viernes, 29 diciembre 2017
Cuento de Navidad
Tuvo tiempo de pensar en lo sucedido, acostado en la ambulancia camino del hospital, a pesar de las sirenas y las sacudidas del vehículo que se abría paso con dificultad por las calles atiborradas de energúmenos conductores. Vivía solo y aislado en el apartamento de siempre desde la muerte de su mujer pocos años atrás. Se había vuelto huraño y retraído por culpa de ese mundo que ya no comprendía. Ahora era cada vez más ateo (como si hubiera gradación en esto). Había perdido toda la poca fe que una vez lo habitó. Su esposa que sí era muy creyente y persuasiva lograba convencerlo de ir a misa para Navidad y de rezar la novena (y a él le daba gusto complacerla). Las fiestas navideñas ya no eran las de su inocente infancia cuando el Niño Dios le dejaba los regalos en la noche del 24 mientras dormían. Las actuales le parecían demasiado comerciales, artificiales e hipócritas. ¿Cómo podría ser que la gente se sintiera buena y cercana a la humanidad y durante el resto del año retornaran a esa jungla de egoísmo y competencia salvaje? El Papá Noel con su vestido de invierno, las iluminaciones y el ambiente de invierno no tenían sentido para él que vivía en el Trópico donde días y noches eran casi iguales de largos o cortos todo el año; no había razón lógica para festejar el solsticio de invierno septentrional. Ansiaba que llegara el nuevo año y todo volviera a su gris normalidad. Su hijo, que vivía en las antípodas y casi nunca venía a visitarlo, lo llamó en esos días para desearle felices fiestas y saber cómo seguía. Se alegró de oírlo y hablar un poco con él, pero en el fondo no tenían nada que contarse y tampoco les interesaba lo que pasara al otro lado del planeta. Desayunó temprano y salió al supermercado calculando llegar apenas abrieran para escapar a la muchedumbre de compradores de última hora que imaginaba llenarían los pasillos acaparando como hambrientos todo lo que estuviera a su alcance. A pesar de todo tuvo que aguantar a los vendedores que le ofrecían probar todo tipo de comida y hacer cola oyendo los sosos comentarios de los otros clientes sobre preparativos de la fiesta o las vacaciones. Todo ese ruido y muchedumbre lo iban dejando mareado y trastornado. «Algo raro me está pasando», pensó camino a casa. Al llegar y abrir la puerta se desmayó. Quedó inconsciente un largo rato hasta que una nueva vecina, con quien nunca había hablado aunque vivía al lado, pasó con sus hijos a regalarle unos postres típicos de Navidad (por compasión, para no tirarlos a la basura o simple espíritu navideño). Fue ella la que llamó a la ambulancia y lo hizo llevar de urgencia. «Si me hubiera desmayado en otra fecha, ¿cuánto tiempo habría pasado hasta que me socorrieran?», pensaba acostado en la ambulancia después de que le contaran lo sucedido. Se dijo que de alguna forma valía la pena que la gente tuviera una actitud positiva en esa época del año así fuera para auxiliar a un viejo amargado agobiado por las fiestas navideñas, por pura suerte, por el destino, por un milagro necesariamente inexplicable o para escribir un cuento de Navidad. ;-)
00:59 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (1) | Tags: navidad
sábado, 23 diciembre 2017
Otro juego de escritura
Toma tu teléfono celular, escribe el comienzo de una frase, déjate llevar por las propuestas del corrector ortográfico, escoge las palabras que te vayan saliendo sin mucha reflexión, cuando decidas terminar releelo y corrige solo lo esencial como las tildes diacríticas o una que otra coma, si logras seguir un hilo lógico para tu texto mejor, pero no importa si salen cosas ilógicas como las siguientes:
Escritura asociativa de ideas locas como las costumbres de la administración pública de mi casa y con quien vas a venir hoy al cine a las dos de la tarde en la calle de los impuestos de la entrada del pueblo, de mi parte no me acuerdo, de la conferencia de prensa en Colombia y el domingo no se puede tomar algo con ella en el clóset y no se qué me ha pasado con la gente de zona sur y tú cómo vas amor, de mi casa yo no sé, que no te vayas con la familia igual que nosotros somos de los que no duermen y no tienes nada de nada y no puedes venir mañana al mediodía o por la parte central del círculo vicioso que te pagamos a las fiestas hilos del mundo hispanohablante me ha dicho él que tú ya no me piensas tanto como yo entonces si puedes hacerlo, por ejemplo cuando vuelvas de la estación central, y flechas no me llegan las imágenes y vídeos de YouTube en Ginebra este viernes en Ferney como te digo que me preocupa mucho mucho más fácil para el lunes que no duermen los impuestos y qué haces, amor, de su madre no te preocupes yo igual igual para ustedes qué hacen los niños de hoy sea mejor jugador que me preocupa algo hoy pues estaba con mi hermana y tú no tienes sueño y yo no tengo ganas de dormir…
Ça marche maintenant aussi en français et le groupe de l'année dernière nous avons chanté avec les Barcelonais qui m'ont dit que j'ai perdu ce document ci-dessus mais c'est normal de croire que tu peux m'envoyer une copie de la confirmation de surveillance chinoises…
In English it's okay to be in the world and the kids are growing and learning about anything and you know that you have to be a nice guy but I don't know if you are so sweet…
По этому я не могу сказать что ты хочешь от жизни и не знаю как ты думаешь о себе и мне очень нравится эта песня для детей…
أريد أن أنت تجيب والمخابرات ثبت حتي
02:41 Anotado en Juego de escritura | Permalink | Comentarios (0) | Tags: teléfono, corrector
miércoles, 13 diciembre 2017
Noir, c'est noir
Me siento raro al ver que personajes tan conocidos como Johnny Hallyday, Jean D'Ormesson o Jean Rochefort hayan muerto este año. Parecía que fueran inmortales. Recuerdo a Johnny desde que oí en Colombia sus primeros rocanroles en un idioma que no conocía y no era inglés. En esa época algunos cantantes colombianos también tuvieron éxito con esa música en español, como Óscar Golden u otros de la «Nueva Ola» latinoamericana. Johnny no cantaba en español, pero sí Adamo, Charles Aznavour o Moustaki. El brasileño Roberto Carlos también fue conocido cantando en este idioma. El mercado hispanoamericano y español era importante para la música. No sé qué pasa ahora con la Internet.
Lo admirable de Hallyday fue su longevidad artística que duró desde sus 17 años a los 73 de su muerte, pues hasta hace poco seguía dando conciertos. En estos días en Francia ha sido como un duelo nacional. Han dedicado muchos programas de la radio y televisión al cantante y el homenaje fúnebre en París fue multitudinario. Es el fin de una época pues no se imagina uno a otro cantante que tenga tantos seguidores de tantas edades diferentes.
No sé si D'Ormesson es conocido en Colombia. Este es un aristócrata, intelectual y escritor mucho más viejo pero que murió un día antes que Johnny a los 92 años. He leído alguno de sus libros que tienen un estilo como del siglo XIX. Dado que era muy simpático lo invitaban a menudo a programas radiofónicos y audiovisuales. También tuvo derecho a homenajes aunque la muerte de Johnny no le convino; le pasó como a Cocteau que murió el mismo día que Piaf y la popularidad de esta se llevó toda la atención. D'Ormesson comentaba precisamente en alguna entrevista que los escritores debían escoger muy bien la fecha de su muerte para que no pasara desapercibida. Decía también que no le gustaría ser inmortal puesto que tenía curiosidad de saber si había algo después de la muerte, pero reconocía que quizás nunca lo sabría. Era un intelectual de derecha que dirigió el periódico Le Figaro pero con los años se había acercado a ciertas ideas de izquierda.
Jean Rochefort fue un actor francés muy prolífico y longevo en su carrera artística. Recuerdo cuando lo vi por primera vez en Colombia en la película Un éléphant ça trompe énormement. ¡Cómo me reí! La vi en francés con subtítulos en español. No recuerdo si el título fue traducido como Un elefante se equivoca enormemente o de otra manera. Hace poco la pasaron por televisión y me parece que la peli ha envejecido bien. En un documental sobre su vida descubrí que era un experto en caballos. En esa película hay una escenas muy buenas en las que hace el difícil papel de jinete inexperimentado siendo él todo lo contrario.
En esos mismos años el cine italiano estaba muy de moda. Precisamente volví a ver en estos meses Profumo di donna de Dino Risi con Victorio Gassman y la hermosa Agostina Belli. La vi en italiano con subtítulos en español. Quizás la tradujeron como Perfume de mujer; no recuerdo.
Estas dos películas me recordaron mi época de estudiante universitario en Bogotá. No parece que haya pasado mucho tiempo y sin embargo ya son más de cuarenta años.
En un programa radial hace poco hablaban casualmente del famoso Jorge Luis Borges, tanto de su literatura como de su oposición política al dictador Perón. Explicaban que su erudición era una forma de burlarse de sus contemporáneos. En una entrevista decía que siempre había sido curioso y seguía siéndolo. Se preguntaba por ejemplo por qué estaba dentro de un cuerpo o qué habría después de la muerte. Me recordó una amiga que decía que cuando pensaba en su propio cuerpo le daban escalofríos. Curioso.
De cualquier manera cuando mueren personas que parece que siempre he conocido, aunque sea natural, lo que en el fondo me impresiona es que desde que nacimos estamos todos haciendo cola hacia la muerte sin saber cuándo nos llegará el turno. Es como si la muerte se nos va acercando con su guadaña llevándose primero nuestros abuelos, padres, hermanos mayores y cada vez gente de nuestra edad. Al menos la curiosidad por el misterio de la vida me da ganas de vivir muchos años más y me distrae mientras me llega la hora a mí también.
16:54 Anotado en Actualidad, Elucubraciones | Permalink | Comentarios (0) | Tags: muerte, personalidades