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martes, 01 septiembre 2009

Ciudad fantasma

NV-IMP490.jpgHabía visto casas abandonadas o ruinas de ciudades antiguas, pero nunca había estado en un verdadero pueblo abandonado. En Asturias recuerdo un pueblo viejo con algunas casas derruidas y un habitante ya viejo que nos contaba que en una de ellas hubo un bailadero y un casino y que él de joven solía ir a festejar los fines de semana.
En las películas de vaqueros se veían pueblos perdidos en el desierto y sin habitantes con unos vegetales en forma de rueda de chamizos que se pasean empujados por el viento. En documentales había visto pueblos vacíos o casi en España.
La semana pasada estuve en uno de verdad, perdido cerca de Perpignan. Para llegar allí hay que tomar una carretera de montaña estrecha y tortuosa. En verano hay un bar abierto para los turistas y algunos valientes y voluntariosos artesanos se ponen a reparar viejos muros según técnicas antiguas, para reconstruir un pasado que ya no es.
Nos contaron que en 1970 se fue el último habitante del pueblo. Un pueblo que existía en el siglo XIII y desaparece en el XX sin dejar muchos rastros. Parece que fue a raíz de la enfermedad de las viñas en el siglo XIX que los problemas empezaron, después enfermedades infantiles redujeron la población pues hubo años en que todos los niños murieron, las grandes guerras se llevaron muchos hombres, las viudas se fueron a vivir a otro pueblo cercano. Antes de la Segunda Guerra Mundial quedaban 33 habitantes. Los archivos de la iglesia se perdieron durante la Revolución y quedan muy pocos documentos.
Quizás un día renazca como algunos otros pueblos que con la llegada de jóvenes familias que quieren vivir en el campo vuelven a brotar como un árbol cortado que renace de su tronco mocho.
http://www.societe-perillos.com/histoire.html

22:11 Anotado en Viajes | Permalink | Comentarios (1) | Tags: emigración, abandono, historia

domingo, 30 agosto 2009

Una semana sin Internet (o casi)

NV-IMP488.jpgLectura, escritura, paseos, playa, sol, gastronomía, enología, desconexión, familia, amigos, calor, turismo, deporte, arte y otras distracciones apenas suficientes para olvidar el trabajo y recargar baterías. Ahora ya en casa es tiempo de prepararse para el nuevo año escolar.

jueves, 20 agosto 2009

Le Bistrot d’Olivier

NV-IMP485.jpgComo quedaba en la galería del mercado principal, nos pareció que el restaurante tendría una buena relación calidad/precio. Nos nos equivocamos. El menú costaba doce euros y tenía mucha escogencia tanto en entradas como en paltos principales. El local estaba lleno de gente en un ambiente sencillo y animado. Solamente dos mujeres atendían tantas mesas llenas de convives y una más estaba en la cocina abierta sobre el salón. En un extremo estaba el bar con un solo hombre encargado de las bebidas y la caja. El calor estaba insoportable. La comida estuvo buena. Mientras comíamos tuvimos cuatro personas diferentes al lado nuestro. Primero una pareja muy mayor que estaba por terminar y luego otra pareja con quien terminamos entablando conversación. Resultó que el señor había estado en Colombia muchos años atrás pues adoptó un niño colombiano que ahora tiene diecisiete años. Coincidencias de la vida. He conocido tantos casos de niños adoptados por franceses durante todo el tiempo que llevo viviendo aquí. Me parece muy buena solución tanto para las parejas que no pueden o no quieren tener hijos, como para esos huérfanos que no tienen la culpa de estar solos. No es tan fácil como parece; los trámites son largos y fastidiosos y las exigencias grandes, además de que es una lotería, ya que no se sabe cómo va a evolucionar el niño a la adolescencia. Cuando dejamos el local vimos que en la puerta decía que estaba aconsejado por un periodista gastrónomo que tiene un programa de televisión que se llama Les escapades de Petitrenaud.

18:38 Anotado en Viajes | Permalink | Comentarios (0) | Tags: restaurantes, adopciones