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jueves, 04 agosto 2016

Musée d’Art et d’Industrie de la ville de Saint Etienne

MAI-St-Etienne.JPGLa ciudad francesa de Saint Étienne, cerca de Lyon, es la capital de una región que fue muy industrial durante siglos pero que con las deslocalizaciones y las crisis económicas sufre hoy de mucho desempleo y fábricas cerradas. Sus especialidades eran las armas, las ciclas y las cintas, además de las minas de carbón. Está en plena evolución tratando de especializarse en el diseño.

Unos viejos amigos Stéphanois (¿estebaneses?) alcanzaron a ver esa industria en funcionamiento antes de la crisis cuando eran pequeños y sus padres y abuelos trabajaban en las fábricas de cintas y cordones o empacaban esos productos por encargo en sus casas.

Los hemos ido a ver y hemos aprovechado para pasear por la región de Saint Chamond (nuestros amigos nacieron en esta ciudad) que tiene muchas colinas, bosques y cultivos, además de muchos edificios de antiguas fábricas abandonados o reconvertidos para otros usos. Me recordó el Macizo Central y la Auvernia.

El museo de arte e industria da una muy buena idea de la época dorada de la región, en particular sobre los tejidos para cintas de todo tipo. Uno no se imagina el trabajo que esto representaba desde la concepción hasta el producto final. Las aplicaciones antiguas han sido reemplazadas poco a poco por otros productos en el ámbito de la salud, del deporte o la industria. Claro que los obreros norteafricanos que inmigraron durante los años de expansión ahora han dejado a sus descendientes en una situación social difícil de desempleo y desarraigo con muchos roces con la población autóctona. Es un problema difícil de resolver.

http://mai.saint-etienne.fr/

https://fr.wikipedia.org/wiki/Saint-%C3%89tienne

 

miércoles, 15 junio 2016

Relato de viaje

 

migración, vejezFue durante el vuelo UA1069 Bogotá-Nueva York que vi a mi vecino frotarse nerviosamente las manos junto a sus oídos para probar la nueva pila de su audífono, pues la presión de la cabina por la altitud del avión lo había dejado temporalmente sordo. Es que viajar solo a casi noventa y ocho años de edad es riesgoso y quizás no pueda volver a pasar el invierno en Colombia como de costumbre. El fin de semana anterior se había lastimado la rodilla derecha al caer al piso tras trastabillar en un adoquín mal puesto camino de la misa en la iglesia. Tantos favores que le ha consentido la providencia son de agradecer regularmente con oraciones, me dijo y que si tuviéramos más tiempo me contaría muchos milagros que obtuvo por su fe en Dios.

Fue a los cincuenta y tres años de edad que tuvo que ir a probar fortuna a Nueva York, sin saber inglés, sin amigos en esas lejanas tierras gringas, como consecuencia de haber quedado en bancarrota por culpa de la baja de precios del café y banano, los productos que comerciaba. Con una familia de ocho hijos que mantener, no tenía más remedio que jugársela toda en ese intento. Comenzó de barrendero en un hospital y terminó de asistente de los instrumentistas en la sala de operaciones. Fue una nueva y larga vida de trabajo duro que le permitió llevar a toda su familia a ese nuevo país que tanto le ayudó.

Como uno de sus hijos trabaja en una compañía aérea, puede viajar gratis aunque le toque ponerse en lista de espera y salir cuando haya puesto, claro que tiene derecho a más kilos de equipaje. Una hija vive en Colombia pero el resto está en Estados Unidos. Lamentaba que su esposa hubiera muerto hace unos años, aunque disfrutaron mucho tiempo juntos después de que se jubiló y aprovecharon para recorrer el mundo. Los apartamentos que tiene en Nueva York le impiden estar lejos mucho tiempo. Hay que estar pendiente de lo que pueda pasar, comentó.

Le ayudé allenar el formulario de inmigración y a bajar la maleta. El susto le había pasado cuando recuperó el oído pues encontrarse sordo hubiera sido muy complicado para comunicarse con la gente del aeropuerto y con alguno de sus hijos. Cuando lo vi alejarse en la silla de ruedas en el aeropuerto de Nueva York, me quedé pensando en personas que conozco con menos años que él y con menos ánimo para vivir o menos suerte con la salud y el estado de ánimo. Admirable.

 

12:50 Anotado en Recuerdos, Viajes | Permalink | Comentarios (0) | Tags: migración, vejez

lunes, 25 abril 2016

Velada literaria

colombia,ibagué,escrituraPresentación del libro de relatos «El ojo de la cerradura»
Autor: Nelson Verástegui Carvajal, escritor ibaguereño
Moderador: Félix García Motta
Martes 3 de mayo de 2016 a las 6:30 p.m.
Auditorio de la Biblioteca Darío Echandía
Carrera 3A Nº 11-26
Ibagué, Tolima
http://www.banrepcultural.org/ibague