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sábado, 03 septiembre 2011

El modelo CMYK

NV-IMP772.JPGLos colores tienen nombres curiosos. Estamos tan acostumbrados a los nombres de los colores básicos que no tienen nada raro: blanco, negro, azul, amarillo, rojo, verde, etcétera. Pero se necesita imaginación para inventar nuevos nombres para la infinidad de colores.

Precisamente estaba tratando de completar una ficha terminológica sobre el modelo CMYK que tenía cinco idiomas pero le faltaba el árabe cuando me topé con la página de la Wikipedia que lo explica en varios idiomas.

La página del árabe tenía las letras CMYK que corresponden al inglés cyan, magenta, yellow y key (o black). Al lado de cada letra estaba el nombre en árabe. Cuando leí el del magenta me sonó a carmesí. En el diccionario de la Academia dice en efecto que carmesí viene del árabe hispano qarmazí, es decir del color del quermes, un color grana dado por este insecto. Del nombre del insecto dice que viene del árabe hispano qármaz, este del árabe clásico qirmiz, y este del persa kirm e azi. Es un insecto hemíptero parecido a la cochinilla, que vive en la coscoja y cuya hembra forma las agallitas que dan el color de grana. Vaya, vaya. ¿Será que el hombre masacró estos animalitos para producir ese color como le pasó a otros insectos en el Mediterráneo y es México?

Es decir, el magenta y el carmesí serían el mismo color. El nombre magenta también es sorprendente. Dice el diccionario que viene del italiano magenta, por alusión a la sangre derramada en la batalla de Magenta, el 4 junio de 1859, porque este color se puso de moda después de esta. Es un color rojo oscuro.

Durante las vacaciones leí el origen del nombre Côte d’Azur (Costa Azul). Azur es un color azul oscuro usado en heráldica. Resulta que el borgoñón Stéphen Liégeard escribió un libro llamado Côte d’Azur en 1888 inspirado en el nombre de su departamento de origen Costa de Oro. De ahí viene el nombre de la Riviera Francesa.

No hace mucho supe que el color fucsia viene en realidad del nombre del botánico alemán Fuchs del siglo XVI que por otro lado quiere decir zorro en ese idioma. Claro que el zorro no es de color fucsia. La flor de la fucsia es de color rojo oscuro que le dio nombre al color. Son curiosidades semánticas que me divierten.

08:00 Anotado en Lengua | Permalink | Comentarios (0) | Tags: colores, etimología

miércoles, 24 febrero 2010

Tantas variantes para casi lo mismo

NV-IMP610.JPGBuscando por la web veo que tenemos al menos alubia, caraota, chícharo, faba, faséolo, fásol, fisán, frísol, frisuelo, habichuela, judía, poroto y quizás más nombres para esta planta o fruto o semilla comestible tan difundida entre nosotros. Lo que me llama la atención es que en árabe se use lubia (لوبيا) de la cuál viene el nombre alubia (también usan la palabra fasolia, فاصوليا) y que por ejemplo en Colombia digamos habichuela y frijol que provienen de palabras latinas o griegas. Al menos la palabra poroto es de origen quichua y es normal que se use en América.

En la base de datos CORDE de la Real Academia el documento más antiguo para alubia es de 1786 y es de España; para habichuelas el más antiguo es de 1754 de Filipinas seguido por uno de 1756 de España; para fríjol es de 1519-1526 en las cartas de Hernán Cortés; en fin, poroto aparece por primera vez en un documento anónimo de 1568-1570 del Perú.

Si los conquistadores y colonos llegaron a América mayoritariamente del sur de España donde la influencia árabe fue más importante, ¿por qué no se usa más en América la palabra de origen árabe y no las otras? ¡Curioso!

miércoles, 09 diciembre 2009

Yucatán y extraterrestres

NV-IMP564.JPGMe comentaba un colega que vio en la televisión una película un poco futurista en la que un detective que se encuentra con un extranjero que habla un idioma desconocido para él, saca un aparato del tamaño de un teléfono celular y apuntándolo hacia la boca del otro recibe la traducción simultánea. Será una máquina mágica o milagrosa, pues es muy difícil programar un artilugio de ese tipo que conozca todos los acentos e idiomas con que se pueda uno topar por ahí. A mi juicio, faltan muchos años para que eso funcione así de fácil.

Hace varios años, durante una conferencia sobre lingüística computacional en Londres, demostraron un aparato que los militares, quizás estadounidenses, utilizaban durante la guerra en ex Yugoslavia. El militar que quería comunicar con un civil escogía la frase tipo y la maquinita la pronunciaba en el idioma del interlocutor; eso sí, tenía primero que escoger el idioma correspondiente. No sé qué haría cuando el otro le contestaba en su idioma y el militar no tenía un interprete a su lado.

Malentendidos entre gente que no habla el mismo idioma, imaginarios o reales, han dado lugar a etimologías fantásticas como por ejemplo la de Yucatán. En escritos del siglo XV y XVI aparece como una mala interpretación de la frase «no soy de aquí» o «no entiendo lo que me dice» que se supone el indígena contestó en su idioma cuando el conquistador español le preguntó: ¿cómo se llama este lugar? En esta página http://warexparty.wordpress.com/2009/03/04/yucatan-yokot%..., hay una explicación de este cuento y también una etimología más lógica que le da el significado de «la gente que habla yoko o choc».

Coincidencialmente, en la radio hablaban estos días de los problemas de comunicación con extraterrestres y en particular, de cómo se podría saber si a un ser de estos le gusta nuestra música, suponiendo que la pueda escuchar. Decían que lo mejor sería observar si este se movía siguiendo el ritmo de la música o bailando.

Estos problemas de comunicación siempre me han intrigado. Ya entre dos personas que hablan el mismo idioma a veces uno no se entiende, ¡cómo será con seres venidos de otro planeta!