domingo, 10 febrero 2013
De picas y de famas (1)
Tendría como diez años cuando mi hermano Camilo me enseñó un juego sencillo y divertido que practiqué mucho durante esos años: picas y famas. Solo se necesita papel y lápiz. Dos jugadores se enfrentan. Cada uno escoge en secreto un número de cuatro cifras. El ganador es el que primero que adivine el número del adversario. En cada turno, uno propone un número y el otro responde con cantidad de famas y picas encontradas. Luego le toca al adversario tratar de adivinar.
Una fama es cuando una cifra está en la posición exacta. Una pica es encontrarla en una posición diferente. Sacar cuatro famas quiere decir que se ha ganado. Sacar cuatro picas quiere decir que ya se tienen las cuatro cifras pero falta ponerlas en orden. Tener cero famas y cero picas parece un muy mal intento, sin embargo es una información importante ya que permite descartar cuatro cifras de una sola y concentrarse en las seis restantes.
Entran en juego la lógica y la suerte. Para que no se hiciera muy largo a veces se ponía la regla de no repetir cifras en el número por adivinar. Claro que el número que uno daba en cada intento sí podía tener repetir cifras. Tiene cierto parecido al sudoku que tanto éxito ha tenido en estos años o a otro que también jugábamos mucho de guerra con aviones, barcos, soldados, tanques que uno dibujaba en hojas cuadriculadas y que debía encontrar dando las coordenadas donde uno supuestamente había enviado una bomba; en francés, llaman a este último Touché coulé . En todos estos juegos se lanzan hipótesis que se van confirmando o no hasta llegar a dar por deducciones con el objetivo buscado.
A mí no me iba tan mal en ese juego que seguramente tendrá nombres diferentes según el país o la región. Años después Picas y Famas fue comercializado con fichas de colores con el nombre de Mastermind.
21:39 Anotado en Elucubraciones, Juegos, Recuerdos | Permalink | Comentarios (2) | Tags: programación, informática