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sábado, 07 diciembre 2019

La Belle époque

cine, comedia, francia, pasadoDivertida esta comedia de Nicolas Bedos que me recordó las películas Westworld (1974), El Golpe (1974)  y Nueve reinas (2002) por aquello de la representación de un mundo irreal para divertir o engañar a alguien. En esta se supone que una empresa de espectáculos puede crear un mundo según los deseos del cliente para llevarlo al pasado en cualquier época de la historia. Aquí el cliente, protagonizado por Daniel Auteuil, quiere revivir la fecha exacta cuando conoció a su mujer, protagonizada por Fanny Ardant. Es un poco larga pues da la impresión de que el director no sabe muy bien cómo terminarla. No es una película excepcional, pero lo hace a uno pensar en lo que ha cambiado el mundo desde los años setenta hasta ahora y en lo desadaptadas que se encuentran algunas personas mayores. Tiene buenas sorpresas, ambientación y actuación.

La Belle époque

Date de sortie : 6 novembre 2019 (1h56)
De Nicolas Bedos
Avec Daniel Auteuil, Guillaume Canet, Doria Tillier, Fanny Ardant, Pierre Arditi, Denis Podalydès
Genres : Romance, Drame, Comédie
Nationalité : Français

Synopsis : Victor, un sexagénaire désabusé, voit sa vie bouleversée le jour où Antoine, un brillant entrepreneur, lui propose une attraction d’un genre nouveau : mélangeant artifices théâtraux et reconstitution historique, cette entreprise propose à ses clients de replonger dans l’époque de leur choix. Victor choisit alors de revivre la semaine la plus marquante de sa vie : celle où, 40 ans plus tôt, il rencontra le grand amour...

http://www.allocine.fr/film/fichefilm_gen_cfilm=267228.html

08:55 Anotado en Películas | Permalink | Comentarios (0) | Tags: cine, comedia, francia, pasado

jueves, 20 marzo 2014

Nos veremos ayer

NV1978.jpgMe pasó hace tanto tiempo que no sé si fue un sueño, lo imaginé o lo leí en un libro, quizás de Borges. A lo mejor hasta yo mismo ya lo escribí y lo he olvidado. Lo cierto es que ayer caí en la cuenta de que ya me había pasado. Fue en mis años de estudiante en un autobús en la mañana camino de mi facultad de ingeniería.

Repasaba mis notas para un examen de matemáticas o computación cuando un señor muy viejo se sentó a mi lado sin que yo me diera cuenta. Supongo que se puso a leer mis libros pues de pronto me preguntó: ¿Estudia ingeniería de sistemas? Me hubiera gustado no contestarle para seguir concentrado en mis problemas, pero por educación, le dije que sí. Empezó a contarme que él había sido un experto en informática, que había sido de los primeros en el país en ocuparse de computadoras, que en esa época las máquinas eran inmensas y difíciles de programar, que tenía que codificar los datos en cintas perforadas, que el lenguaje de programación era ensamblador de muy bajo nivel. Luego me preguntó por las materias que yo estudiaba. Le dije lo mínimo y le pedí disculpas pues tenía que seguir repasando. Por suerte se calló y no me di cuenta cuando se fue. Al llegar a la parada de mi universidad ya no estaba ahí.

Ayer me subí a un autobús que estaba muy lleno de gente. Una joven amablemente me cedió su puesto. Me senté agradecido para descansar de mis pies que me duelen tanto. A mi avanzada edad ya los achaques me tienen quebrantado.

La sorpresa fue ver a mi lado un joven estudiando para un examen de matemáticas o computación. Le pregunté: ¿Estudia ingeniería de sistemas? Le vi la cara de disgusto por haberlo desconcentrado de sus problemas, pero por educación, me dijo que sí. Empecé a contarle que yo había sido ingeniero informático, que había sido de los primeros en el país en ocuparse de computadoras, que en esa época las máquinas eran inmensas y difíciles de programar, que tenía que codificar los datos en tarjetas perforadas, que mis lenguajes de programación favoritos eran PL1, LISP y Pascal. Luego le pregunté por las materias que él estudiaba. Me dijo lo mínimo y me pidió disculpas pues tenía que seguir revisando.

Me callé para no desilusionarlo con su futuro pues estoy seguro de que él era yo hace muchos, muchos años y que por una deformación del espacio-tiempo nos habíamos encontrado una segunda vez o quizás esa misma única vez. Al llegar a la parada de su universidad yo ya no estaba ahí.

13:40 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: ficción, pasado, futuro