viernes, 09 agosto 2013
Modigliani
La Fundación Pierre Gianadda de Martigny, Suiza, presenta exposiciones pictóricas y escultóricas interesantes en un museo de dimensiones agradables. Se puede recorrer completamente en medio día sin que uno termine cansado ni aturdido de tanto caminar viendo salas interminables como sucede por ejemplo en El Louvre. Además queda muy cerca de Ginebra y el paseo al borde del lago es relajante.
No sé cuántas exposiciones he visto allí: Botero, Rivera, Van Dongen, de Picasso a Barceló, Balthus, Van Gogh, Renoir, Kandinsky y otras más. Esta vez el tema es Modigliani y la Escuela de París. Además de cuadros del pintor italiano hay muchos de contemporáneos como Brancusi, Soutine, Chagall o Kisling. Una exposición de fotografías en un largo corredor que baja hasta la cafetería y el jardín lleno de esculturas completan el paseo.
Son estilos interesantes que muestran una transición y una afirmación. Los cuadros de Modigliani se parecen a las esculturas que tuvo que dejar de hacer por su enfermedad. Pensar que murió a los 36 años y sin embargo dejó una enorme huella en la pintura.
Me parece increíble que tantos artistas famosos hayan vivido en París a comienzos del siglo XX y hayan influenciado tanto el arte mundial. Quizás ellos no eran conscientes de la época que vivían. A veces uno piensa que la vanguardia de un arte está en otro lugar del mundo y sin embargo puede tenerla al lado sin darse cuenta.
09:59 Anotado en Exposiciones | Permalink | Comentarios (0) | Tags: pintura, martigny, modigliani
jueves, 08 agosto 2013
Qin
Miles de estatuas de terracota de tamaño real forman parte del mausoleo del primer emperador chino Qin Shi Huang que fueron descubiertas hace apenas cuarenta años por unos campesinos que perforaban un pozo en busca de agua. El unificador de China murió hace 2223 años nada menos dejando una marca profunda en esa civilización. La exposición del Museo de Historia de Berna presenta una muestra de personajes de todo tipo que acompañaron al monarca en su viaje al más allá. Cuando supe que se podía ver tan cerca de aquí, me alegré de poder observarlos en persona. Es impresionante encontrarse frente a objetos milenarios que han sobrevivido por milagro al paso del tiempo. Está muy bien organizada, con muchas explicaciones, videos, fotos y maquetas que dan una idea de la vida en ese entonces. El recorrido con audioguía evita que uno esté leyendo y se va a lo esencial de cada vitrina o personaje.
El misterio de la muerte es eterno. Nadie escapa a ese destino por más poderoso que sea. La imaginación del ser humano es increíble. Pensar que el emperador sería protegido por una armada de barro, acompañado por funcionarios, músicos o saltimbanquis para distraerlo y por vacas, cerdos, patos y gallinas de greda que le servirían de alimento tiene su gracia.
Parece que el emperador tenía mala reputación por sanguinario, pero ahora que los chinos se han dado cuenta de la importancia para su historia, como por ejemplo la unificación de la escritura o las leyes, lo ven con otros ojos.
Pienso que los pueblos buscan glorias pasadas para sentirse más importantes ante el mundo de hoy. Ya le pasó a los griegos o egipcios que hace un par de siglos ignoraban y daban espalda a su pasado pero que hoy se sienten orgullosos de esas glorias que en realidad no tienen nada que ver con su vida presente.
La muestra de este museo me hizo viajar muy lejos para constatar una vez más que seguimos siendo los mismos seres humanos con sus virtudes y defectos, pero con un poco más de memoria que ojalá nos sirva para mejorar nuestro presente y futuro.
09:22 Anotado en Exposiciones | Permalink | Comentarios (0) | Tags: china, mausoleo, museo, berna
domingo, 04 agosto 2013
Erik Truffaz Quartet
El verano en Ginebra hay muchos conciertos variados al aire libre. El tiempo ha sido ideal para estas actividades pues con calor, sol y cielo sin nubes es mejor no encerrarse por las noches. El viernes estuve con mi esposa en un concierto de jazz en la escena Ella Fitzgerald del Parque Lagrange.
El sitio debe de tener unas quinientas sillas. Mucha gente se queda de pie junto al escenario o se sienta en el prado. Calculo que unas mil personas pueden asistir sin problema. Eso sí, hay que llegar temprano para tener puesto.
En realidad lo que quería ver era una pieza de teatro en la Orangerie, que queda al lado, pero como es tan difícil estacionarse en ese sector, llegamos tarde. La función de teatro era a las siete y el concierto a las ocho y media; tuvimos tiempo de comer y de escoger buen puesto: ni muy delante, ni muy al lado para que nadie se pare delante, ni muy atrás para ver bien a los músicos, ni muy al centro de la fila para poder salir sin molestar a nadie en caso de querer irme antes del final.
El líder del grupo es trompetista. La música estuvo bien pero no es el tipo de jazz que más me gusta. El pianista me pareció exagerado en sus movimientos pues me distraían. Por momentos parecía monótono, pero fue algo variado. Son piezas largas que parecen interminables por momentos. Al final una joven cantante se unió al grupo para entonar unas cuantas canciones en inglés. Aprovechamos para pararnos y acercarnos al escenario. Nos fuimos antes de que terminara y así evitamos la muchedumbre.
Me divertí observando al público tan variado que no paraba de llegar o cambiar de lugar. Algunos guardan puestos para amigos que nunca llegan o que cuando llegan deciden quedarse en otro lugar. Unos llevan sándwiches o bebidas. Una señora pasó vendiendo un pastel. Familias con niños, personas mayores, minusválidos, jóvenes y gente de toda edad. Creo que solo vi a un par de personas conocidas. En esos casos siempre pienso que somos demasiados seres vivos en este planeta y que si de repente yo desapareciera, el mundo seguiría su marcha imperturbable. Una realidad impresionante.
20:23 Anotado en Espectáculos, Música | Permalink | Comentarios (0) | Tags: jazz, concierto, ginebra