales e ir construyendo poco a poco un sistema que parezca respirar al ritmo del teclado o de los mensajes electrónicos. Pero claro, como no estoy trabajando en una gran empresa de ingeniería de software, ese sueño no lograré realizarlo.
Me gustaría tener mucho tiempo libre, dormir poco, soñar mucho despierto y dormido, trabajar sin sueldo en empresas culturales de creación literaria, teatral, cinematográfica o de juegos de mente para que la gente se encuentre, hable, se divierta y olvide sus problemas. Pero claro, como el día tiene solo veinticuatro horas de las cuales paso la tercera parte dormido, otra tercera parte trabajando y de tiempo verdaderamente libre no me queda mucho, tocará dejarlo en veremos.
Me gustaría tener el don de la ubiquidad y poder compartir la vida con todas las personas que he conocido y querido en esta vida y que ahora están lejos de mí y yo de ellas, pues el correo electrónico aunque reduce la distancia no reemplaza al encuentro real. Pero este cuerpo limitado de sesenta y pico kilos de peso no tiene sino dos ojos y un corazón que miran y palpita solamente aquí y ahora.
En fin, me gustaría que este instante, en el que escucho la orquesta filarmónica de Berlín dirigida por Dudamel tocando el tango A fuego lento de Horacio Salgán, tengo en la cabeza dos días fresquitos de programación informática por digerir, tengo un poco de tiempo libre que estoy consumiendo y saboreando, tengo un teclado a mi alcance para escribir estas bobadas y una web disponible para colgar el resultado y tocar con los pixeles a una ínfima parte de los ojos y cerebros y corazones de la gente que va a leerlo y que ya por ese simple motivo aunque estén lejos los siento cerca, fuera eterno.
Comentarios
Intenso y emotivo. Por lo menos te divertiste y gozaste esos bellos momentos de orquesta del famoso Gustavo Dudamel. Exitos en todas las artes.
Anotado por: coni | sábado, 31 octubre 2009
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