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jueves, 10 septiembre 2009

El mundo de Oniros

NV-IMP499.jpgOniros andaba de viaje con su familia en algún lugar de Francia, pero les llegó el momento de regresar a su casa. Tocaba llenar las maletas e ir a tomar el tren. Su esposa e hijas tenían todavía todas sus cosas dispersas en las habitaciones y no parecía que tuvieran prisa de preparar el equipaje. Temiendo que fueran a perder el tren si no se apuraban, llamó un taxi mientras sus mujeres terminaban de empacar. Salieron tan tarde que el tren los dejó y les tocó seguir el camino por carretera.
La ruta estaba muy congestionada con autos, caballos, carretas y hasta peatones y elefantes. Los paisajes franceses se fueron mezclando con paisajes colombianos y ya pronto se encontraron en España. Iban por una recta muy larga con muchos árboles en hileras que los protegían del calor. Llegaron a un pueblo extraño donde la carretera empezaba a subir como si fuera Gex y estuvieran camino del paso de La Faucille allá en lo alto en el Jura francés.
El taxi los dejó cerca de una plaza principal. En el kiosco central había música colombiana y unas marionetas que bailaban al ritmo de cumbias. Descubrieron que los titiriteros eran latinoamericanos. Estuvieron hablando con ellos un rato hasta que supieron que habría un evento literario donde iban a presentar libros y algunos escritores estarían hablando de sus obras y charlando con el público.
Se fueron al lugar anunciado donde había mucha más gente, desfiles de majorettes, puestos de ventas y discursos por altavoces. Por ráfagas, las sirenas de unos carros de bomberos o de la policía no dejaba oír bien lo que decían; la música, tampoco facilitaba la comprensión.
Oniros y su familia se acercaron a un puesto donde los podían maquillar para estar también de fiesta y participar activamente, ya que la gente andaba disfrazada como si fuera el carnaval. La familia se dividió entre la multitud.
Oniros entró solo a la casa u oficina de la editorial que organizaba las actividades literarias. Tenían muchos carteles y publicidades de los libros que estaban promoviendo. El editor estaba medio dormido en un sofá. Era un hombre mayor, casi calvo, de barba gris y más bien excéntrico. Le estuvo explicando de qué se trataba y le contó de un proyecto de publicación de historietas. Muchas personas entraban y salían del lugar. Oniros estuvo charlando con algunos escritores.
Al cabo de un rato volvió a la plaza para ver un concurso de descifrado de códigos entre jóvenes genios matemáticos que parecían más bien piratas informáticos. El animador anunciaba un número muy grande y los concursantes de dos en dos debían encontrar muy rápido pero mentalmente la clave secreta que se escondía dentro. La fórmula hacía intervenir el área del círculo o la longitud de la circunferencia más otras integrales y derivadas. El público observaba y aplaudía con admiración pues en menos de un minuto o máximo cinco, siempre lograban descodificar los datos.
En esas estaban cuando oyó la radio de su despertador que lo sacó de su mundo de ensueños. Luego se puso a pensar en lo curioso que es que las palabras ensueño e insomnio deriven de la misma palabra latina teniendo significados opuestos en español mientras que onírico viene del griego y significa casi lo mismo que el étimo latino de las otras dos. Mientras desayunaba Oniros se dijo que seguramente había tenido otra vez ese tipo de sueños raros por culpa de la llamada que recibió a medianoche y que lo despertó dejándolo sobresaltado.

15:20 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (2) | Tags: ficción, sueños

miércoles, 09 septiembre 2009

Google suspicaz

NV-IMP498.jpgRecuerdo un sistema informático de oficina de los años ochenta que tenía un «humor» un poco pesado. Si uno le daba la instrucción de borrar un fichero, preguntaba «¿estás seguro?» y luego cuando uno confirmaba o desistía, podía responder «¡lo sabía!». Al comienzo era gracioso, pero cuando uno estaba apurado por terminar un trabajo, esas frases irónicas y supuestamente cómicas se volvían insoportables.
¿Qué tal que se inventaran un motor de búsqueda «inteligente» que fuera demasiado suspicaz? Por ahora uno se contenta en poner unas palabras sobre un tema y el programa intenta encontrar las páginas que las mencionan sin poner problemas. Uno puede añadir restricciones para que la lista sea menos larga y el resultado más preciso. Sucede si uno busca una palabra que existe en varios idiomas y entonces decide añadir que el resultado debe aparecer en páginas en inglés, francés o español por ejemplo. Hay filtros sobre el tipo de imagen que se quiere encontrar. Se puede añadir información sobre la fecha, el sitio web o el dominio. Así es posible encontrar páginas recientes en español de dominio Fr donde aparezcan ciertas palabras.
No sé qué tan divertido sería si en lugar de darnos rápidamente la lista de resultados el motor de búsqueda empezara a contestar:

  • ¿Por qué me preguntas eso?
  • Ayer te respondí a la misma pregunta; ¿por qué vuelves a preguntar eso hoy?
  • ¡Esa pregunta es muy tonta! ¡Ya deberías saber la respuesta!
  • ¿Pero crees que soy un mago y puedo adivinar el futuro?
  • No creas todo lo que aparece en la web; hay gente que escribe sin saber o cuenta mentiras para sembrar dudas o el pánico.
  • Hoy no estoy de humor para buscar cosas inútiles; pregúntale a otro motor.
  • Tú sabes muy bien dónde está la respuesta; busca tú mismo y la encontrarás. Ahora estoy ocupado.
  • martes, 08 septiembre 2009

    Palabras con nv

    NV-IMP497.jpgHe descubierto en las estadísticas de acceso a este blog que varias personas han llegado aquí buscando «palabras con nv» a través de motores de búsqueda. Supongo que se habrán sorprendido al ver el resultado que no tiene nada que ver con el tema. (A partir de hoy encontrarán al menos esta nueva nota al respecto.) Acabo de buscar lo mismo en Google, pero no aparece este blog entre los primeros resultados. Curioso.

    El diccionario VOX me da 239 palabras con –nv-. Por ejemplo, 78 palabras que tienen –conv- como: anticonvencional, biconvexo, convalaria, convalecer, convalidar, inconveniente o reconvertir; 86 palabras que contienen –inv- como: desinversión, invadir, invencible, inventar o reinvertir; 62 con -env-, como bienvenida o envalentonar.
    Las más interesantes para mi gusto son las raras como: concavoconvexo, convexocóncavo, trotaconventos, inverecundo, sinvergüenza, balonvolea, bidonville, buganvilla, duunviro o circunvecino.

    Mirando esas listas caigo en la cuenta de que no debe de ser muy fácil para los hispanohablantes menos letrados determinar si una palabra se escribe con –nv- o con –mb- pues se pronuncian igual en nuestro idioma.
    Hay muchas más palabras que se escriben con –mb-, más de 900. Algunas parecen fáciles de aprender como por ejemplo bomba y sus derivados: abombar, abombamiento, etc.; verbos que terminan en –mbrar: acostumbrar, aherrumbrar; palabras terminadas en –mbre: calambre, alambre.

    Encontré palabras raras como mambay, balumba, camba o chamberí; cuatro entradas con –nb-: funboard, hornblenda, PNB y tanbur; pero ninguna con –mv-.

    Hoy no me explico cómo aprendí esas ortografías que me parecen evidentes. La regla dice que antes de uve es ene y antes de be es eme, pero no hay ayuda para saber si una palabra se escribe con be o con uve; es un rompecabezas para muchos. De ahí que nombres propios como el mío existan con be y con uve o que nombres propios como Canberra nos choquen o que la ortografía francesa de bombón, siendo bonbon, nos sorprenda.

    14:16 Anotado en Lengua | Permalink | Comentarios (1) | Tags: ortografía, be, uve