martes, 01 septiembre 2009
Ciudad fantasma
Había visto casas abandonadas o ruinas de ciudades antiguas, pero nunca había estado en un verdadero pueblo abandonado. En Asturias recuerdo un pueblo viejo con algunas casas derruidas y un habitante ya viejo que nos contaba que en una de ellas hubo un bailadero y un casino y que él de joven solía ir a festejar los fines de semana.
En las películas de vaqueros se veían pueblos perdidos en el desierto y sin habitantes con unos vegetales en forma de rueda de chamizos que se pasean empujados por el viento. En documentales había visto pueblos vacíos o casi en España.
La semana pasada estuve en uno de verdad, perdido cerca de Perpignan. Para llegar allí hay que tomar una carretera de montaña estrecha y tortuosa. En verano hay un bar abierto para los turistas y algunos valientes y voluntariosos artesanos se ponen a reparar viejos muros según técnicas antiguas, para reconstruir un pasado que ya no es.
Nos contaron que en 1970 se fue el último habitante del pueblo. Un pueblo que existía en el siglo XIII y desaparece en el XX sin dejar muchos rastros. Parece que fue a raíz de la enfermedad de las viñas en el siglo XIX que los problemas empezaron, después enfermedades infantiles redujeron la población pues hubo años en que todos los niños murieron, las grandes guerras se llevaron muchos hombres, las viudas se fueron a vivir a otro pueblo cercano. Antes de la Segunda Guerra Mundial quedaban 33 habitantes. Los archivos de la iglesia se perdieron durante la Revolución y quedan muy pocos documentos.
Quizás un día renazca como algunos otros pueblos que con la llegada de jóvenes familias que quieren vivir en el campo vuelven a brotar como un árbol cortado que renace de su tronco mocho.
http://www.societe-perillos.com/histoire.html
22:11 Anotado en Viajes | Permalink | Comentarios (1) | Tags: emigración, abandono, historia
lunes, 31 agosto 2009
Cómo se borran los sueños
«¿Qué estabas soñando?», me preguntó al abrir mis ojos. Vi su cara frente a la mía y medio atolondrado le conté lo que acaba de soñar que ahora evidentemente no recuerdo. Creo que yo tenía alrededor de seis años y mi hermana unos diez. No sé si me despertó a propósito o estaba ahí esperando a que yo me despertara. Debió de ser un día de fiesta o de vacaciones. No sé si fue ella o mi hermano quien me hizo caer en la cuenta de que si uno no se acordaba inmediatamente al despertar lo que había soñado, el sueño se perdía o se borraba de la mente como cuando uno borraba un tablero en la clase. La tiza dejaba una huella pero no era siempre fácil de leer lo que antes estaba escrito. Son recuerdos borrosos de la infancia mágica.
Siempre ha sido misterioso para mí ese mundo de los sueños. A veces me despertaba soñando con algo y me esforzaba para dormirme de nuevo y seguir con el mismo sueño, pero no siempre funcionaba. Funcionaba si era una pesadilla, pero en ese caso no quería seguir soñando lo mismo. Lo que también me impresionaba mucho era esas noches que parecían durar un segundo: cerraba los ojos y los abría de nuevo y habían pasado ocho horas de sueño sin darme cuenta y sin dejar recuerdos de lo soñado, seguramente debido a un gran cansancio. De pequeño también me chocaba dormirme en un lugar y despertarme en otro pues me habían cargado y empijamado mientras dormía. ¿Cómo se da un niño cuenta de que sueña, de qué es un sueño? ¿A partir de qué edad uno se acuerda de los sueños? ¿Cuál es el sueño más antiguo que uno puede recordar?
18:21 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (3) | Tags: sueños, infancia
domingo, 30 agosto 2009
Una semana sin Internet (o casi)
14:19 Anotado en Viajes | Permalink | Comentarios (4) | Tags: fitou, languedoc-rosellón, mediterráneo