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domingo, 30 mayo 2010

Sin memoria me moría

NV-IMP644.JPG

Estaba sentado en la terraza de un restaurante ginebrino. No sabía que estaba haciendo allí ni qué hora era ni dónde estaba. Frente a mí, una mujer joven me hablaba de cosas incomprensibles: se quejaba del trabajo, de su jefe y colegas, del cansancio de tanto trajín, de proyectos de vacaciones, de planes para casamos pronto, de su familia burguesa ginebrina y de no sé qué otras cosas absurdas. Miré mis manos y las vi arrugadas y temblorosas. Pasé la derecha por mi cara y sentí una barba espesa. Todas las mesas alrededor estaban ocupadas. Me hubiera gustado ver mi cara en un espejo para intentar recordar quién era yo. Ella hablaba sin parar, a veces puntuaba sus frases con un ¿cierto?, ¿no es así?, ¿no? y otras muletillas sin darme tiempo de responder. El mesero nos trajo dos pizzas que seguramente habíamos pedido antes, pero no recordaba. Me toqué mis brazos y mi cuerpo. Me sentí encerrado en la corpulencia de un gordo fofo. «¡Qué locura!», pensé. Cerré los ojos con fuerza deseando despertarme de esa pesadilla. Mi interlocutora hablaba y comía. Corté con hambre la apetitosa pizza calzone y comencé a comer acompañándola de vino tinto valpolicello. Me limité a decir ajá cada vez que sus ojos verdes me miraban pidiéndome confirmación. Al terminar el último bocado pedí perdón, me levanté y fui al baño. Allá en el espejo vi a un gordinflón barbudo que completé con el pelo y barba casi blancos y un vestido verde oscuro con corbata verde clara. En el ojal tenía un extraño girasol. Busqué documentos de identidad y encontré un pasaporte colombiano con una foto parecida al hombre del espejo junto a un nombre desconocido para mí: Alois Alzheimer. Volví atolondrado a la terraza donde mi compañera fumaba un cigarro cubano quitándole un poco de feminidad. Me senté y ella retomó su discurso incoherente. Fue en ese instante que vi llegar a un hombre, más bien joven, enfurecido, con un revolver con el que disparó a mi compañera matándola a quemarropa. La gente gritaba y buscaba refugio. Luego volteó el arma contra mí pero en el mismo instante mi vecino lo atrapó por el brazo desviando el disparo hacia el aire y dominándolo con fuerza. En ese momento recobré la memoria, reconocí al ex amante de mi novia y a ella que yacía frente a mí en un horrible charco de sangre.

sábado, 29 mayo 2010

La fiesta de los vecinos

Fetedesvoisins.jpgVivo en una región muy cosmopolita. Anoche lo constaté una vez más en mi edificio pues tuvimos la reunión de los vecinos, una fiesta que lleva diez años de creada en Francia y que consiste simplemente en reunirse con los habitantes del edificio o de la cuadra para al menos una vez al año hablar y conocerse sin prisas. Es la tercera reunión de ese tipo que tenemos aquí pero la que mejor ha funcionado. Estuvimos casi todos los vecinos de los veinte apartamentos. Cada uno llevó comida o bebida para compartir. El tiempo estuvo clemente pues aunque la noche se enfrió muy rápido, al menos no llovió. Se formaron varios corrillos y lo curioso fue que al cabo de un rato había un grupo que hablaba español, otro francés y otro inglés. Contabilicé representantes de los siguientes países: Francia, Suiza, Colombia, España, Venezuela, Costa Rica, Canadá, Grecia, Inglaterra, Portugal y Filipinas. Faltaron algunos vecinos entre los cuáles por lo menos una señora de África. Otra sorpresa fue la mezcla de edades, desde niños hasta ancianos pasando por matrimonios o parejas jóvenes y adolescentes y claro está, tres perros también. Es una buena idea que hay que promover.

http://www.immeublesenfete.com/

viernes, 28 mayo 2010

Las tortugas vienen solas

LesTortues.jpgResultó simpática esta pieza teatral que muestra a través de una fiesta de matrimonio las preocupaciones francesas de los años cincuenta en el ámbito de una familia muchas de las cuales siguen siendo actuales. Varias veces el tiempo se detiene y solo uno o dos personajes aparecen proyectados al futuro revelándonos lo que va a pasar con unos y otros. Es cierto que en un matrimonio se mezclan personas que no se han casado todavía y otras que ya lo están dividiendo el grupo en tres partes si contamos a la pareja que se casa y que se encuentra en el límite de los dos otros grupos. Es una tropa de teatro de aficionados de Ferney-Voltaire muchos de los cuáles conocemos personalmente. Los espectadores éramos la mayor parte familiares o amigos de algún actor. La idea de incluir dos músicos que cantan y tocan acordeón y violín le dio mucho calor y alegría a la representación. Algunos actores me parecieron muy buenos. Hasta dan ganas de actuar. Lo que si resultó enigmático fue el título de la obra y que queda abierto a muchas interpretaciones.

Les tortues viennent toutes seules
d'après Denise Bonal
Atelier adultes de la Cie Thalie
Prix des places: 10 €, tarif réduit 7 €
Du mardi 25 mai au samedi 29 à 20h30, dimanche 30 à 17h00.

1954. Gustin et Elisa célèbrent leurs noces. Le temps balance entre grande joie et petits drames du mariage. Dans une habile construction où l’on glisse, sans transition, du présent au futur, une galerie de portraits peints sur le vif avec, en premier plan, l’insouciance de la mariée, la morosité du marié, les sarcasmes du père, les souvenirs de la grand-mère, les liens qui se nouent.... et se dénouent. La vie, quoi !... et la mort aussi car, en arrière plan, tout un monde est évoqué : la guerre d’Algérie, celle d’Indochine, Hiroshima, le temps qui passe et qui ne pardonne pas. Une ronde haletante où les cœurs, dépassés par l’Histoire et leur histoire, vacillent entre le rire et le drame, un optimisme volontaire et une réalité plus crue. Et les tortues dans tout cela ? Titre énigmatique s’il en faut... Peut-être pouvons-nous tout simplement y percevoir la vérité des êtres mis à nu, une fois débarrassés de leur carapace, ou mieux encore, ressentir la grâce d’un souffle de poésie... Des moments forts, du rire, de l’émotion, épousés par la musique enivrante et troublante d’un accordéon et d’un violon.

Distribution
Comédiens : Bernard Allemand, Francoise Bernard, Solène Chottin, Hechmi Ferjani, Yoann Grand, Carine Guigue, Emmanuel Kunau, Béatrix Mauguéret, Stéphan Petit, Bernard Plissonnier, Claude Renaud, Subadra Reynard, Anne-Marie Richard, Yann Rioualen, Chantal Schmit.
Musiciens : Le groupe Gori Gori - Accordéon : Jean Jullien Chant et violon : Elena Gribanova
Régie : Adrien Laneau - Décors : Benoît Fontaine
Adaptation et mise en scène : Marie-Laure Berchtold

http://www.compagniethalie.org/description.php?IDSPECTACL...