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domingo, 31 enero 2021

Cómo escribe Haruki Murakami

MurakamiProfessionRomancier.jpgCreo que es el primer libro que leo en el que un escritor explica su forma de escribir, su universo, su desarrollo y sus motivaciones. Es una colección de artículos escritos durante muchos años, algunos ya publicados en revistas y otros inéditos. Trata muchos temas interesantes que uno como lector, pero sobre todo como escritor, se plantea. Cómo ve a los novelistas, cómo se convirtió en escritor, su opinión sobre los premios literarios, qué es la originalidad, qué temas tratar, cómo utilizar el tiempo, cómo llevar una actividad física y para qué, su punto de vista sobre la enseñanza en Japón, qué personajes quiere desarrollar en sus escritos, para quién escribe y como llegó a ser conocido en el mundo entero. Murakami es un verdadero escritor profesional que vive de su arte, aunque también es traductor literario inglés-japonés, y tiene una trayectoria muy larga. Su nombre me era conocido, pero no he leído ninguno de sus libros, fuera de este. Me ha gustado y además me ha picado la curiosidad de estudiar una de sus novelas. Acabo de comprar Kafka en la orilla (2002) para leerlo y conocerlo mejor.

PROFESSION ROMANCIER
Haruki MURAKAMI
Hélène MORITA (Traducteur)
Octobre 2019

Haruki Murakami se raconte et nous raconte sa drôle de profession : romancier ! L'auteur dévoile les ficelles de ses créations, s'interroge sur l'avenir du livre, et prodigue conseils et encouragements aux écrivains en herbe.

Dans cet essai drôle et passionnant, Haruki Murakami se raconte et porte un regard aussi rafraîchissant que sincère sur le métier de romancier. Tout en explorant ses plus chères obsessions et en distillant des réflexions sur la littérature, la lecture et plus largement la société japonaise, l'auteur dévoile les coulisses de son quotidien, où s'imposent persévérance, patience et endurance. Une œuvre généreuse et sensible qui s'adresse à tous ceux qui sont en quête de l'homme derrière le maître, mais aussi aux curieux ou aux écrivains en herbe en mal d'inspiration !

« Avec humour et légèreté, le romancier donne une foule de détails qui éclaire la lecture de ses romans. » Isabelle Lesniak, Les Echos

« Merveilleux Murakami, qui raconte la fabrique de la fiction avec une impressionnante simplicité ! » Yves Viollier, La Vie

https://www.lisez.com/auteur/haruki-murakami/44799

03:33 Anotado en Libros | Permalink | Comentarios (0) | Tags: escritura, autores, japón

miércoles, 25 diciembre 2019

Sentimientos

NV-IMP1011.jpgEra más fácil cuando no era consciente de su nuevo sentimiento. Se conocieron en un curso de escritura creativa. Estaba feliz de encontrar a alguien para hablar sobre su pasión. Fueron a cine, conciertos, museos y poco a poco comenzaron a verse con mucha frecuencia. Les gustaba escribir juntos y analizar ejercicios. Cuando está leyendo en silencio frente a él y él la mira discretamente detrás de su propio libro, se siente feliz y le gustaría estar con ella todo el tiempo. Es muy tímido para preguntarle si siente lo mismo. Un día de esos de estudio en común, ella miró su reloj de repente, se puso de pie y dijo: «Tengo que irme ya. Voy a comer con mi madre que está de cumpleaños». Se despidió y cerró la puerta. Él por fin gritó en voz alta: «Te amo». No pudo oírlo; nadie lo oyó.

17:59 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: ficción, escritura, timidez

domingo, 24 septiembre 2017

Las cosas raras de la vida

NV-IMP991.jpgMi tío, un médico famoso que conoce mucha gente, quedó sorprendido al ver que mi primo escribía ficción que le parecía de buena calidad. Para ayudarlo a que lo publicaran, tomó uno de sus cuentos y lo envió a uno de sus amigos que trabaja en la sección literaria del periódico más leído del país. Celoso con mi primo, pues no me gusta lo que escribe ni por contenido ni por estilo, me desahogué explicándole a mi amiga Adriana el motivo de mi furia, aunque no me atrevía a decirle nada a él para no armar escándalos. Ella me dijo que lo que deberíamos hacer era ir nosotros mismos al periódico y entregarle uno de mis cuentos, que a ella le encantan tanto, al dichoso periodista para que lo juzgue de una vez por todas. Yo ya le había escrito al tipo ese, que a mí me está cayendo muy mal a fuerza de no contestarme nada ni publicar mis cuentos, pero ella insistió en acompañarme. La seguí sin mucha convicción.

Era un día lluvioso de otoño. El edificio queda en el centro de la ciudad y estaban en obras de remodelación. Ella, que es alpinista y había averiguado dónde quedaba la oficina del crítico literario aquel, me dijo que íbamos a atravesar la obra disfrazados de obreros para introducirnos al lugar. No sé cómo acepté esa riesgosa locura.

Allí estábamos con unos impermeables amarillos de caucho en medio de las máquinas y del ir y venir incesante de obreros en ese ruidoso y sucio ambiente. Tocaba subir por andamios resbaladizos, evitar a los guardias de seguridad, pasar por corredores angostos y sin barandas, mientras yo luchaba contra mi fobia a las alturas. Adriana siguió como si fuera un experimentado constructor de rascacielos neoyorquinos sin darse cuenta de mi estado ni de que estaba petrificado sin poder dar un paso más por miedo al vacío. La perdí de vista en medio de ese laberinto.

En ese momento apareció mi amigo Guille. Yo no sabía que él trabajaba en esa obra ni que es jefe de un sector de la empresa constructora. Para mí, Guille no es más que uno de mis amigos del coro. Le conté mi problema. Me propuso llevarme por un camino más seguro, sin peligros para mi fobia.

La lluvia no paraba. Claro que su camino era mucho mejor, pero tampoco pude seguirlo y me perdí otra vez. Decidí regresar y abandonar esa aventura. Ni Adriana ni Guille podrían ayudarme. Además estaba ya convencido de que mis cuentos eran peores que los de mi primo y de que mi tío tenía razón en darle un empujón al mundillo literario a él y no a mí. Para colmo de males saliendo de la obra me caí en un charco lleno de lodo y quedé aterido de frío. Camino de casa me acordé de que tenía reunión con mis amigos. Me aparecí así como venía, les conté mis desgracias y a largos rasgos describí el cuento que en realidad yo quería dejar en el escritorio del periodista en lugar del de mi primo o antes de que llegara el suyo. Les pareció evidente, y también a Guille y Adriana que llegaron poco después, que el periodista no publicaría mis cuentos ya que trataban precisamente de relatos de escritores que querían ser publicados y a quienes él impedía que lo fueran por celos o motivos ocultos. Total, me encontraba más perdido que antes y ellos tampoco me ayudaban.

Ahí me desperté y me dije que valdría la pena sentarme a escribir ese sueño antes de que se me esfumara. Ya se me han olvidado muchos detalles y no sé si estoy dormido o despierto frente a este computador a estas altas horas de la noche. Mejor me vuelvo a acostar y si tengo suerte, me encuentro con el preriodista o mi tío y los convenzo de que me publiquen por fin aunque sea en sueños.

21:35 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: escritura, sueños