martes, 31 diciembre 2013
La danza de la realidad
Vaya película extraña. Por momentos me recordó a Fellini, Saura y Buñuel. Jodorowsky tiene 84 años y este filme muestra la vida que tuvo de niño con sus padres excéntricos o al menos como la recuerda hoy. Tiene muchas escenas cómicas y trágicas. Cuando los padres imponen a sus hijos ideas que no van con la sociedad en la que viven es mucho más difícil adaptarse. Si además se trata de un pueblo perdido que según parece no ha cambiado mucho, es más impactante. Para los niños pequeños los padres son como dioses que los protegen en todas las circunstancias y por lo tanto no pueden equivocarse. Interesante peli, pues da muchos temas para reflexionar. Me dejó con ganas de ver El topo, el más conocido de sus filmes.
La danza de la realidad / La danse de la réalité
Date de sortie : 4 septembre 2013 (2h10)
Réalisé par Alejandro Jodorowsky
Avec Brontis Jodorowsky, Pamela Flores, Jeremias Herskovits
Genre : Biopic. Nationalité : Chilien
Synopsis : "M'étant séparé de mon moi illusoire, j'ai cherché désespérément un sentier et un sens pour la vie." Cette phrase définit parfaitement le projet biographique d'Alexandro Jodorowsky : restituer l'incroyable aventure et quête que fut sa vie.
Le film est un exercice d’autobiographie imaginaire. Né au Chili en 1929, dans la petite ville de Tocopilla, où le film a été tourné, Alejandro Jodorowsky fut confronté à une éducation très dure et violente, au sein d’une famille déracinée. Bien que les faits et les personnages soient réels, la fiction dépasse la réalité dans un univers poétique où le réalisateur réinvente sa famille et notamment le parcours de son père jusqu’à la rédemption, réconciliation d’un homme et de son enfance.
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lunes, 30 diciembre 2013
Tesis sobre un homicidio
Ahora que estoy de vacaciones y tengo tiempo me puedo poner a comentar las películas que vi en noviembre en el festival Filmar en América Latina. Me hubiera gustado ver más, como en otros años, pero estuve muy ocupado preparando los conciertos de Navidad del coro Matices. Solo pude disfrutar de cinco, todas proyectadas en Ferney-Voltaire.
Esta película argentina no es la mejor que he visto con Ricardo Darín de actor. Es una investigación policíaca por un profesor especialista en derecho penal y que está seguro de que es en los detalles que se encuentra la solución de los casos. Como hay un asesinato en la facultad donde dicta sus clases piensa que es uno de sus alumnos que le ha puesto una trampa para que descubra al criminal. Me recordó a los casos del inspector Colombo, pero mucho más enredado. Al final uno no está seguro de nada. Puede ser o no ser el alumno sospechoso. Cada uno interpreta a su manera. La actuación es muy buena, pero el guion muy rebuscado. Quizás el libro en el que se basa sea mejor.
Aproveché para leer un poco sobre la vida de Darín y ahora entiendo mejor sus cualidades ya que sus padres eran actores y él empezó muy joven a seguir sus pasos.
Hipótesis
Titre original : Tesis sobre un homicidio
Date de sortie : 8 janvier 2014 (1h46)
Réalisé par Hernán Goldfrid
Avec Ricardo Darín, Alberto Ammann, Arturo Puig
Genre : Thriller. Nationalité : Argentin
Synopsis : Roberto Bermudez, spécialiste du droit pénal, est convaincu que l'un de ses meilleurs élèves est l'auteur d'un meurtre brutal qui a eu lieu à la Faculté de droit. Déterminé à découvrir la vérité sur ce crime, il se lance dans une enquête qui va peu à peu devenir une obsession.
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sábado, 28 diciembre 2013
Pásenla por inocentes
A los diez años ya sabía que tenía algo raro en el cuerpo. Cuando corría o jugaba fútbol sentía como si en vez de cerebro tuviera unas piedras enormes por dentro que chocaban entre sí y le daban dolor de cabeza. A veces no podía dormir pues sentía palpitaciones en las sienes como si fuera a estallar un volcán interior. En otras ocasiones veía todo chiquitico como si estuviera mirando el mundo a través de unos prismáticos puestos al revés, como si fuera un microscopio, como si en lugar de ojos tuviera ventanas desde donde unos hombrecitos minúsculos controlaban su cuerpo que no era más que un robot gigante.
Las palpitaciones de su corazón lo ponían nervioso. Pensaba que tenía una bomba de tiempo programada para estallar de un momento a otro. Los ruidos de sus intestinos eran como cascadas interiores que rugían triturando los alimentos. Todo ese movimiento interno lo indisponía. Lo peor era cuando en su mente aparecían conflictos y contradicciones. Estaba convencido de que eran los hombrecitos minúsculos que no se ponían de acuerdo y no lo dejaban decidir tranquilo. Ni el yoga ni la meditación pudieron calmarlo, ya que la sensación de tener otro ser vivo dentro lo invadía cuando sentía su propia respiración y el pulso de su sangre en las extremidades. La piel se le erizaba de figurárselo, pero era peor pues los pelos moviéndose sobre la piel de gallina le daban repugnancia.
Por suerte tenía períodos de calma en los que olvidaba su cuerpo y podía ocuparse del mundo exterior. Era pintor y artesano. Tenía éxito. Vendía en un par de semanas cuadros de la selva y animales salvajes tallados en madera que había preparado durante varios meses para los turistas de la gran ciudad. Compraba provisiones y regresaba al bosque donde vivía solo en medio de sus duendes y fantasmas. Llegó a pensar que todos los humanos eran robots manejados por hombrecitos que los manipulaban desde dentro. Por eso no le gustaba mirar a nadie a los ojos.
Todo me lo contó en mi consultorio médico adonde me lo habían llevado desmayado. Estuve a punto de enviarlo a un manicomio. Al auscultarlo me sorprendieron los sonidos que hacían su corazón y pulmones. Nunca había escuchado el ruido de la selva en mi estetoscopio. Me explicó que tenía una opresión en el pecho que le dificultaba respirar. Se abrió la camisa y me mostró un forúnculo enorme que palpitaba amenazante.
Saqué un bisturí, desinfectante, algodón y gaza. Me puse guantes y una mascarilla que me cubría boca y nariz. Mis gafas me protegían los ojos. Le debía de doler mucho pues al palparlo se estremeció. En el momento en que corté la piel con el escalpelo, se abrió su pecho como un volcán y salieron volando bandadas de pájaros exóticos de mil colores. El pobre hombre se desinfló como un globo frío. Su cara tenía una expresión de alegría y descanso. Lo último que abandonó su cuerpo inerte fue un grupo de hombrecitos minúsculos que saltaron de sus ojos y corrieron a escaparse por debajo de la puerta. En segundos su piel inerte se fue encogiendo como si fuera elástica convirtiéndose en una nube de mariposas rojas. Todo desapareció por las rendijas de la ventana de mi consultorio. Titubeando del susto me fui a echarme agua fría en la cara y al mirarme en el espejo descubrí un grupo de hombrecitos minúsculos que me miraban y me siguen mirando, espiando y manipulando a través de la ventana de mis ojos.