lunes, 15 noviembre 2010
Fin de fin de semana, es decir lunes
¡Uf!, el concierto salió bien, con mucho público y mucho aplauso. Fue mucho trabajo de preparación pero valió la pena. Fuimos como veinticinco viajeros (coristas, director y acompañantes). Los viajes en grupo a veces son complicados, pero este no lo fue tanto. Alcanzamos a visitar la ciudad (un paseo a pie de tres horas) charlando, riendo y conociendo. Ya todos se fueron de aquí. Somos los últimos y ahora a cruzar el charco.
10:08 Anotado en Viajes | Permalink | Comentarios (1) | Tags: madrid, concierto
jueves, 11 noviembre 2010
Comienzo de periplo
De nuevo de viaje, pero ahora son vacaciones ciento por ciento; esta vez con escala en Madrid. Estas últimas dos semanas fueron súper cargadas en mi trabajo. Espero que ahora logre descansar y olvidar el trajín.
Por no haber llegado a tiempo anoche al aeropuerto Cointrin de Ginebra para dejar las maletas, tocó madrugar hoy a las cinco y media y en lugar de autobús fuimos en taxi. Lo malo es que el registro de equipaje solo abrió pasadas las seis de la mañana, más tarde de lo anunciado. Algo dormí en el avión.
El clima está frío, aunque con sol, es agradable. El almuerzo en una taberna típica de por aquí resultó simpático. Fue en una calle aledaña a una antigua galería de mercado nada turística: bueno y barato. Con once euros un almuerzo completo con entrada, plato fuerte, postre, pan, vino y café, no se consigue fácilmente en Francia. La ciudad por la noche estaba llena de gente, como siempre. Recorrimos un tramo de la Gran Vía (está cumpliendo 100 años), por Callao bajamos a la Plaza del Sol (parada obligada en El Corte Inglés y en otras tiendas), visita de la Plaza Mayor y regreso al hotel (nos cruzamos de casualidad con unas amigas). Se nota mucho trabajo informal callejero: los que se disfrazan y se quedan como estatuas esperando a que los viandantes les den una moneda, los que cantan, los que pintan, los que tocan algún instrumento musical y claro, los que simplemente piden dinero.
La parada en Madrid tiene dos objetivos: la presentación de un nuevo libro (ya lo contaré) y un concierto que vamos a dar con el coro de Ginebra el sábado (también contaré qué tal nos va). Ahora, ya toca descansar un poco pues de tanto caminar uno se cansa.
21:45 Anotado en Viajes | Permalink | Comentarios (2) | Tags: madrid, vacaciones
sábado, 23 octubre 2010
Carné de viaje: Balance
Sabía que mi nivel de árabe no era suficiente para conversar con los cairotas por las calles porque el árabe que ellos hablan no es el clásico. Es más, nadie habla árabe clásico en el mundo árabe fuera de los religiosos que estudian El Corán. Cuando estudié ruso e iba a presentarme al examen final de aptitud lingüística en ese idioma en 1996, tenía un nivel apropiado para poder entender y hacerme entender en las calles de San Petersburgo, pero además el idioma ruso que estudiaba era el ruso actual.
Aquí en El Cairo la gente habla árabe egipcio con la ventaja de que es una variante que todos los árabes conocen a través del cine y la televisión. Tiene muchas diferencias con el clásico y muchas similitudes. La fonética y la gramática son más simple. Al cabo de dos semanas mi oído se ha acostumbrado al idioma y mis conocimientos se han despertado al contacto con el medio árabe local. Como si fuera poco, cuando busca una palabra en árabe a veces encuentro la palabra pero en ruso. ¡Qué lío!
El ritmo de trabajo (4 horas diarias), los profesores (dos hombres y dos mujeres, muy amables, pacientes y competentes), el tipo de clase (individual) fueron buenos y creo que revisé mucho y algo avancé. Por otro lado, dos semanas es corto sobre todo si uno quiere pasear y conocer, el clima resultó caliente y a ratos sofocante (pensaba que en esta época del año iba a ser menos rudo), por lo tanto no pude estudiar mis lecciones con seriedad. Eso sí, caminé y conocí mucho. El centro de la ciudad me recordó al Bogotá de los años sesenta que conocí cuando iba a acompañar a mis padres al centro, como también la parte antigua de grandes ciudades como México, Buenos Aires o Madrid. Pero una ciudad como El Cairo donde casi nunca llueve y con tantos millones de habitantes termina siendo muy sucia. Lástima.
Quedé con ganas de seguir aprendiendo el árabe clásico y desde luego el dialecto egipcio. A ver cómo me va con las clases en Ginebra a partir de enero del 2011. Si logro organizarme (a pesar de que el que mucho abarca poco aprieta), creo que estoy motivado para seguir estudiándolo. Quisiera volver dentro de unos años para conocer otras regiones pues los mismos cairotas me dicen que todo fuera de la capital es más bonito que aquí.