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martes, 05 septiembre 2023

Anatomie d’une chute

Anatomie d une chute 2023-09-05 111234.jpgMuy bien hecha esta película. Con razón ganó la Palma de Oro 2023 en Cannes. Me recordó la serie Perry Mason por lo del juicio o películas de Hitchcock por el suspenso. Lo mantiene a uno esperando lo que va a pasar y se va descubriendo. Trata del caso de un hombre, Samuel, que aparece muerto en un chalé en las montañas de Grenoble. La principal sospechosa es su esposa, Sandra, pues no está claro si fue un suicidio o un asesinato. No hay testigos. El trabajo de investigación de la policía es minucioso. Los conflictos familiares en esta pareja de escritores, uno exitoso y el otro sin lograr terminar su novela, son fuertes. La relación con el hijo, Daniel, complica todo debido a su ceguera causada por un accidente. La mujer es alemana, el hombre, francés, pero hablan en inglés, el niño contesta en francés, pero entiende los dos idiomas. Así hay una mezcla de idiomas como en muchas familias de binacionales. Los actores son buenos. Sandra Hüller es muy natural. Recuerdo la película Toni Erdmann donde actúa en un papel de relaciones padre-hija muy interesante. Las dos horas y media de Anatomie d’une chute no se hacen largas. Hoy curiosamente hablaba en la radio un crítico quejándose del cartel, pues le parecía feo y poco llamativo para atraer al público. Estoy de acuerdo en que hay muchos mejores para otras películas, sobre todo las de antes.

 

Anatomie d’une chute
23 août 2023 en salle, 2h30, Policier, Drame, Thriller, Judiciaire
De Justine Triet
Par Justine Triet, Arthur Harari
Avec Sandra Hüller, Swann Arlaud, Milo Machado Graner
Palme d'Or du Festival de Cannes 2023

Synopsis : Sandra, Samuel et leur fils malvoyant de 11 ans, Daniel, vivent depuis un an loin de tout, à la montagne. Un jour, Samuel est retrouvé mort au pied de leur maison. Une enquête pour mort suspecte est ouverte. Sandra est bientôt inculpée malgré le doute : suicide ou homicide ? Un an plus tard, Daniel assiste au procès de sa mère, véritable dissection du couple.

https://www.allocine.fr/film/fichefilm_gen_cfilm=297303.h...  

11:26 Anotado en Películas | Permalink | Comentarios (0) | Tags: cine, francia, cannes, drama, juicio

domingo, 13 marzo 2011

El eco de un balazo

ficción, cuento, juicio

 

 

 

 

 

 

«Una película es una mujer y una pistola»,
Godard
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/herida/antigua/elpepusocdmg/20030824elpdmgrep_1/Tes

El corazón tiene razones que la razón no entiende, señor juez. Usted es muy joven para acordarse de mí. Fui un abogado muy conocido con una tasa de éxito relativamente alta en mis pleitos durante toda mi carrera, ya que gané la mayoría de ellos. Ahora con ochenta y pico años de edad salgo de mi retiro para defender a esta anciana, que no se merece este tratamiento que la justicia le quiere dar. Ustedes, miembros del jurado popular, tienen que juzgar un hecho acaecido hace cuarenta y ocho años cuando mi clienta tenía veintisiete. ¿Por qué no olvidar lo sucedido hace casi medio siglo? Usted, señor fiscal, ha dicho que la víctima murió hace pocos meses y es por eso que usted quiere encontrar al culpable. Sepan todos ustedes que hay un grave error en este juicio. He escuchado estoicamente el discurso del fiscal y su lógica implacable. He retenido la furia de oír tantas suposiciones y deducciones sin fundamento y sus certitudes ciegas. He retenido las ganas de reír a carcajadas. He analizado las declaraciones poco claras y contradictorias de los testigos. Ahora es mi turno de desenmascarar esta farsa.

Señor juez, si esta señora disparó contra su marido, no fue él quien recibió la bala. Sí, esta señora no lo pudo contar; no lo sabía hasta ahora. No me miren con ojos de incredulidad y más bien pongan mucho cuidado a lo que voy a declarar bajo juramento.

Hace casi medio siglo, su esposo, hoy muerto, y yo nos encontramos a la madrugada en la playa para batirnos a duelo por honor. Sí, señor juez. Los duelos están prohibidos en Francia desde hace mucho tiempo, pero los hombres que aun cuidan como se debe su honor recurren en secreto a ellos. El esposo de esta anciana, que todavía no estaba casada, cortejaba en esa época a mi joven esposa. Todos éramos jóvenes. Yo estaba casado y tenía un futuro planeado por realizar. Cuando el rumor del romance de mi esposa con él empezó a recorrer la sociedad y llegó a mis oídos, tuve que retarlo para que cesaran sus acciones y dejara en paz mi matrimonio, para lavar el insulto a mi honor. ¿O cree usted que he debido matar a mi mujer?, señor fiscal. No, esas cosas se arreglan con un combate consensuado entre caballeros, como antes.

Esta anciana, joven en ese entonces, presa de celos se enteró de lo que sucedería al alba. Los testigos directos ya murieron. Solo quedamos vivos ella y yo. Su esposo y yo teníamos un revolver y una bala cada uno. Los testigos verificaron las armas y se despidieron de nosotros deseándonos suerte. Nos alejamos hasta el lugar convenido para empezar la acción, nos dimos la espalda y caminamos con la pistola cargada en mano contando los pasos hasta que nuestros testigos tocaron un silbato. Dimos vuelta y estuvimos unos segundos sin movernos con el arma apuntando en dirección del otro. Sonaron tres disparos en lugar de dos. El mío fue dar al corazón de mi contrincante sin matarlo. El de esta anciana se perdió en el mar. El de mi contrincante se clavó en mi corazón y aquí en mi pecho está todavía la prueba. Eso sí, si me sacan la bala lo más probable es que me muera yo también.

sábado, 03 octubre 2009

La crítica

NV-IMP517.jpgEs delicado criticar, especialmente en público. El trabajo de los críticos de cine o de teatro o de arte y literatura en general puede destruir carreras o acelerar triunfos. Hay críticos que siempre quieren demoler y encontrar el defecto a toda costa. Los peores son los que critican sin conocimiento.
Me contaron de un crítico de cine de un periódico de Ginebra que había escrito un artículo negativo sobre una película que no había visto; no recuerdo cómo supieron que no la había visto, pero así me lo contaron. También está la crítica de los envidiosos que no pueden aceptar que otros tengan más éxito que ellos. Es mucho más fácil admirar a los grandes maestros de las artes que al común de los mortales o al principiante.
Recuerdo la anécdota de una amiga que metió la pata diciéndole a la madre de alguien conocido que el tejido o el bordado o no sé qué trabajo manual que estaba haciendo estaba muy bien «para ser el primero». Cuando terminó la frase y se dio cuenta, no supo cómo cambiar de tema o arreglar la situación.
En Colombia hubo una crítica de arte muy famosa, Marta Traba, que explicaba en la televisión con un lenguaje muy esotérico lo bueno o lo malo que era un pintor (http://es.wikipedia.org/wiki/Marta_Traba); murió en un accidente aéreo en España hace como treinta años. En Francia está el famoso programa de radio Le masque et la plume donde periodistas de diferentes sensibilidades y gustos debaten sobre literatura, cine, etc. Lo bueno es que se ve la oposición de ideas y así permite que uno tenga una mejor idea de las obras. Una amiga me decía hace años que para ir a cine ella y su esposo oían la emisión y como ya se identificaban con un crítico en particular, casi siempre su opinión coincidía con el gusto de ellos, gracias a lo cual veían películas que siempre les gustaba.
No me gusta que me pregunten directamente lo que pienso de esto o aquello. Por ejemplo las mujeres suelen preguntar si un vestido o un peinado les queda bien. En esos casos no me es fácil ser sincero y franco y contestar: no, te queda muy mal o te ves muy fea. ¡Sería realmente grosero y mal educado! Prefiero andar con rodeos explicando: te queda mejor aquel otro o prefiero este. Por eso mismo, muy rara vez pido la opinión sobre algo que he hecho yo, no porque tema que me digan algo malo, sino para no poner en bretes a mi interlocutor. Es mejor en ese caso que alguien que no tiene nada que ver con uno le diga lo que piensa.
No todos estamos dispuestos a recibir críticas, así sean constructivas. Creo que a la gente le gusta que le digan que todo lo que hacen está bien, que lo feliciten, que lo ensalcen y que hipócritamente lo alaben. Es una forma de aumentar el ego y protegerse. Supongo que hay tener un cierto grado de madurez para sobreponerse de las críticas, dejar que lluevan sobre nosotros como si fuéramos impermeables y relativizarlas. Por eso lo mejor es hacer las cosas primero por el placer que uno siente y no por las alabanzas y el éxito que espera tener ni por querer ser «mejor» que los demás. La única solución para no recibir críticas es no hacer nada. Solo los que actúan pueden ser criticados.