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lunes, 30 mayo 2011

A flor de piel la piel de Flor

NV-IMP745.JPGMe senté en la cafetería a esperarlo. Me emocionaba poder darle la noticia de que íbamos a tener un hijo, que estaba segura, que no necesitaba pruebas de laboratorio, que algo indescriptible me había llenado de sensaciones mi cuerpo entero. Lo vi entrar y dirigirse a mí. Sonreí y por poco me levanto y corro hacia él.

Estaba como si acabara de salir del salón de belleza con peinado nuevo, como si estuviera de cumpleaños y esperara felicitaciones, como si hubiera llegado a una fiesta de gala con vestido deportivo o a una fiesta informal con corbata, como si anduviera por la calle con disfraz de carnaval, como si me hubiera puesto una media de un color y otra de otro, como si entrara al vestuario de hombres y los encontrara desnudos y yo muy vestida sin saber qué camino coger, como si fuera la mujer barbuda en el circo o peor como si recién me hubiera afeitado una larga barba y me hubiera dejado crecer las canas.

Esperaba comentario de cualquiera, miradas insistentes e inquisidoras por doquier, el primer mensaje electrónico que me llegara lo interpretaría al revés, el timbre de cualquier teléfono parecería que saliera del mío, hasta los periódicos contenían títulos en letra gorda relacionados conmigo. Tenía un ego enorme que no me cabía en el cuerpo, me sentía la mujer más importante del planeta.

Me educaron al viejo estilo que hace que las mujeres coquetean pero esperan que el hombre dé el primer paso, que sean cortejadas. Por eso me pinto con exageración, me hecho casi un frasco completo del mismo perfume todos los días, me pongo ropa ceñida y de colores impactantes a pesar de mis gorditos y kilos de exceso. Me gustan los verdaderos machos feministas. Me encantaría poder tener uno en casa para mimarlo, darle todo el gusto que quiera, cocinarle mis mejores recetas y plancharle sus camisas, en vez de estar sola.

Me miró un poco extrañado como si yo fuera transparente, de vidrio o tal vez de plástico traslúcido. Sentí que sus ojos me atravesaban por encima de mis hombros. Cuando pasó casi rozándome y siguió su camino, mi cara y mi cuerpo siguieron su movimiento. Ahí estaba ella esperándolo como siempre y para mí solo disimulos e indiferencias. Mi embarazo sicológico se iba a convertir en aborto sicopático, mi amor platónico estaba por cambiar de blanco, mis sueños eróticos no se realizarían jamás con él, mi desprecio iba a ser terrible.

viernes, 27 mayo 2011

La selva de la traducción

laselvadelatrad.gifTenía este libro en mi oficina desde hacía años esperando una oportunidad de poderlo leer. Como el PC tarda en encenderse a veces, decidí leer unas páginas mientras se conecta en la mañana y sin darme cuenta lo terminé de leer a dosis homeopáticas. Es de un traductor que murió de repente poco tiempo después de haberlo publicado. Me pareció interesante y completo. La gente que no sabe de eso cree que la traducción es algo fácil y natural. Piensan que es una caja negra en la que por un lado entra un texto en la lengua origen y por el otro sale traducido como si se le aplicara un diccionario a manera de pomada. Los monolingües deben de imaginarse que es milagroso. Lo bueno de este libro es que pasa en revista las diferentes teorías de traducción del siglo XX demostrado cómo han cambiado los puntos de vista sobre el tema. En un tiempo el traductor era invisible, el texto original era sagrado, la traducción debía ser o súper fiel al original aunque introdujera palabras o nociones extrañas a la cultura de llegada o al contrario súper respetuosa al idioma de llegada de manera que no se sintiera que era una traducción, el famosos traductor Nida con su trabajo con la adaptación de la Biblia a diferentes culturas es un ejemplo conocido. Después hubo las teorías de la traducción que a partir de ejemplos de traducción se trataba de encontrar modelos y explicaciones de buenas y malas traducciones. Tuvimos a Derrida y su deconstructivismo y su casi irrespeto del original y de su perpetua transformación por el lector y el traductor. Sin olvidar las feministas que querían corregir el idioma de traducciones antiguas machistas y hablar casi de Dios madre. Cuando pienso que la comunicación es una traducción permanente entre nuestro pensamiento, el idioma hablado y de nuevo traducción al pensamiento del interlocutor, me da como vértigo. Es un libro que recapitula muchos temas más o menos conocidos de este mundo tan particular.

La selva de la traducción. Teorías traductológicas contemporáneas
Virgilio Moya
14.0x21.0 cm       Nº páginas: 241 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788437621180
Nº Edición:1ª
Año de edición:2004
Plaza edición: MADRID

Hoy son tantas y tan diversas las teorías en torno a la práctica de la traducción que puede dar la impresión de que nos encontramos en el escenario de una segunda Babel. Si ha sido la práctica la que ha inspirado siempre la teoría de la traducción, los tratados, escritos expresamente para dar una respuesta al complicado y misterioso fenómeno de la traducción, son cosa del siglo XX, especialmente de sus últimas décadas. Los capítulos de este libro pretenden englobar los enfoques traductológicos contemporáneos más significativos que desde los años sesenta hasta ahora se han multiplicado vertiginosamente.

martes, 24 mayo 2011

Fuera de quicio

NV-IMP744.JPGLa acusación la tildó de prepotente, causante de cohibición, paralizante, antisocial, egoísta, acomplejada, temerosa, introvertida, medrosa y corta de ánimo. La defensa tenía la última palabra. Mirando a los ojos a cada uno de los miembros del jurado la elogió como prudente, sensata, observadora, potenciadora, respetuosa, abierta, racional, paciente, futurista. El juez observaba a la acusada y al querellante escrutando la mínima expresión de asentimiento o rechazo. El jurado popular salió a deliberar. El público esperaba impaciente, los periodistas salieron a fumar. Al cabo de una larga e interminable hora regresaron para leer el veredicto. La timidez fue liberada por falta de pruebas. El querellante estaba condenado implícitamente a vivir con ella hasta el final de sus días.

23:21 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (2) | Tags: ficción, carácter