Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

domingo, 01 septiembre 2019

Espejo, espejo, ¿quién es la mujer más bella del mundo?

NV-IMP1008.jpgMe encanta este nuevo espejo que acabo de comprar. Cuenta con la mejor tecnología de reconocimiento de imágenes gracias a la inteligencia artificial. Le hablo y me responde con cambios en mi imagen. Si le digo que me siento triste, cambia mi cara a una de alegría y se burla de mí. No puedo parar de reír y ya no me siento triste. Si le digo que me estoy sintiendo vieja, cambia mi rostro al de una niña, desvanece mis arrugas y cambia mi peinado. Si le digo que me siento sola, me hace aparecer en compañía de más personas como si estuviera en una fiesta. El problema es cuando quiero usarlo como un espejo clásico, porque tengo que poner una cara neutra para que no me moleste. Termino riendo o llorando porque no he logrado controlarlo en absoluto. Luego tengo que usar un espejo antiguo sin inteligencia que es menos divertido. Un día lo dominaré o las nuevas tecnologías me volverán loca.

El otro día estaba hablando por teléfono frente a él sin tener mucho cuidado. Estaba charlando con mi exnovio que quería volver conmigo, pero ya no lo quiero. Traté de convencerlo de que era mejor que continuáramos solo como amigos, que nuestra historia de amor no podía durar por muchas razones. Fue una conversación muy larga. Cuando terminé, descubrí que en el espejo aparecía desnuda con él, que me abrazaba apasionadamente. Fue una sorpresa tal que la imagen desapareció instantáneamente. De ahora en adelante no creo que pueda hablar por teléfono cerca de mi espejo.

17:56 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: futuro, ciencia ficción

sábado, 27 julio 2019

Bumerán

turquía, relatosEl dueño del Hotel Boomerang nos contó que esa mañana había mercado callejero en Selçuk. El reloj nos mostró que teníamos tiempo de vagar antes de seguir nuestro viaje por carretera. Atravesamos la Avenida Atatürk y nos adentramos por las calles aledañas donde terminaban de montar los puestos de venta de todo tipo. Primero, las ollas de cobre, antiguedades, monedas, máquinas mecánicas de escribir, narguiles, bagatelas. En seguida, ropa de algodón, camisas, pantalones. El sol me invitaba a comprar un sombrero para proteger mi cabeza calva. El vendedor se acercó hablándome en turco y sin entender mi inglés. De la pila de cachuchas sacó algunas que juzgó eran de mi talla. El quejumbroso canto del muecín empezó su llamado a la oración desde la mezquita vecina. El nivel de ruido bajó un poco mientras muchos vendedores y viandantes oraban con las palmas de la mano hacía el cielo incluyendo mi vendedor. Verifiqué que mi sombrero era fabricado en Turquía y me quedaba bien. Busqué un regalo para mi nieto. Vi muchos juguetes de plástico, pero nada interesante. De pronto encontré unos autos rojos con la bandera turca en el techo. La joven vendedora, vestida a la moda occidental con el pelo suelto y pantalones apretados, se acercó a ayudarme. Ese podría ser un buen regalo, pero no, era hecho en China. Más adelante los aromas de especies me llenaron la nariz. Los colores eran una verdadera paleta para un pintor impresionista. Junto a ellas estaban las frutas secas. Busqué de vista al vendedor para comprarle unos albaricoques pasos. Se acercó una mujer, vestida de negro de pies a cabeza con apenas una rendija en la cara desde donde sus ojos claros me miraban con insistencia. Era otra compradora, pero esos ojos se me quedaron grabados en la memoria y su imagen vuelve a mí regularmente como materializando el nombre australiano del hotel donde nos alojábamos.

 

17:11 Anotado en Cuentos, Viajes | Permalink | Comentarios (0) | Tags: turquía, relatos

jueves, 11 abril 2019

Emotional shock

NV-IMP1006.jpgThe nurse just left saying the doctor will come soon. I don't know what I'm doing here. In my camera there are photos of a pub called 'Virgins and Castle'.

I was taking pictures in Kenilworth for a magazine who asked for images of old pubs. As in that place there was one opened in 1563, I went through the streets following the path I had traveled years ago to find, in that pub, the one that is now my wife.

If there were at pictures of well-known people in my camera or a phone number to call and ask for help.

- 'Mr. Dudley, how do you feel today,' the tall man told me.

- 'Well, thank you, what happened?,' I asked.

- You have suffered an accident, you've received a strong physical and emotional shock that has left you without memory.

- Whoa, who hurt me?

- The Bréxit.

- What's that?