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miércoles, 08 junio 2011

De sueños raros

NV-IMP748.JPGEstaba en una ciudad extraña de viaje quizás con mi esposa pero no era muy claro quién más estaba con nosotros. Salimos de un lugar (un bar o una estación de metro) y a mí me tocaba cargar un morral (o mochila) enorme y pesadísimo. Era de color rosado como en lana. Nada elegante por cierto. Ellos tomaron a la derecha por una gran avenida y yo me fui por la izquierda hacia el hotel para dejar mi equipaje y poder pasear sin problemas. Sentía que mis piernas no podían cargar tantos kilos. La gente me miraba raro. (¿Tendrá que ver con un cuento de Chejov que leí hace poco?) Llegué al hotel a duras penas y entré a un garaje. Puse en el suelo mi carga rosada y metí las manos a los bolsillos. En el izquierdo estaba el monedero pero en el derecho ya no estaba la billetera ni los documentos de identidad. ¿Dónde los habría dejado? ¿Los había perdido? Angustiado de no poder encontrar la respuesta, me desperté. Menos mal era un sueño.

08:04 Anotado en Elucubraciones, Recuerdos | Permalink | Comentarios (3) | Tags: sueños

sábado, 30 abril 2011

Perdido en la noche

NV-IMP738.JPGSteven me contó que estando de viaje durante un periplo laboral por varios países se despertó en la noche en un lugar desconocido y calmado. No había ningún ruido y no se acordaba dónde estaba. Salió de la habitación sin reconocer nada. Bajó a buscar con quien hablar pero todo estaba solitario y silencioso. Decidió volver a su cuarto creyendo que era una pesadilla y pronto despertaría en su casa. No lograba dormir ni recapitular el recorrido para determinar qué hacía allí. Impaciente volvió a bajar buscando una respuesta o indicios que lo llevaran a ella. Esa vez había alguien. No me lo dijo, pero probablemente sería alguien tan negro como él. Ni siquiera sabía en qué idioma tenía que hablar. Preguntó en inglés y poco a poco cayó en la cuenta de que estaba en un hotel de Cartagena de Indias y por fin terminó su pesadilla. Ha debido de ser horrible ese tiempo de despiste total. Me dijo que le encantaba mi país, esa ciudad colonial tan turística y bonita y sobre todo que le gustaba mucho el café colombiano, lo cual viniendo de un nigeriano conocedor de esa bebida y tan trotamundos, fue un buen halago.

miércoles, 16 febrero 2011

Recurrencias

NV-IMP723.JPGComo de costumbre me perdí de nuevo en una ciudad extranjera, esta vez, en un país árabe. Iba con un grupo de personas, padres de familia, a dejar unos niños en un espectáculo para más tarde volver a recogerlos. Consciente de que no conocía bien el camino, tuve la precaución de anotar la dirección en un papel que guardé cuidadosamente en mi bolsillo. En el camino de regreso, como lo temía, me perdí del grupo. Decidí regresar sobre mis pasos hasta el lugar inicial con la esperanza de volver a ver a los otros al cabo de un rato. Recordaba que tenía que girar a la izquierda, caminar dos cuadras, girar dos veces a la derecha y de ahí, como no debería de quedar muy lejos, con seguridad reconocería visualmente el lugar. Debí de equivocarme en algún lado; ya no había ningún edificio familiar aunque todo parecía no estar muy lejos de la Plaza Tahrir en El Cairo. Me acordé del papel con las señas que había escrito y en ese momento me desperté. Busqué la dirección en vano y me di cuenta de que se me había quedado en el sueño, de manera que nunca sabré dónde quedaba ese lugar ni si fueron a tiempo a buscar a los niños. A menudo me pierdo en los sueños y me cuesta volver a la realidad al despertar.

08:00 Anotado en Recuerdos, Viajes | Permalink | Comentarios (0) | Tags: sueños, ficción