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jueves, 11 abril 2019

Emotional shock

NV-IMP1006.jpgThe nurse just left saying the doctor will come soon. I don't know what I'm doing here. In my camera there are photos of a pub called 'Virgins and Castle'.

I was taking pictures in Kenilworth for a magazine who asked for images of old pubs. As in that place there was one opened in 1563, I went through the streets following the path I had traveled years ago to find, in that pub, the one that is now my wife.

If there were at pictures of well-known people in my camera or a phone number to call and ask for help.

- 'Mr. Dudley, how do you feel today,' the tall man told me.

- 'Well, thank you, what happened?,' I asked.

- You have suffered an accident, you've received a strong physical and emotional shock that has left you without memory.

- Whoa, who hurt me?

- The Bréxit.

- What's that?

lunes, 14 marzo 2016

Averse à la Carrera 15

Childe_Hassam_-_Une_averse.jpgC’était comme un mirage, comme un retour au XIX siècle à Paris. Il pleuvait à cordes, nous roulions sur la Carrera 15 avant la Calle 92 à Bogotá vers 21 heures. La chaussée brillait, sous une très forte pluie, des grosses flaques d'eau se remplissaient des deux côtés de la chaussée pendant que les voitures et les piétons essayions de les éviter. Une ombre justement du côté gauche semblait surgir de nul part. Je m'approche en faisant attention de ne pas renverser un éventuel piéton imprudent qui sauterait tout d'un coup. Les lumières des voitures détachèrent enfin cette présence mystérieuse.

C'était un homme qui tirait en contre-sens sa charrette pleine de cartons, de bouteilles, de cannettes vides et d'autres choses encore toutes à recycler. Il avait mis une sorte de bâche pour protéger son trésor ramassé pendant sa journée de travail. Il portait un imperméable avec capuche ainsi que des bottes en caoutchouc pour percer le rideau de pluie. Il tirait sa carriole entre les flaques et se dirigeait je ne sait pas où. Ma voiture l’a dépassé mais son image est restée gravée dans ma mémoire.

Ce n'est pas la première fois que je voyais quelqu'un en train de pousser ou tirer des déchets, mais cette image m'a rappelé ce fameux tableau impressionniste « Averse rue Bonaparte » de Frederick Childe Hassam, un peintre Étasunien du XIXe-XXe siècles. En rentrant dans son pays il a changé les sujets difficiles, comme celui-ci, pour des images plus commerciales des femmes et enfants bien habillés, au soleil, à la plage ; images d'un monde idéal, joyeux, sans pauvreté ni problèmes. C'était le même type de tableaux qui ont fait la renommée du peintre espagnol Sorolla.

J'aurais voulu photographier ce recycleur Bogotanais, je n'avais pas ma caméra ni le temps, car je conduisais. Peut-être que les gens d'ici ne les voient plus, car ils font partie du paysage, ils sont devenus transparents et pourtant ils font un travail énorme pour nettoyer la ville où des millions d'habitants consomment et jettent pour que d'autres ramassent.

Je rêve d'un monde plus solidaire et écologique où ces métiers inhumains n'existeraient plus, comme ces hommes de la Volga qui halaient les bateaux et que j'espère n'existent plus sur Terre.

https://fr.wikipedia.org/wiki/Childe_Hassam

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Childe_Hassam_-_U...

jueves, 27 febrero 2014

Guerras fratricidas

fotografía,guerra,pazEl médico tarda en llegar. El abuelo tiene fiebre y delirios. De pronto se despierta y me mira con ojos vidriosos y desorbitados. Trato de calmarlo, pero no me reconoce. Me quita la foto de la mano y la observa en su extravío. Dice cosas que no entiendo. Me vuelve a mirar. «Montescos y Capuletos», murmulla. Es la foto en blanco y negro enigmática que acabo de sacar del cajón de su mesa de noche. Ahora de repente recuerdo que de niño, en este mismo cuarto hace mucho tiempo, él me la mostró y me contó su historia.

Fue tomada hace cien años. Seis hombres y seis mujeres muy elegantes, con sombreros y vestidos de domingo. Están en un jardín o un parque, cerca de un árbol. Tres están sentados en el suelo, los demás, de pie. Todos los hombres tienen corbata o corbatín. Las mujeres tienen faldas que les llegan debajo de las rodillas. Solo unas tres mujeres miran a la cámara. Los demás observan hacia la izquierda de la escena, salvo dos hombres sentados que miran a la derecha. Sus atuendos hacen pensar en un clima más bien frío. Un hombre tiene la mano derecha dentro de su chaqueta, cual Napoleón criollo.

Forman parte de los invitados al matrimonio de un Montesco con una Capuleto que iba a sellar la paz entre los dos clanes familiares. Llevaban muchos años en guerra por el poder local matándose unos a otros en una venganza sin fin de la que ya nadie recordaba el comienzo. Un odio hereditario.

Eran los mismos aunque se quisiera resaltar que los unos eran conservadores y los otros liberales, o unos de izquierda y otros de derecha, o unos ateos y otros teístas, unos comunistas y otros monárquicos. Cada familia tenía sus protegidos y sus enemigos. Querían eliminar al bando opuesto como si fuera yerba mala o la gangrena que les comía el cuerpo social. Todos iguales, acaparando el poder, la corrupción, el clientelismo y la riqueza, excluyendo o esclavizando a otros para dominarlos y doblegarlos mejor.

La idea del matrimonio fue del abuelo de mi abuelo, don Rafael Capuleto. Se había inspirado en las alianzas que con matrimonios entre soberanos europeos habían terminado con guerras centenarias haciéndolos todos parientes. Juan Montesco y Ana Capuleto se iban a casar el día de la foto que fue tomada en el parque frente a la iglesia en el momento en que la novia llegaba. Pedro Montesco es el que tiene la mano dentro de la chaqueta. Era el único que no estaba de acuerdo con esa unión contranatural según él. Un instante después sacó una pistola de su chaqueta y con ella mató a la novia y al padre que estaban llegando en ese momento. Una balacera entre los dos bandos acabó con las vidas de muchos de ellos, incluyendo a Pedro, y con la esperanza de una paz duradera.

Ahora yo, Pablo Capuleto, espero la llegada del médico, María Montesco, que aceptó venir a salvar a mi abuelo si todavía es posible. Sé que nos gustamos a pesar de la enemistad que empaña nuestro futuro. Quiero darle una nueva oportunidad a la paz. Todo dependerá de su actitud para con mi abuelo. En el cajón donde estaba la foto hay un revolver que no dudaré en utilizar si ella hace algo indebido. Espero que no. Ojalá ella y yo podamos casarnos para realizar el sueño centenario de nuestros antepasados, para reconstruir con bases sólidas el edificio frágil de esta sociedad descompuesta y así acabar con esta maldita guerra que nos desangra inútilmente.