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lunes, 05 septiembre 2011

Comprendre un peu est chose nécessaire

Chatelard201109.jpgInteresante esta pieza de teatro sobre la comprensión entre los hombres desde el punto de vista de la emigración y de la comunicación o más bien la incomunicación. Siendo yo mismo un emigrado, me identifico en el chino que quiere descubrir Europa y se encuentra con un mundo completamente diferente al imaginado. La diferencia es la época y el hecho de que yo algo entendía del francés al llegar a estas tierras mientras que el chino, no. No es sorprendente lo que le sucede en esta ficción. Me imagino a los indios que trajo Colón a España para mostrar a los reyes lo que había descubierto. ¿Qué habrá sido la vida de esas personas en la Europa de su tiempo? La autora es una argentina que hoy tiene 83 años. Es un texto muy fuerte que hace pensar al mismo tiempo que nos distrae.

La puesta en escena está muy bien hecha. De manera simple lo hace a uno sentirse en un barco o viajando en una carreta. El hospital siquiátrico también está muy bien representado.

El teatro del Châtelard estuvo cerrado varios años por cuestiones de seguridad. Lo visito por primera vez ahora que abrió de nuevo tras respetar las normas. Sigue siendo a escala humana, la entrada está mejor organizada con un más espacio para el bar. Lo que no me gustó fueron las sillas que no son nada confortables y parece que se fueran a partir, además de que el espacio entre las filas es muy reducido.

Comprendre un peu est chose nécessaire
de Griselda Gambaro
du 2 au 11 septembre 2011

Texte Griselda Gambaro | Traduction Françoise Thanas | Mise en scène Simone Audemars (Compagnie L’Organon et FOR) | Scénographie et costumes Roland Deville | Réalisation des costumes Severine Besson et Verena Gimmel | Lumières Christophe Pitoiset | Régie générale Valentin Bouaisser de Bernouis | Administration Nathalie Hellen | Avec Vincent David, Patrick Dentan, Marco Facchino, Hélène Firla, Georges Grbic

Deux lettrés, l’un français et jésuite, l’autre chinois et confucianiste, se lient d’amitié. Alors que tout les sépare, le secon accepte l’invitation du premier pour l’accompagner en Europe. Inspiré d’un fait réel (1722), l’histoire de Hué est une fable lucide -et décalée- sur le déracinement. Avec son écriture précise, tranchante, minimaliste, Griselda Gambaro bouscule les codes du comparatisme culturel pour mieux disséquer, à force de quiproquos et d’incompréhensions mutuelles, la réalité de l’exil. Comme un Candide ou un Zadig qui finiraient mal, Hué, déraciné, rejeté et imperméable à la langue d’autrui, parcourt, de tableau en tableau un chemin initiatique qui le ramènera à son point de départ, dépouillé de tous ses repères et incapable de renouer avec les rites familiaux de sa culture d’origine. Se pose alors à nous cette question lancinante et non résolue : jusqu’à quel point l’homme subissant des rapports sociaux avilissants peut-il rester bon ?

Avec le soutien de la Loterie Romande, Migros Vaud, la Fondation Leenaards et la Ville de Ferney-Voltaire

Spectacle tout public proposé dans le cadre de la Saison Voltaire
Du mardi au samedi à 20h, dimanche à 17h, relâche le lundi
Durée 1h30
Plein tarif 15€ | Abonnement Saison Voltaire 12€ | Tarif réduit 7€
Billets en vente à l’office de tourisme : 0033 (0) 450 28 09 16
Illustration Cédric Louis et Marc Philippin
http://www.theatrelechatelard.fr/CUP.htm

08:00 Anotado en Teatro | Permalink | Comentarios (0) | Tags: argentina, comunicación

miércoles, 09 diciembre 2009

Yucatán y extraterrestres

NV-IMP564.JPGMe comentaba un colega que vio en la televisión una película un poco futurista en la que un detective que se encuentra con un extranjero que habla un idioma desconocido para él, saca un aparato del tamaño de un teléfono celular y apuntándolo hacia la boca del otro recibe la traducción simultánea. Será una máquina mágica o milagrosa, pues es muy difícil programar un artilugio de ese tipo que conozca todos los acentos e idiomas con que se pueda uno topar por ahí. A mi juicio, faltan muchos años para que eso funcione así de fácil.

Hace varios años, durante una conferencia sobre lingüística computacional en Londres, demostraron un aparato que los militares, quizás estadounidenses, utilizaban durante la guerra en ex Yugoslavia. El militar que quería comunicar con un civil escogía la frase tipo y la maquinita la pronunciaba en el idioma del interlocutor; eso sí, tenía primero que escoger el idioma correspondiente. No sé qué haría cuando el otro le contestaba en su idioma y el militar no tenía un interprete a su lado.

Malentendidos entre gente que no habla el mismo idioma, imaginarios o reales, han dado lugar a etimologías fantásticas como por ejemplo la de Yucatán. En escritos del siglo XV y XVI aparece como una mala interpretación de la frase «no soy de aquí» o «no entiendo lo que me dice» que se supone el indígena contestó en su idioma cuando el conquistador español le preguntó: ¿cómo se llama este lugar? En esta página http://warexparty.wordpress.com/2009/03/04/yucatan-yokot%..., hay una explicación de este cuento y también una etimología más lógica que le da el significado de «la gente que habla yoko o choc».

Coincidencialmente, en la radio hablaban estos días de los problemas de comunicación con extraterrestres y en particular, de cómo se podría saber si a un ser de estos le gusta nuestra música, suponiendo que la pueda escuchar. Decían que lo mejor sería observar si este se movía siguiendo el ritmo de la música o bailando.

Estos problemas de comunicación siempre me han intrigado. Ya entre dos personas que hablan el mismo idioma a veces uno no se entiende, ¡cómo será con seres venidos de otro planeta!

sábado, 05 septiembre 2009

Traducción

NV-IMP494.jpgHace unos meses le pregunté a un amigo interprete inglés, muy experimentado, cómo hacía para traducir los chistes que algunos delegados dicen a veces en medio de una intervención. Me dijo que lo más usual era decir: el delegado X acaba de contar un chiste, sin tomarse la pena de traducirlo, pues no hay tiempo de buscar un equivalente chistoso. El humor es difícil y a veces imposible de traducir.
También me contó una anécdota que le sucedió a él. En una conferencia sobre igualdad femenina un delegado después de una intervención en la que claramente apoyaba los derechos de la mujer terminó con un lapsus diciendo que apoyaba la igualdad masculina o algo por el estilo. El interpreté que se dio cuenta del error, corrigió automáticamente al traducirlo y los que escuchaban la cabina inglesa no notaron el problema. Al día siguiente, el mismo delegado pidió la palabra para excusarse y al interprete le tocó explicar a sus oyentes ingleses en directo lo que había pasado el día anterior. Un ejercicio un poco arriesgado corregir al interlocutor, ¿no?
¿Hay cosas realmente imposibles de traducir? Todo dependerá de qué se quiere traducir. ¿Qué tal la traducción de poemas? Los hay más difíciles que otros; ¿se traduce la musicalidad, el sentido, los dos...? ¿Y las traducciones técnicas? Por ejemplo de manuales informáticos sin tener acceso al programa o las de un manual de aviación; ¿hasta qué punto hay que ser experto en el tema o en la lengua o en las dos?
Además uno ya traduce el pensamiento en palabras y el texto original no es «perfecto», especialmente si el autor no tiene las ideas claras, por ejemplo cuando escribe las primeras versiones de una nueva teoría o cuando se expresa en una lengua extranjera. En mi trabajo por ejemplo hay el caso de recomendaciones de normas de telecomunicaciones escritas en inglés por un japonés o un ruso que son muy difíciles de traducir. El tema es interesante en efecto y hay mucho de lo que dice Humberto Eco sobre la negociación y el compromiso que parece que son nuevas teorías en la teoría de la traducción.