Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

jueves, 26 junio 2014

Volumen de datos

informática, tecnologíaHace mucho tiempo, es decir como treinta y ocho años, en uno de mis primeros contratos de ingeniero informático, me tocó diseñar no sé qué encuesta que iba a ser almacenada en tarjetas perforadas de papel para luego procesarla en un computador central muy potente para la época. Mi tarea era poner el máximo de información en el mínimo de espacio. Cuando terminé mi primer diseño, me reuní con uno de los responsables que sacó la calculadora para ver cuántas tarjetas perforadas se iban a necesitar, cuánto costaría la captura de datos y el material. Llegó rápidamente a la conclusión de que era muy caro y me pidió que revisara el diseño para reducir la cantidad de información. No recuerdo exactamente, pero quizás no iban a ser más de dos mil o tres mil tarjetas que eran de ochenta caracteres aproximadamente, es decir que el fichero completo hubiera ocupado unos 234 KB. Hoy cualquier foto digital ocupa treinta veces más de kilobytes sin ningún problema. Esa anécdota que había casi olvidado me vino a la memoria pensando en el volumen de datos en línea que está al alcance de cualquiera gracias a la Internet. Sorprendente, ¿no?

miércoles, 25 junio 2014

Volver al pasado

tiempo, presente, futuroRecuerdo haber vuelto a ver el patio de recreo de mi colegio de primaria muchos años después. Me pareció pequeñísimo con árboles menos altos que antes. Pasar frente a una casa o un edificio donde uno vivió es también una experiencia extraña. Los árboles pueden haber crecido o al contrario haber desaparecido porque los han cortado o han agrandado la calle o la acera. El barrio que antes era residencial se convirtió en comercial. Los lotes que estaban sin construir se han llenado de edificaciones. Ni siquiera los cascos antiguos de las ciudades dejan de cambiar, aunque sea solo por la manera de vestir de sus habitantes o los modelos de los autos que circulan por ahí. En las fotos viejas la gente parece más joven que antes. Las películas ambientadas en una época que uno vivió por más realistas que sean dejan un sabor extraño. Por ejemplo las películas de Hitchcock de los años sesenta me traen a la memoria lo que se veía en las calles en ese entonces pero nunca puede uno regresar al pasado verdaderamente. Peor aun cuando uno se encuentra con alguien que no ha vuelto a ver desde hace mucho tiempo. Uno no se siente tan viejo ya que el paso de los años nos ha llegado lentamente, pero los otros parecen más viejos, salvo contadas excepciones. Quizás solo en sueños puede uno realmente volver a sentir el pasado como antes. Por eso es mejor vivir el presente plenamente e imaginarse el futuro, siempre que podamos.

martes, 24 junio 2014

Canto

Fiesta20121217.jpgMe gusta el trabajo coral en todas sus fases: desde ir aprendiendo poco a poco una canción, descifrar la partitura a varias voces, hasta poderla cantar con todos los matices disfrutando del resultado final. Es una actividad que me llena mucho. Me olvido de todo y me concentro en el canto. Mis primeras experiencias fueron en el colegio durante la secundaria. En la universidad había un coro muy bueno, pero nunca me metí en él por falta de tiempo y de motivación. Después pasaron años hasta que volví a esta actividad tan divertida hace como quince años. Cantar solo también me ha gustado, pero no tengo la voz tan educada ni los conocimientos musicales necesarios para lanzarme en ello. Con un buen grupo de amigos a menudo terminábamos cantando. Es mejor que cantar bajo la ducha.

21:36 Anotado en Ocio | Permalink | Comentarios (0) | Tags: pasatiempos, proyectos