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miércoles, 08 junio 2016

La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada

LaCandidaErendira.jpgEstoy siguiendo la segunda parte del excelente curso MOOC sobre García Márquez que dicta la Universidad de los Andes a través de la Open University https://www.futurelearn.com/courses/gabriel-garcia-marque... y que tiene esta etiqueta #Flgarciamarquez en las redes sociales.

Hemos empezado con este libro de cuentos del Nobel colombiano publicados después de Cien años de soledad. Lo leí hace tiempo, pero ahora lo he releído y lo he disfrutado más con los análisis de los profesores uniandinos.

Un personaje común a todos ellos es el mar Caribe. En estos aparece el tema del poder a muchos niveles: de la religión y las supersticiones, de la belleza, del sexo, del dinero, de los gringos o de manera general de los extranjeros, de los políticos, de los culebreros y vendedores de fortuna y de los viejos sobre los hijos y nietos.

Un ejemplo es cuando el alcalde aconseja a la abuela «lo que necesita es una persona de mucho peso que responda por usted[...] que garantice su moralidad y sus buenas costumbres con una carta firmada». Cuando consigue la carta del senador Onésimo Sánchez, logra hasta que los policías la obedezcan. Las prostitutas preguntan qué tiene Eréndira que no tienen ellas y les responden con burla «una carta de un senador». La abuela ejerce un poder sobre su nieta por la educación que le dio. El poder de Eréndira sobre Ulises. También le sucedió a la misma abuela con uno de sus amantes que no podía resistirse a él aunque pusiera parapetos en la puerta. El poder es como lo de que «el pez grande se come al chico» o «la tajada del león» en la fábula de Esopo.

Cuando años ha leí el cuento Muerte constante más allá del amor de García Márquez, no conocía su relación con el famoso soneto de Quevedo Amor constante más allá de la muerte, que termina en «polvo serán, mas polvo enamorado». Creo que el cuento aparece en la película Eréndira del brasileño Ruy Guerra (1985). Ambos dicen: la muerte borra hasta los nombres de la memoria, mas el amor grabado está en las cenizas y polvo de los muertos; así es la suerte del senador Onésimo Sánchez.

Quizás Onésimo quería morirse con Laura con la esperanza de seguir amándola siendo cenizas y que nadie más pudiera amarla después de muerto. Se ha enamorado de su hermosura pero ella no le corresponde pues lo que hace es obedecer a su padre. La proximidad de la muerte lo hace pensar diferentemente aunque aparente ante la gente que goza de buena salud y tiene muchos años por delante. Sabe que está solo frente a la muerte cercana cuando dice: «es bueno estar con alguien cuando uno está solo».

El relato El último viaje del buque fantasma me recordó el naufragio del crucero Costa Concordia en el Mediterráneo que durante más de un año estuvo encallado mientras lo sacaban a flote y se lo llevaban del lugar. Debió de ser algo parecido al final del relato aunque en este caso el barco no entró en el pueblo y tampoco era fantasma.

Comparando Blacamán el bueno, vendedor de milagros y El último viaje del buque fantasma vemos que el punto de vista del narrador es cambiante. En Blacamán primero parece ser un narrador omnisciente, pero después se convierte en el mismo Blacamán pero el bueno. Imita el habla de los culebreros o vendedores de mercado de pueblo que quieren atraer la atención de los posibles compradores para sorprenderlos y lograr su venta.

En El último viaje son muchas voces las que intervienen a medida que avanza el relato, en lugar del discurso indirecto, pasa de un personaje al siguiente sin que nos demos cuenta. La misma forma de escritura con sintagmas cortos entre comas en una larga frase que lleva al lector hasta la entrada del buque al pueblo lo deja a uno sin aliento.

El ritmo de los dos es muy dinámico. El tiempo también es muy variable. Antes, como en Los funerales de la mamá grande, los relatos son más clásicos con mezcla de descripciones con diálogos, un narrador omnisciente y el toque de realismo mágico característico. En esta colección, el realismo mágico también aparece pero ya no se ve ese mundo centrado en Macondo y sus personajes.

 

miércoles, 01 junio 2016

La nave de los locos

NaveLocos.jpgTe debía esta reseña, querida Elena, pero como dice el dicho, el que mucho abarca poco aprieta: he estado ocupado en tantas cosas desde hace año y medio largo que se me estaba pasando poner por escrito mis impresiones sobre tu libro. Es hora de remediarlo ya que leyendo hoy en tu blog sobre los «amigos» que se ganan en Facebook pensé que hay que darle más cuerpo a esta relación ciberepistolar que hemos entablado gracias a la escritura.

Tu nave tiene muchos locos, unos ya están en el manicomio y otros andan sueltos con mayor o menor grado de excentricidad. Es una muestra del arca de Noé del género humano en la que viajamos todos tratando de salvarnos del diluvio.

Tus relatos suceden la mayor parte del tiempo en España con algunas escapadas a otras partes del mundo ya sea por viajes o porque uno que otro de tus personajes es extranjero. Me gustó ver algún cuento escrito dos veces en versión corta y luego larga o al revés. Me gustó el juego de los puntos de vista del narrador que muy a menudo habla en presente. Sería curioso saber cuántas personas distintas con nombre y apellido aparecen en tus páginas, pues son muchas. Se nota que te divierte ir entrelazando descripciones y datos en cada frase o párrafo largo sin que uno se de cuenta de la información esencial que has escondido. Te gusta poner pinceladas poéticas a tus textos dándoles un sabor distinto.

Fue interesante encontrar unos colombianos en tu prosa que dan una idea del imaginario que genera mi país y mis coterráneos en las mentes europeas. Supongo que a mí me pasará lo mismo cuando utilizo personajes de países que poco conozco y estereotipos aproximados. Hace años en un cuento puse un brasileño cuyo nombre le pareció muy raro a una amiga brasileña que lo leyó. Son los riesgos del oficio.

Además de locos, también hay escritores y poetas, profesores y detectives. Hay muchos amores y muertes en tus relatos. Son nuestro pan de cada día. Como aficionado al scrabble y enamorado de las palabras en general, me gustó aprender nuevo léxico, recordar palabras que no empleo o descubrir otros usos, regionalismos, ortografías o variantes. Anoté los siguientes:

  • arquitectónicos (atanor, enjalbegado, escollera)
  • aves (picapinos, trullo)
  • comerciales (albaranes, tráfago)
  • culinarios (camote, esmagar, hogaza, lechibolas, manchamanteles, marmitako, mechar, melifluo, orza, pábulo, picatostes, poso)
  • de la tierra (búcaro, dehesa, légano)
  • de tauromaquia (chicuelina, coso, gaonera, garapullo)
  • de tejidos (bodoque, damasco, enmaronado, espuerta, estameña, jarapa, lazos de satén, maroma, tweed)
  • decorativos (silla Thonet, visillo de plumeti)
  • que me recuerdan el francés (feble, hebdomadaria, landó, parterre)
  • del vino (abocado, agracejo, albariño, malvasía, uva alarije)
  • gentilicios (lebaniego, somontano, turdetano)
  • geográficos (regato, repecho, roquedo, vorágine)
  • médicos (avenates, fiebre puerperal, hernia de hiato, interfecto, Mazindol, miasmas, puerperio)
  • meteorológicos (cierzo, galerna)
  • mitológicos (Gerión, ojáncanos, sílfides, valkiria)
  • botánicos (acebuche, adormidera, aspidistra, brezo, chopo, espliego, esqueje, herbazal, hipérico, mies, ombú, retama, sargazo, tojo)
  • verbos (arrebujar, camelarse, sestear)
  • nombres (anagnórisis, arrojo, bonarda, carbunclo, fuero, guardés, gurruño, merceditas de charol, mientes, nuberos, quevedos, resquemor, sindioses, tramoya, trasiego, verde chernin, zarandaja)
  • adjetivos (acallado, aciago, descalichado, ebúrneo, innúmero, palmario, procaz, proclive, torvo, zaino)

Me quedo con algunos personajes como don Armegol Sánchez en su Café Recuerdos, Armandita Leal y su salamandra jovial o el poeta Ernesto Pineda y su alumna imaginaria.

 

LA NAVE DE LOS LOCOS
Autora: Elena Marqués
(Narrativa, 118)
192 páginas • 17 €
ISBN: 978-84-16107-07-0

Acostumbrada a crecerse entre escollos y a sufrir los envites del naufragio, Elena Marqués traza en La nave de los locos varios casos de demencia, crímenes necesarios y no pocos suicidios razonables. En este libro, ganador del VIII Premio Vivendia-Villiers de Relato, se reúnen cuentos de muy diversa factura y se palpa como hilo conductor la aspiración de dibujar al ser humano en su pequeñez, su soledad y su inevitable sufrimiento.

Tras el relato que da título a la obra en un sintagma quizá demasiado conocido y utilizado a lo largo de la historia (desde El Bosco a Pío Baroja), se suceden los antihéroes que luchan sin éxito por arribar a buen puerto. Viajeros del azar, como el protagonista de El mapa y el tablero, o fugitivos de un pasado fatídico e irrevocable, como en Juegos de azar y de heliconia; hacendados resentidos como el padre de Clarita y el prófugo de Uvas blancas para un templo de jade, los personajes de este periplo literario pocas veces experimentan los avances de su voluntad salvo en el caso de aquellos que toman la pluma como espada.

Encontramos algunos tímidos homenajes a la literatura de García Márquez y de Cortázar, como en Nuevas recetas para la vieja Circe, junto a un recuerdo a la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, como deseo de salvar al hombre de ese mundo sucio al que está condenado; una nave de locura y de muerte, de desesperación y pesimismo, de la que sólo los libros pueden salvarnos..

http://www.edicionesirreverentes.com/narrativa/Lanavedelo...

 

lunes, 25 abril 2016

Velada literaria

colombia,ibagué,escrituraPresentación del libro de relatos «El ojo de la cerradura»
Autor: Nelson Verástegui Carvajal, escritor ibaguereño
Moderador: Félix García Motta
Martes 3 de mayo de 2016 a las 6:30 p.m.
Auditorio de la Biblioteca Darío Echandía
Carrera 3A Nº 11-26
Ibagué, Tolima
http://www.banrepcultural.org/ibague