domingo, 12 junio 2011
En la cabeza de un aprendiz
Adelante, atrás, izquierda, derecha, babor, estribor, proa, popa, este, oriente, oeste, occidente, norte, sur, entrar, salir, adentro, afuera, interior, exterior, importar, exportar, emigrar, migrar, oír, escuchar, ver, mirar, seis, siete, ocho, nueve y muchas otras palabras que seguro me costaron trabajo aprender de niño y que me cuestan aprender en otros idiomas ahora de adulto.
Hay palabras fáciles de aprender ya sea porque las usamos mucho y desde muy pequeños o porque nos suenan bien o son muy diferentes de las demás o logramos identificarlas con algo que nos permite ubicarlas fácilmente. Ahora con el árabe me acuerdo de palabras en ruso cuando las busco en árabe y viceversa. Abrir una puerta con letreros de tirar o empujar en lengua extranjera es una adivinanza. Recuerdo las puertas del metro de San Petersburgo que si no fuera por la gente que entraba por una y salía por otra no hubiera dado con la buena con el solo letrero que tenían.
La orientación en relación con el sol fue algo complicado pues los mapas colgados de la pared tenían el norte arriba pero en realidad es un punto del horizonte, por eso me costaba trabajo imaginar el río Magdalena subiendo hacia el Caribe en las clases de geografía.
He sido malo para memorizar. Aprenderme las tablas de sumar y de multiplicar también me dio trabajo; no tenía lógica al comienzo, pero al final fue la lógica la que me salvó y no la memoria. Cuando me tocó de chico aprender de memoria poemas o papeles en piezas de teatro fue una pesadilla. Estos días por ejemplo buscaba la palabra norte en árabe y me venía la palabra tarde pues mi cerebro las debe de tener almacenadas en lugares muy próximos.
Conozco a extranjeros que confundían en español las palabras chancleta y cachete, piernas y puertas y churros y churrasco… Les sonaban igual o muy parecido. Hoy un colega habló de teléfonos cuando en realidad estaba pensando en elefantes; la fonética le puso zancadilla. Muy curiosa la mente humana.
08:00 Anotado en Elucubraciones, Lengua | Permalink | Comentarios (3) | Tags: aprendizaje, memoria, idiomas, orientación
jueves, 14 octubre 2010
Por qué estudio árabe, 14/10/2010
Porque me gusta aprender idiomas, porque me es útil en el trabajo, porque tengo la posibilidad de estudiar idiomas en mi trabajo, porque a través del idioma se conoce mejor la cultura y las costumbres de los pueblos y se pierde al miedo a lo extranjero, porque es un buen ejercicio y reto intelectual.
El progreso de la humanidad no ha sido siempre creciente; ha tenido sus altos y bajos. La libertad y las comodidades que hoy algunos pueblos disfrutamos, pueden desaparecer, disminuir o aumentar según el camino que tome la historia. Es interesante comparar las sociedades para entender el mundo de hoy e imaginar el de mañana.
Claro que a mi edad se aprende con más dificultad que con un cerebro más joven y me queda poco tiempo para estudiar seriamente. Espero que estas dos semanas de inmersión me sirvan para recuperar el tiempo perdido y para decidir si continúo o no.