jueves, 26 agosto 2010
Tolerancia
El diccionario define tolerancia entre otras cosas como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias. También tiene esta otra acepción: reconocimiento de inmunidad política para quienes profesan religiones distintas de la admitida oficialmente.
Me parece que esta noción es fundamental en democracia. Si se acepta que la mayoría escoge, es importante que la misma mayoría no vaya a menospreciar y a oprimir a la minoría sin tener en cuenta sus puntos de vista y sus derechos, ni que la minoría decida hacerse justicia sola queriendo imponer sus ideas a la fuerza y con violencia.
Lo malo es que mucha gente quisiera vivir en un mundo a su conveniencia, a su imagen y semejanza desde el punto de vista de sus ideas; quisieran que toda oposición desaparezca, que los que no piensan como ellos se callen y no tengan derecho a chistar.
Ya Voltaire decía que mientras existan pueblos y gobernantes intolerantes, habrá guerras, tumultos y, por tanto, desgracia; por el contrario, la tolerancia proporciona paz y prosperidad a la sociedad. En cierta forma afirmaba: no toleres la intolerancia.
En el mundo actual con tanto extremista y fanático suelto, sería muy saludable para la humanidad el triunfo de la tolerancia si esta naciera en ellos. Así esta gente dejaría de ser un peligro para todos.
16:59 Anotado en Elucubraciones | Permalink | Comentarios (1) | Tags: sociedad, democracia, extremismos
viernes, 20 agosto 2010
Ese símbolo del ahorro
Tiene varios nombre: alcancía, hucha, ladronera, cepo, cepillo, cofre y no sé qué otros más. Lo cierto es que sirve para guardar dinero de a poquito y cuando está llena tiene uno para alguna compra importante. Una de mis hermanas compraba unas alcancías de barro grandes en forma de cerdo y las iba llenando con monedas. El día que decidía romperla le ayudábamos a contar la plata recaudada haciendo pilas de a diez o veinte monedas del mismo valor. Ahí aprendí que no debía poner billetes con monedas pues terminan destrozados. A mí, estando pequeño, me regalaron una de madera muy bonita pero nunca llegué a llenarla por sacar las monedas por la rendija a un ritmo más rápido que para meterlas. En un pub de Ferney tienen un botellón de vidrio para poner monedas con el fin de recoger fondos para una asociación que ayuda a minusválidos. Para contribuir a llenarla hacen una rifa que gana quien adivine el total recolectado o quien se acerque más al valor. En una mudanza recuerdo que los empleados que ayudaron a preparar las cajas nos dieron una alcancía de uno de mis hijos pues no quisieron hacerse responsables de llevar dinero. Supongo que estaba en el contrato aunque la alcancía era pequeña y tenía pocas monedas. En Francia hay una asociación que recolecta las monedas amarillas, es decir de menor valor, para ayudar a una obra caritativa; para eso entregan alcancías de papel que uno llena voluntariamente y a su ritmo. Ahora ya no me acuerdo por qué me puse a escribir sobre este tema. ¿Será que estaba pensando en llenar una alcancía de barro para comprarme algo dentro de unos meses? ¡No sería mala idea!
08:00 Anotado en Elucubraciones | Permalink | Comentarios (0) | Tags: ahorro, recuerdos, monedas
martes, 13 julio 2010
Surrealismo
No sé cuál término cuadre mejor entre extravagante, incongruente, incoherente o surrealista. Dice el diccionario que el surrealismo intenta sobrepasar lo real impulsando con automatismo psíquico lo imaginario y lo irracional. Quizás un poco de todos.
Fue la impresión que me quedó después de un coctel al aire libre al borde del lago Leman al final de la tarde. Muchos embajadores, diplomáticos, funcionarios internacionales, políticos locales, algún que otro aristócrata y gente de esos círculos tomando champaña y comiendo pasabocas pero criticando la mundialización, el capitalismo, la mala distribución de las riquezas, la corrupción, la burocracia, la vida difícil, la juventud desorientada, la vida fácil, la juventud consciente de los problemas del planeta, el machismo, las exigencias de Ingrid Betancourt, las madres solteras y no sé qué más temas. De pura casualidad estuve también charlando con una gringa que estudió un año en Bogotá en mi universidad, pero en los años noventa y yo ya no vivía en Colombia.
Quizás fue el corrillo que me tocó, pero así es la vida, a veces un poco extraña.
17:38 Anotado en Elucubraciones | Permalink | Comentarios (3) | Tags: cocteles mundanos