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sábado, 05 septiembre 2009

Traducción

NV-IMP494.jpgHace unos meses le pregunté a un amigo interprete inglés, muy experimentado, cómo hacía para traducir los chistes que algunos delegados dicen a veces en medio de una intervención. Me dijo que lo más usual era decir: el delegado X acaba de contar un chiste, sin tomarse la pena de traducirlo, pues no hay tiempo de buscar un equivalente chistoso. El humor es difícil y a veces imposible de traducir.
También me contó una anécdota que le sucedió a él. En una conferencia sobre igualdad femenina un delegado después de una intervención en la que claramente apoyaba los derechos de la mujer terminó con un lapsus diciendo que apoyaba la igualdad masculina o algo por el estilo. El interpreté que se dio cuenta del error, corrigió automáticamente al traducirlo y los que escuchaban la cabina inglesa no notaron el problema. Al día siguiente, el mismo delegado pidió la palabra para excusarse y al interprete le tocó explicar a sus oyentes ingleses en directo lo que había pasado el día anterior. Un ejercicio un poco arriesgado corregir al interlocutor, ¿no?
¿Hay cosas realmente imposibles de traducir? Todo dependerá de qué se quiere traducir. ¿Qué tal la traducción de poemas? Los hay más difíciles que otros; ¿se traduce la musicalidad, el sentido, los dos...? ¿Y las traducciones técnicas? Por ejemplo de manuales informáticos sin tener acceso al programa o las de un manual de aviación; ¿hasta qué punto hay que ser experto en el tema o en la lengua o en las dos?
Además uno ya traduce el pensamiento en palabras y el texto original no es «perfecto», especialmente si el autor no tiene las ideas claras, por ejemplo cuando escribe las primeras versiones de una nueva teoría o cuando se expresa en una lengua extranjera. En mi trabajo por ejemplo hay el caso de recomendaciones de normas de telecomunicaciones escritas en inglés por un japonés o un ruso que son muy difíciles de traducir. El tema es interesante en efecto y hay mucho de lo que dice Humberto Eco sobre la negociación y el compromiso que parece que son nuevas teorías en la teoría de la traducción.

viernes, 03 julio 2009

La ciudad y los idiomas (15 de mayo del 2001)

NV-IMP456.jpg(El comentario de Fernando me recordó un chiste sobre un gringo y un mexicano. Lo estaba buscando en mi PC y me encuentro con el siguiente texto que escribí hace años en un foro sobre idioma. Si no encuentro el chiste escrito, lo escribiré de memoria, pero no hoy; no tengo tiempo.)
No sé si sea muy original al escribir estas líneas, pero se me ha ocurrido que las ciudades son como los idiomas. Me explico. Vivimos en una ciudad, así como vivimos en un idioma. Un idioma tiene importancia, como grande y conocida puede ser una ciudad. Ésta tiene su historia, sus barrios, sus gobernantes o sus delincuentes. Algunos viven en ella sin quererla y sin preocuparse por ella. Otros velan por su mantenimiento, restauración o embellecimiento. Si destruimos su casco histórico, la ciudad pierde la memoria y enlace con el pasado. Sin embargo, debe poder crecer y adaptarse a la vida moderna. Cada barrio tiene su carácter que lo identifica, pero todos forman parte de la misma urbe. Así pasa con los regionalismos y particularismos del idioma.
Hay barrios que preferimos visitar, otros que queremos olvidar y luego, está el barrio que escogemos para vivir y quizá, donde tenemos nuestras raíces.
Cuando visitamos otras grandes ciudades, siempre las estamos comparando con la nuestra. Algunas nos gustarán por un tiempo, pero no siempre remplazan a la nuestra. Hay ciudades abandonadas o en ruinas. Hay ciudades sin alma y otras que impactan por su personalidad. Cuando se deciden grandes cambios urbanísticos, siempre hay discusiones sobre la utilidad, oportunidad o costo que conllevan. La ciudad en que vivimos es diferente a aquella en que vivieron nuestros padres y a la que dejaremos a nuestros hijos, lo que dependerá mucho de los que allí viven, la cuidan o maltratan. También hay quien prefiere vivir en el campo o está por obligación en un lugar que no le satisface.
Bueno, esas son algunas ideas que me han surgido de repente. Quizá porque soy un citadino y amo los idiomas, quizá porque me he mudado de ciudad (o más bien, de pueblo) hace ocho días y he caído en la cuenta de que he dejado el lugar donde hasta ahora he dormido y soñado el mayor número de noches consecutivas, quizá porque he estado preparando una velada sobre la vida en las grandes metrópolis como México, quizá porque leo los mensajes de esta lista...
NV, 15 de mayo del 2001

12:05 Anotado en Lengua | Permalink | Comentarios (2) | Tags: recuerdos, idioma, ciudades