Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

domingo, 12 septiembre 2010

Matachín

NV-IMP680.JPGNo sé qué me sorprende más, si descubrir que una palabra que yo creía universal resulta ser un colombianismo o encontrar una palabra que yo creía regionalismo de mi ciudad o departamento resulta ser del vocabulario común y corriente de los hispanohablantes. Anoche por ejemplo unos amigos peruanos me preguntaron si en Colombia también se le decía poto a lo que los españoles sin ningún reparo llamar culo, es decir al conjunto de las dos nalgas. Fue a raíz de una pieza de teatro chilena en la que hablan de potos, palabra que yo creía que fuera solamente chilena y resulta que tiene una extensión más grande. Pues en mi país se dice nalgas o trasero. Decir culo es vulgar y poto no se entiende. En el diccionario dice que poto se usa en el noroeste argentino, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay y Perú, nada menos.

El caso contario es por ejemplo la palabra matachín. Para mí siempre había estado relacionada con personajes de carnaval que iban disfrazados con vestidos hechos de tiras de todos los colores. Corrían y bailaban por las calles y asustaban a los niños. También teníamos la expresión «estás vestido o pareces un matachín» para cuando alguien no sabe combinar los colores o se ha puesto demasiados y que no cuadran. Estaba convencido de que si hablaba de matachines a hispanohablantes de otros países me iban a mirar sorprendidos por no entenderme. ¡Resulta que no!

Según el diccionario de la Academia Española, la palabra viene del italiano mattaccino que es payaso o bufón y en el sentido que me interesa, significa:

  • 1. m. Antiguamente, hombre disfrazado ridículamente, con carátula y vestido de varios colores ajustado al cuerpo desde la cabeza a los pies.
  • 2. m. Danza de los matachines, que parodiaba las danzas guerreras de la antigüedad.
  • 3. m. Juego consistente en una especie de lucha con espadas de palo y vejigas llenas de aire, practicado por los matachines mientras bailaban.

dejar a alguien hecho un ~.
1. loc. verb. coloq. Avergonzarle.

miércoles, 16 septiembre 2009

El nombre de la cosa y no de la rosa

NV-IMP504.jpgHay cosas que tienen muchos nombres en nuestro idioma. Nombres que en un lugar del mundo hispanohablante son casi inocentes o muy formales y en otros, pueden ser malsonantes o vulgares
Un lingüista ruso me comentó hace años que había nombres que proliferaban por causa de las supersticiones. No era bueno nombrar las cosechas por su nombre para que no se fueran a dañar, tampoco a los niños ni a los animales domésticos para evitar que les cayera una maldición. Por eso, según él, entre las lenguas latinas existen muchos nombres con etimologías diferentes para ciertas cosas y hay muchas otras que se conservan casi idénticas a través del tiempo y de las lenguas y dialectos.
No sé si pasará lo mismo con el nombre del sexo o si es más bien por pudor que se han inventado tantos sinónimos.
En el diccionario VOX encuentro más de veinte para el masculino (aparato, caoba, carajo, chorra, choto, cipote, cola, falo, minga, minina, nabo, pájaro, picha, pichula, pico, pija, pijo, pilila, pinga, pito, polla, rabo) y unas cinco para el femenino (almeja, conejo, raja, vulva, zorra). Supongo que es lo mismo en todos los idiomas.
Estas reflexiones me vinieron a raíz de una discusión en un foro de debate sobre el idioma en el que se trató el uso de la palabra churumbel (que quiere decir niño y que yo no conocía) y de la palabra churumbelo (que quiere decir cachivache y resultó ser un colombianismo).
Yo había explicado que churumbelo es el nombre que uno le da familiarmente a un garabato, a un chuzo, a un alambre o a una cosa difícil de identificar que también llamamos vaina.
Luego se comenta que en el diccionario etimológico de Corominas para hablar de churumbel remite a chirimía, y después de explicar lo que es (una flauta de caña) y que se deriva del francés chalemie, caramela, charumbela, chalamelle... del latín calamellus, dice:

[...] De churumbela, pasando por el sentido figurado de 'pene' se ha llegado a 'niño, muchacho', que tiene churumbel, voz andaluza y agitanada...
[...] caló churumbelo, 'hijo', compárese el castellano. gaita 'pene', italiano jergal y dialectal pivo 'niño' (de piva, 'gaita', 'pene', latín pipa)...
También en el Corominas hay una explicación, en la voz chirimbolo:
Cachivache, voz popular y afectiva de origen incierto; sale probablemente de chirumbela, churumbela, chirimía, con influjo de carambolo (enredo); es posible que también hubiera contaminación semántica de chambariles (trastos, cachivaches)...
Claro que la idea de caña o de algo longitudinal está en el churumbelo colombiano del que yo hablaba. Le pregunté a mi esposa y llegamos a la conclusión de que un churumbelo no es necesariamente algo rígido sino que por ejemplo podría ser una tira o cinta de tela que cuelga de un vestido. Curioso. En Colombia tenemos también una fruta que se llama carambolo, pero no le veo relación al nombre, en ese caso, con cachivache, a menos que sea por la forma extraña que tiene.
Evidentemente, como esto fue tema de un foro sobre el idioma, una amiga participante se reventó de la risa al leer con doble sentido mis comentarios y los de mi esposa. Nótese sin embargo que, si no me equivoco, ni churumbelo ni carambolo son nombres de la cosa. ¡Aunque nunca se sabe!