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sábado, 29 octubre 2016

L'Odyssée

LOdysee.jpgEsta película sobre el famoso comandante Cousteau muestra aspectos que no conocía de su vida privada. Tenía solo la imagen que todos conocemos del explorador del mar que abrió los ojos al mundo sobre la vida submarina y al final de su vida su lucha por la ecología y el futuro del planeta. Las imágenes bajo el agua o sobre el mar en la Antártida son impresionantes. Lambert Wilson juega un papel verosímil según lo que recuerdo de los documentales o entrevistas del comandante. Audrey Tautou tiene una tarea más difícil ya que debe envejecer su personaje, quizás por eso no me convenció. De resto es más bien una película clásica y sin muchas sorpresas. Me gustó sentir la mentalidad de la época y ver cómo ha cambiado hasta hoy.

L'Odyssée
Date de sortie 12 octobre 2016 (2h02)
De Jérôme Salle
Avec Lambert Wilson, Pierre Niney, Audrey Tautou
Genres Biopic, Drame, Aventure
Nationalité Français

Synopsis : 1948. Jacques-Yves Cousteau, sa femme et ses deux fils, vivent au paradis, dans une jolie maison surplombant la mer Méditerranée. Mais Cousteau ne rêve que d’aventure. Grâce à son invention, un scaphandre autonome qui permet de respirer sous l’eau, il a découvert un nouveau monde. Désormais, ce monde, il veut l’explorer. Et pour ça, il est prêt à tout sacrifier.

http://www.allocine.fr/film/fichefilm_gen_cfilm=189535.html

 

martes, 28 septiembre 2010

La primera vez que...

NV-IMP686.JPGHabía oído hablar mucho de ella, la había visto en libros, revistas, cine y televisión pero nunca había estado tan cerca personalmente. Tenía unos diecisiete años de edad, siempre había vivido en el interior del país y aunque tenía ganas de conocerla, no se me había presentado la oportunidad. Ese primer día por fin sentía su presencia imponente y cálida. Dicen que es muy ambigua. Unos dicen que es ella, otros que es él, pero nadie conoce a ciencia cierta su verdadero género, pues no tiene sexo. Creo que fue en Cartagena o en Santa Marta donde nos encontramos. Era un día de sol tropical, estaba con un grupo de jóvenes de mi edad, unos costeños, otros cachacos. El primer contacto físico fue a través de mi piel que sintió su calor que me abrasaba. Si nos hubiéramos encontrado aquí en Europa, las cosas hubieran sido diferentes. La segunda sensación me la dio mi lengua y mi boca, fue un contacto con sabor a sal. Luego vinieron los empellones fuertes y los revolcones que me dio por sorpresa tirándome al suelo y cubriendo todo mi cuerpo con su enorme masa. La oía rugir desde la ventana de mi hotel, la sentía en la humedad del aire y en la brisa que me traía sus olores salados. Le tenía respeto y todavía se lo guardo, pues no he sido muy buen nadador. Fue como sentirme flotando en una sopa caliente, con algas nadando a mi lado en medio de olas espumosas. Esa noche oscura desde la ventana de mi hotel vi su espuma como de perro rabioso que acariciaba la playa de arena y el rumor de su arrullo de gaviotas me quedó grabado para siempre en la memoria.

21:30 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (3) | Tags: mar, agua, memoria

viernes, 30 octubre 2009

Viejas revistas al viento

NV-IMP540.jpgEstaba sentado en un bar de la playa escribiendo y leyendo en un día soleado de agosto del 2009 pero que gracias al viento parecía menos cálido. Mis hijos estaban bañándose en el mar o bronceándose sobre la arena. Para descansar de la lectura y escritura, me puse a dibujar en un papelito que tenía en la cartera, un Post-It de color verde. (¿Cómo se dirá Post-It en español?) Dibujé el mar al horizonte tratando de indicar los reflejos en el agua, en un plano más cercano dos personas estaban recostadas en sillas reclinables leyendo el periódico o simplemente disfrutando del sol. Dos sombrillas de playa estaban muy bien enterradas en el suelo y se movían con el viento. Unas cercas de madera muy enclenques separaban el espacio para las mesas de la terraza del bar. El techo de paja y las tablas de madera dejaban pasar los rayos del sol. Sobre el borde del bar, en una especie de baranda de balcón, había una lámpara de escritorio que imaginé encendida por la noche pero que a esa hora matutina parecía dormida como una estatua. Su luz inexistente debería de iluminar los papeles de las revistas que estaban abiertas debajo de ella. Tomé conciencia de esas hojas que el viento hacía danzar y levantándome me dirigí hacia ellas. Ya de cerca empecé a ojearlas. Estaban amarillentas por el sol, eran viejas, muchas eran ejemplares de los años cuarenta y cincuenta de la revista Life. Las estuve mirando y recordando épocas y sucesos pasados. Publicidades de productos de otro tiempo. Patrones de belleza y de moda ya pasados de moda. ¡Qué idea dejar esas revistas en un bar de la playa! Me imaginé a los lectores que las descubrieron recién salidas del quiosco de periódicos haciéndolos soñar con un mundo estadounidense de película. Me vi yo mismo hojeando esa revista pero en los años sesenta y setenta en Colombia. Yo había guardado preciosamente la que relataba la llegada del hombre a la luna en 1969. ¿Dónde la habré extraviado? Volví a mi puesto junto a la barra del bar y creo que pedí una cerveza para seguir escribiendo o leyendo o soñando. No me acuerdo.