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miércoles, 23 septiembre 2009

No hay humo sin fuego

NV-IMP511.jpgEl fuego es de temer. En principio cuando un incendio comienza se puede apagar fácilmente, pero cuando toma fuerza todo cambia. Recuerdo el incendio de una piscina hace años en el campus de la universidad de Grenoble. Fue culpa de unos obreros que reparaban el techo que era muy alto y con vigas de madera. Dejaron encendido un soplete mientras iban a almorzar. Al regreso ya no pudieron hacer nada. El incendio destruyó caso todo el edificio. Fue durante el invierno. Estuve viendo arder el edificio a unos cien o doscientos metros y desde esa distancia se sentía el calor. Además mucha gente muere en incendios por asfixia y no por las llamas. Hace dos semanas pasé en carro cerca de una casa incendiada de la que quedó hecha escombros. Quién sabe si el seguro les pagará la reparación como a una amiga que tuvo esa mala experiencia una Navidad. Impresionante.
Esta mañana antes de las diez hubo un momento de conmoción en la Place des Nations de Ginebra por un incendio en el estacionamiento subterráneo que tiene una capacidad de mil puestos. Los camiones de los bomberos con sus sirenas se situaron en la avenida principal cerca de las entradas peatonales. El humo empezaba a salir por los conductos de aeración. Muchos colegas que llegaron cuando el incendio acababa de ser detectado no pudieron entrar y tuvieron que estacionarse en la calle. Desde las ventanas del edificio vimos como los bomberos corrían con sus mangueras y equipos especiales.
Una hora después ya todo estaba bajo control; lo supe por un correo electrónico que nos enviaron. Como explicaron que el fuego había sido en el cuarto sótano me tranquilicé un poco, pues el mío estaba en el tercero. Nos advierten que no debemos encender los ventiladores o el aire acondicionado de los vehículos pues podría haber humo al interior. Ojalá me acuerde esta noche cuando vaya por el mío.

martes, 22 septiembre 2009

Cambio de estación

NV-IMP510.jpgLa prima Vera se casó con Ño Oto. Tuvieron dos hijos llamados Vera y Erno. Las dos Veras eran calurosas y extrovertidas, sobre todo la pequeña; Oto y Erno al contrario, fríos y callados, especialmente el hijo. Erno se casó con una esquimal de nombre Invi y la pequeña Vera, con un grandulón senegalés llamado No. Dicen que quien siembra vientos, cosecha tempestades y que de tal palo, tal astilla. ¡Quién sabe como resultarán los nietos de esta familia tan peculiar!

17:21 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: adivinanza, juegos

lunes, 21 septiembre 2009

Detrás de un título

NV-IMP509.jpgEscribir un relato a raíz de un título es novedoso para mí. Es raro. En general pienso un relato, se me ocurre un título provisional y cuando termino de escribir el texto completo, releo el título varias veces y lo cambio hasta quedar satisfecho. A veces el título definitivo no tiene nada que ver con el provisional; otras veces cambio muy poco o nada.
Pues bien, a partir de diecisiete títulos de relatos negros, me inventé o armé uno solo, demasiado largo para un libro y que dice:

Remordimiento, terapia, corrección, evasión, destierro y muerte a disparos de la familia del matarife Matrix en el mundo sin identidad en tiempo de robo una noche de tinta negra en manos de Sor Furcia

Ahora me tocaría escribir el relato que se esconde detrás de ese título tan largo, sin verbos, pero que no tenga nada que ver con los diecisiete cuentos, que sea independiente. Ya hay dos personajes: el matarife Matrix y Sor Furcia. Un matarife es ya alguien que mata animales, un ser violento. Una monja es normalmente todo lo contrario. Sor Furcia, ¿roba, mata o simplemente utiliza la tinta quizás para escribir?
Aquí por ejemplo hay muerte a disparos y de una familia, quizás toda la familia. ¿Padres, hijos, nietos, tíos, primos? ¿Asesinato, venganza, accidente? Se ve que es una familia que sufre pues pasa por etapas de remordimiento (¿De qué? ¿De maldades hechas o de palabras pronunciadas?), terapia (¿física o sicológica?), corrección (¿Cárcel, castigos, golpes o simples amonestaciones y consejos?), evasión (De nuevo, ¿física o mental o las dos? Huida y persecución), destierro (pienso en guerras, amenazas, desplazamientos forzados, viajes).
En qué orden hacerlos recorrer esos estados y cómo lograr que pasen de uno a otro naturalmente o sorprendentemente. Un mundo sin identidad puede ser un lugar universal, es decir unos hechos que no se identifiquen con un pueblo, una cultura o un país; un lugar cualquiera. Tiempo de robo podría ser la noche facilitadora y protectora o la guerra con sus saqueos y violaciones. La tinta negra podría ser el color de la noche o las manos de la monja.
Me encuentro al pie de un árbol frondoso para escalarlo y cada bifurcación de las ramas es una posibilidad de escritura hasta llegar a cada una de las hojas que serían al fin y al cabo tantos cuentos o desenlaces. Un título es importante para un libro o un relato. Debe despertar la curiosidad. Debe dar ganas de seguir leyendo.
La imaginación nos hace viajar a lugares remotos en instantes. Ya veo al matarife Matrix de joven siendo el novio de Furcia que por despecho se ha metido de monja después de matar por celos a la amante secreta de Matrix, un luchador mexicano enmascarado y justiciero. La familia de Matrix podría ser mafiosa y rica o, al contrario, honesta y pobre, aunque mafiosa pobre u honesta rica sería más original. Muertes y más muertes. Es un tópico muy común en la ficción. ¿Hay novelas sin muerto? ¡Ay!, muertos sin novela.