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domingo, 19 febrero 2012

Antología París Relatos

antologiaparisrelatosA.JPGMe acaba de llegar este nuevo libro de relatos en el que tuve el gusto de participar. El tema que nos propuso el editor fue París. También ofreció escribir sobre Viena para otro libro, pero no encontré inspiración suficiente. Pronto saldrá uno sobre Nueva York para el que yo sí tenía un cuento ya escrito que cuadraba perfectamente sin necesidad de cambios ni adaptaciones.

En este sobre París trabajé el verano pasado a partir de una carta en árabe que había escrito para una tarea que nos pusieron en clase. Paseando por la Ciudad Luz completé mis ideas. Lo demás fue dejar volar la imaginación para ir bordando un cuento que resultó un viaje fantástico entre los siglos armado con una estructura que llaman en francés mise en abîme.

Un amigo que lo leyó calculó que había descendido a cuatro niveles de cuentos dentro de otros, como las muñecas rusas o los juegos de mesas embutidas. Fue divertido y espero que lo sea también para los lectores.

Me sorprende ver cómo mi cabeza hasta ahora siempre ha encontrado el camino para explotar una idea cuando me pica la curiosidad.

Ahora me queda por leer los otros relatos que son muchos. Espero tener más tiempo para tantos libros que se me han ido acumulando.

Si a alguien le interesa, tengo unos pocos en casa para vender. ¡Je, je!

Antología París Relatos
M.A.R. Editor, 2011
ISBN: 978-84-939322-0-6
Materia: Literatura española. Otros géneros.
345 páginas, rústica, 21x15 cm, 17.68 €

París ilumina nuestros sueños y la literatura occidental. En París se desarrolla la venganza del Conde de Montecristo; es París donde el grandioso Cyrano de Bergerac llega a la cumbre de la heroicidad; es París la ciudad que acoge a artistas, escritores y exiliados de todo el mundo. Por ello, M.A.R. Editor dedica su primer libro de relatos a esta ciudad mágica, porque nuestros sueños pasan por el Café de Flore o Les Deux Magots, por los Campos Elíseos, por las librerías de viejo de Saint-Germain-des-Près, por la catedral de Notre-Dame o por los lienzos de los pintores de Montmartre.

Desde Alexandre Dumas hasta Alfredo Bryce Echenique. Una exquisita selección de relatos de los mejores autores franceses desde el S.XIX hasta nuestros días, de escritores españoles, hispanoamericanos e incluso rusos, primeras firmas de la cultura mundial. Aromas de romanticismo, modernismo, surrealismo, existencialismo, hasta la ciudad como símbolo de la decadencia de un Occidente cansado de su papel histórico. Es una joya para amantes de la literatura, indispensable acompañante para el viajero que no puede perderse el café o los marrons glacés de los mejores confiteros parisinos, la Ópera, el lujo ostentoso de la Plaza Vendôme, el cementerio del Père-Lachaise, el Barrio Latino, a escasos metros del Sena, formado por callejuelas donde no hay más que bares y restaurantes de todo el mundo. Más de un aventurero llevará en una mano la guía de París y en otra este imprescindible libro de ficciones vividas en calles que conocemos sin haberlas visto. Son 35 historias para los gustos más exigentes para conocer mejor el ayer y el hoy de la Ciudad Luz, muy aconsejable compañía para el viaje.

domingo, 08 enero 2012

Randulfo, con erre de raro

NV-IMP791.JPGEl siquiatra y el abogado se encontraron en el pasillo de la cárcel. Uno acababa de ver al acusado y el otro iba a visitarlo. Tenían que ponerse de acuerdo en la línea de defensa para el juicio. Randulfo era un cliente difícil de entender, pero no por eso iban a dejarlo sin ayuda.

Desde niño había vivido en un monasterio colgado de la montaña cerca de un pueblito olvidado en la selva. Bajaba al pueblo a vender la producción de frutas y verduras del vergel y huerto monásticos. Las malas lenguas decían que era hijo de los monjes. Era el único intermediario entre los ascetas ermitaños y los comerciantes terrenales pero casi nunca salía de allí donde no llegaba ni radio, ni televisión, ni prensa, ni electricidad. Randulfo no había aprendido a leer y si lo hizo alguna vez, ya se le había olvidado. Vivían como en un paraíso primitivo, en paz consigo mismos, en armonía con el medio ambiente.

Todo cambió desde que un vendedor ambulante perdido en la selva tropical llegó al monasterio por equivocación. Simpatizaron pues le contó maravillas del mundo civilizado. Después de vender a Randulfo la mercancía que llevaba, incluyendo un revólver con sus municiones, se fue, así como llegó, dejándole la mente cargada de sueños. Ahora quería ver si lo que le había contado era cierto, en especial lo de un tal cinematógrafo.

Al poco tiempo, lleno de emoción y nervios, decidió que era hora de ir a conocer la gran ciudad que quedaba a varios días de camino en mula. El trayecto fue largo y agotador. Al llegar por fin al destino preguntó por la sala de cine. Por primera vez en su vida vería una película. Fue una de la India que lo atrapó de inmediato en cuerpo y alma. Se sintió identificado con el bueno que peleaba contra los bandidos por el amor de una hermosa mujer. Los bailes y cantos lo hipnotizaron. Se sintió viajando por el mundo.

Salió contento porque el malo había muerto y la pareja iba a vivir feliz hasta la muerte. Vio que de inmediato pasarían otra película de las mismas. Compró una boleta y se metió de nuevo a la sala oscura. Lo que no le gustó fue ver otra vez al malo que habían matado en la primera película actuando como si nada y haciendo de las suyas. Se levantó enfurecido, sacó la pistola y empezó a disparar a la pantalla para matar por fin al malvado que había resucitado o se había salvado milagrosamente del primer filme.

Los pocos espectadores que estaban en sus butacas reaccionaron de maneras distintas. Unos se tiraron al suelo, otros ni se mosquearon creyendo que eran los disparos de la película y unos pocos más avispados se lanzaron a desarmar al loco espectador. De los tiroteos resultaron dos heridos y un muerto.

«Con mucho trabajo aprendí en mi casa a no decir mentiras, gracias a las muchas palizas que me dieron mis padres, los muchos coscorrones que me pegaron los maestros y los tirones de oreja que me aplicaron los curas. Así le cortaron las alas a mi imaginación y pude vivir tranquilo mucho tiempo», explicó con parsimonia al abogado y al siquiatra Randulfo que ahora se declaraba enemigo del cine y sus embustes y amenazaba con ir a matar al proyeccionista y al dueño de la sala.

domingo, 25 diciembre 2011

Elfo navideño

navidad2011a.jpgTodo el año trabaje que trabaje y solo ahora puedo reposarme un rato. Por eso estoy acostado en el prado descansando. Me di un buen baño caliente en la tina llena de espuma, me afeité y salí a mirar la luna y las estrellas a pesar de que la noche es fría. Dentro de un rato tocará ayudar a preparar el trineo con todos los regalos y los renos que están en el establo los unos, cargando baterías y los otros, comiendo forraje.

Cómo tienen la desfachatez de escribirme cartas pidiendo inspiración. No sé qué busca toda esa gente que quiere escribir, puesto que casi nadie lee. Correos electrónicos, redes sociales, sitios web, libros, revistas, periódicos, hasta los muros de las calles. Si le doy inspiración a todos, habría todavía más bullicio en este mundo de iletrados. Trato de explicar por todos los medios que ya todo está escrito, pero nada de nada. Son amnésicos. Les pasa como a los espectadores del teatro griego que no se cansaban de ir a ver las mismas piezas a pesar de que ya conocían el desenlace. Aquí es igual desde los siglos de los siglos. Yo que soy más viejo que Matusalén me las conozco todas.

Si me pidieran más tiempo para leer o menos trabajo por hacer, hasta me apiadaría de algunos, pero no, la mayoría solo pide cosas materiales. Hace meses estamos fabricando aparatos electrónicos último modelo para contentar a tanto loco de tecnología inútil.

Empezaron engatusando a los niños diciéndoles que habría regalos solo para los juiciosos. Después se les ocurrió darse regalos entre adultos. Los comerciantes felices vendiendo cachivaches en esta época del año tan floja para los negocios. Ahora sí que es floreciente. Les toca ahorrar para que la Navidad y el Año Nuevo sean diferentes.

En mi fábrica estamos organizados en equipos según especialidades precisas. A mí me tocó en el de las cosas inmateriales, especialmente la inspiración de artistas y escritores. Creía que iba a ser tranquilo, pero con tanto pedido no damos abasto. Da igual, envolvemos la misma idea en papel regalo y se la enviamos a mucha gente. Como viven alejados unos de otros, no se encuentran y no caen en la cuenta de que no son tan originales como creen. Claro, ahora con ese invento tonto de la Internet, se copian todo entre sí y publican todo como si fuera único, pero a mí no me engañan. Ahora para que no se den cuenta, nos toca disimular muy bien en idiomas diferentes para reducir el plagio.

Da igual, nosotros los duendes, genios, musas, elfos y gnomos existimos mientras crean en nosotros. Por eso tenemos mucho futuro y porvenir, gracias a tanto majadero y cándido que pulula en este mundo. Este año hemos decidido quitar la inspiración a muchos aficionados. Les haremos un gran favor pues dejarán de escribir o de pintar o de actuar tan mediocremente. Será el mejor regalo que les haya llegado. Esperamos que el año entrante tengamos menos pedidos y podamos dedicarnos a los que nos parecen más simpáticos, con más potencial y menos memoria. Ya está bien de consentirlos como niños.

Bueno, el Papá Noel, los Reyes y el Niño Dios están preparados para el viaje. Por lo menos esta noche unos cuantos dejaran de pensar en la crisis económica o existencial comiendo y bebiendo en familia. Que se olviden de los problemas por unas cuantas horas y los que no puedan, pues que se frieguen.