Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

jueves, 11 noviembre 2010

Comienzo de periplo

NV-IMP700.JPGDe nuevo de viaje, pero ahora son vacaciones ciento por ciento; esta vez con escala en Madrid. Estas últimas dos semanas fueron súper cargadas en mi trabajo. Espero que ahora logre descansar y olvidar el trajín.

Por no haber llegado a tiempo anoche al aeropuerto Cointrin de Ginebra para dejar las maletas, tocó madrugar hoy a las cinco y media y en lugar de autobús fuimos en taxi. Lo malo es que el registro de equipaje solo abrió pasadas las seis de la mañana, más tarde de lo anunciado. Algo dormí en el avión.

El clima está frío, aunque con sol, es agradable. El almuerzo en una taberna típica de por aquí resultó simpático. Fue en una calle aledaña a una antigua galería de mercado nada turística: bueno y barato. Con once euros un almuerzo completo con entrada, plato fuerte, postre, pan, vino y café, no se consigue fácilmente en Francia. La ciudad por la noche estaba llena de gente, como siempre. Recorrimos un tramo de la Gran Vía (está cumpliendo 100 años), por Callao bajamos a la Plaza del Sol (parada obligada en El Corte Inglés y en otras tiendas), visita de la Plaza Mayor y regreso al hotel (nos cruzamos de casualidad con unas amigas). Se nota mucho trabajo informal callejero: los que se disfrazan y se quedan como estatuas esperando a que los viandantes les den una moneda, los que cantan, los que pintan, los que tocan algún instrumento musical y claro, los que simplemente piden dinero.

La parada en Madrid tiene dos objetivos: la presentación de un nuevo libro (ya lo contaré) y un concierto que vamos a dar con el coro de Ginebra el sábado (también contaré qué tal nos va). Ahora, ya toca descansar un poco pues de tanto caminar uno se cansa.

21:45 Anotado en Viajes | Permalink | Comentarios (2) | Tags: madrid, vacaciones

jueves, 04 noviembre 2010

Teleconferencias

NV-IMP699.JPGHoy me divertí probando por primera vez un sistema de teleconferencia que voy a usar el lunes próximo en mi trabajo para conectar el salón de reuniones donde estaremos unas veinte personas con una docena que asistirá a distancia desde otras ciudades. Es un sistema que se usa bastante y que he podido ver en demostraciones web desde Canadá o Bruselas. Otra cosa es ponerlo en práctica para una reunión propia.

Primero, se crea la reunión con un sistema comercial al que está suscrito mi empresa. Después el sistema genera un mensaje electrónico con una dirección que cada participante remoto recibirá para entrar en la reunión. Durante la misma todos desde lejos estarán viendo la misma pantalla que los demás tendrán en el telón de la sala. Los participantes remotos pueden tomar la palabra y si se quiere, pueden dar ellos mismos una presentación o tomar el control del teclado o del ratón del PC de la sala. El sonido viaja por la Internet y todos se oyen. Se puede usar el ratón como si fuera un lápiz y escribir en la pantalla.

Me parece que es un negocio con futuro. En lugar de enviar a los participantes en avión y pagarles hotel y viáticos, solo necesitan conectarse a un sitio web y actuar como si estuvieran presentes. Es increíble pero cierto. Y eso que se trata de la versión más sencilla, pues hay otros programas que pueden administrar reuniones con cientos de participantes distantes, dispersos en el planeta. Ahora falta que funcione bien el lunes durante todo el día.