Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

sábado, 08 abril 2017

Beriozka

Beriozka.jpgTrès jolie présentation du ballet folklorique russe Beriozka, qui veut dire bouleau. C'était dans le théâtre Jorge E. Gaitan au centre ville. Ça faisait longtemps que je n'avais pas assisté à un spectacle dans ce lieu, un des espaces culturels les plus importants de Bogota créé en 1890. C'était bizarre d'entendre les hymnes nationaux de la Colombie et de la Russie au début du spectacle. Les Colombiens se sont mis debout et ont chanté. Une nouveauté pour moi a été de voir la Carrera 7 en voie piétonne, alors que je l'ai connue remplie de voitures et d'embouteillages. Paraît-il que la nuit elle est ouverte à la circulation et réservée aux piétons le jour.

Il y a eu beaucoup de danses, certaines plutôt tranquilles, en particulier celles des femmes qui semblaient bouger comme sur des roulettes avec des longues jupes qui ne laissaient pas voir les pieds, d'autres très dynamiques et acrobatiques surtout par les hommes qui sautaient comme des gazelles. Quelques musiques étaient avec des paroles, mais la plupart était instrumentale. Les vêtements des danseurs étaient magnifiques avec plein de couleurs et des brillants. Il faut être jeune et en bonne santé pour réaliser ces performances. J'imagine aussi l'organisation du voyage de cette compagnie avec tous ces costumes et accessoires car il y avait bien une quarantaine de personnes sur scène.

http://www.teatromunicipal.gov.co/index.php/event/beriozk...

 

06:10 Anotado en Espectáculos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: danza, rusia

jueves, 23 febrero 2017

Le prénom

NV-IMP976.jpgJe n'ai pas vu la pièce de théâtre originale en français ni le film qui l'a suivie, mais voir son adaptation en espagnol m'a intrigué. En fin de compte c'était une bonne adaptation au langage et au monde colombiens. Quoique la prononciation à la française du prénom Adolphe c'était raté, car erronée et maladroite, le reste semble juste. C'est plutôt réussi. C'est l'histoire d'un groupe d'amis d'enfance qui s'aiment et se détestent à la fois. Il y a des surprises, on rit, mais aussi il y a un fond pathétique. Au fait c'est le reflet de l’hypocrisie de la société d'ici ou d’ailleurs. Je ne sais pas si le public non averti peut comprendre certaines références bien françaises. On passe un bon moment grâce à l'actuation et la mise en scène simple et directe. Ça m'a rappelé une pièce que j'ai vu récemment à Versoix où il s'agit de trois frères qui se retrouvent dans une réunion de famille où les tensions et rivalités internes finissent par exploser.

El nombre

Una comedia fresca, cercana, directa, delirante, que invita a pasarla bien y que a la vez abre un espacio de reflexión acerca de las diversas formas de mirar la sociedad actual. Amistad, hipocresía y mezquindad humana, nos muestran los personajes de El Nombre.

Actores: Sandra Reyes es Elizabeth, Natalia Durán es Ana, Nicolás Montero es Vicente, Mario Duarte es Claudio y Julio César Herrera es Pedro

Dirección: Mario Morgan | Asistente de dirección: Julián Arango |Dirección de arte: Alejandro Rauhut | Producción general: Johanna Morales | Escritores: Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patelliére | Versión: F. Masllorens & F. González del Pino

Teatro Nacional La Castellana

Cl. 95 #47-15, Bogotá

http://teatronacional.co/index.php/en/el-nombre

 

domingo, 18 septiembre 2016

Conciertos extremos

NV-IMP964.jpgCuando uno ve la evolución de la pintura a través de los siglos no hace necesariamente el paralelo con la música. Pienso que la música clásica con respecto a la contemporánea está más de moda que la pintura clásica con respecto a la actual. Por supuesto que la música fue compuesta para repetirla, mientras que un cuadro no se va a pintar o copiar un sinnúmero de veces. Un concierto de música barroca de hoy es casi igual a uno de la época en que fue compuesta, pues los instrumentos han cambiado poco al igual que las iglesias que los acogen. Sin embargo los compositores han evolucionado y han experimentado con la música como los pintores y otros artistas. Mis oídos están lejos de acostumbrarse.

Estas reflexiones son el resultado de dos conciertos recientes. El primero fue en la iglesia de Saint-Germain de Ginebra a comienzos de mes por una academia de jóvenes intérpretes. Las obras fueron de Debussy, sonata para violonchelo y piano de 1915, y de Schoenberg, Pierrot lunaire de 1912. La primera no me sorprendió tanto como la segunda. Esta última fue cantada por una joven soprano colombiana, Ana María Villamizar, que se ha especializado en el canto contemporáneo. Para aumentar la dificultad, como la obra es en alemán, no entendí muy bien el texto. Las flautas, clarinete, piano, violín y violonchelo con sus sonidos estridentes se mezclaban en ese ambiente extraño. Fue como probar un plato exótico o como, supongo, la sorpresa de los primeros que vieron un cuadro impresionista o cubista.

Anoche tuve la segunda experiencia contrastada. Fue un concierto de El Cabildo, un grupo de música del Pacífico colombiano, con muchos currulaos más o menos conocidos de Buenaventura y El Chocó. Tambores, marimba, maracas, bajo eléctrico, clarinete y voz nos animaron con su música popular en un salón minúsculo donde apenas cabíamos de pie. Solo teníamos espacio para bailar en el mismo puesto o acercarse al escenario para tener un poquito más de campo. Es una música menos conocida que la del Caribe colombiano que puede parecer monótona a primera vista pero que es muy bailable. Seguramente los conocedores le encontrarán más matices que mis oídos. Aunque me sorprendió menos que el Pierrot lunaire, el contraste me hizo recordar el otro concierto contemporáneo. Es increíble la variedad de música que puede inventar el ser humano.