lunes, 14 febrero 2011
Beethoven sinfónico
No he asistido muchas veces en mi vida a conciertos de orquestas tan numerosas como el del viernes pasado en Ginebra. Además el último movimiento de la sinfonía incluye el famoso coro Oda a la alegría y fue impresionante oírlos con esa fuerza impresionante. Los solistas cantando tan fuerte en medio de esa orquesta me sorprendieron. Claro que la sala de conciertos tiene una acústica excelente que se presta perfectamente al espectáculo. Pensar que el conservatorio cumple ciento setenta y cinco años es decir no muchos años después de la muerte de Beethoven me dejó pensativo. Por último pensar que el compositor era sordo y sin embargo llegaba a producir esas obras maestras de la música es asombroso. Total una noche de vuelta al pasado musicalmente o quizás una demostración de que las verdaderas obras maestras son intemporales.
175ème anniversaire du Conservatoire de Musique de Genève
Vendredi 11 février 2011 20h
Orchestre de la Haute École de Musique Genève
Emmanuel Krivine direction
Priscille Laplace soprano
Brigitte Balleys mezzo-soprano
Jörg Dürmüller ténor
Gilles Cachemaille baryton-basse
Choeur de la HEM
Celso Antunes direction
Ludwig van Beethoven
Symphonie n° 9 en ré mineur op. 125 pour soli, orchestre et chœur mixte
Free entrance, get tickets at the outlets of the City of Geneva: Alhambra, Arcade municipale, Cité Séniors, Grütli, Genève-Tourisme, Centrale Billetterie T 0800 418 418 (Suisse) T +41 22 418 36 18 (Étranger), Organisation CMG – HEM
08:03 Anotado en Espectáculos, Música | Permalink | Comentarios (0) | Tags: sinfonía, concierto
domingo, 13 febrero 2011
Dictador, dictaminador, díctamo y otras yerbas
La situación era más grave de lo pensado. Nadie había imaginado tan repentino suceso. La crisis se preparaba en calma cual vulgar estofado en espera de la fecha aciaga. Ese día estalló pitando como una olla de presión:
- Tantos años sirviéndolos a ustedes, dirigiéndolos, encargado de llevar las riendas de nuestra empresa, conduciéndolos por el camino más seguro hacia el éxito, hacia un mundo mejor y ¿es así como me pagan? ¡Qué ingratitud! Todos mis desvelos fueron vanos, mis esfuerzos no fueron reconocidos ni compensados. No me pueden sacar de aquí como un mueble viejo que hay que reemplazar. No, señores. De aquí no me saca nadie. Treinta años de leales servicios no se borran así. Por más de que griten ahí afuera, ¡no me voy! Pueden tumbar la puerta si quieren. No crean que voy a ser como Ben Ali o Mubarak. Nada de eso. Me niego a convertirme en un bagazo humano.
- Salga de ahí. Abra la puerta. Llegó el momento de partir. Se lo pedimos a las buenas. Mire que usted ya tiene sesenta y cinco años y es hora de voltear la página, de que una persona joven, alguno de nosotros, sus colaboradores, ocupe su puesto. No nos obligue a utilizar la fuerza. ¡Abra ya!
- ¡Desagradecidos! Esto se irá al garete si dejo mi puesto. Hay gente irremplazable, uno de esos soy yo. Después de mí, el diluvio. Si quieren que me enloquezca y muera en pocos días, fuercen la puerta, derríbenla a patadas. No voy a abrir. Ya me di cuenta de que me cortaron la conexión a Internet, de que interfirieron y enmudecieron mi teléfono móvil, que cortaron la línea telefónica, que afuera está el camión de los bomberos con esa escalera alta lista para entrar a la fuerza por la ventana. Si quieren que me suicide, entren ya mismo.
- No es para tanto. Usted lo sabía desde hace tiempo. Llegó la hora de dejar de trabajar. Tiene que jubilarse, señor director.
- No, no y no. Antes me ahorco o me tiro por la ventana,
- Bueno. Vale. Lo dejaremos en su puesto durante unos meses más mientras encontramos la forma de solucionar la cuestión administrativa de su jubilación. No es para tanto. Abra la puerta y hablamos.
- Así a las buenas, sí puedo abrir. Por fin encontraron el camino de la razón. Eso sí, cuidado con lo que hace.
La camisola de fuerza estaba esperándolo en el corredor. Una inyección soporífica completaba la recepción de despedida que le estaban preparando. El nuevo director de la fábrica por fin podría tomar sus funciones después de la jubilación forzada de ese patrón vejestorio. Todo volvía a la normalidad.
09:46 Anotado en Juego de escritura | Permalink | Comentarios (0) | Tags: ficción, jubilación, dictadura
sábado, 12 febrero 2011
The Man Who Mistook His Wife for a Hat
Me gustó este libro de vulgarización sobre la neuropsiquiatría. Es una traducción del inglés al francés. El autor es un neurólogo estadounidense que explica de manera muy accesible y humana los problemas de varios de sus pacientes.
El título del libro corresponde al caso de un profesor de música que por un problema cerebral pierde la capacidad de reconocer las caras y los objetos familiares a tal punto que al terminar la primera consulta en lugar de coger el sombrero para ponérselo, intenta quitarle cabeza de su esposa pues la ha confundido.
Muestra en tres partes primero las carencias en personas que parecen normales, después los excesos en gente que tiene por ejemplo una memoria exageradamente buena y en último lugar el caso de los imbéciles y autistas que todo el mundo rechaza pero que pueden esconder capacidades y sensibilidades adaptadas a otros contextos.
Es un viaje muy interesante por el cerebro humano. Me impresionaron varios casos como el del hombre que perdió la memoria de treinta años y regresó a la adolescencia o de los amputados que siguen sintiendo el miembro perdido a tal punto por ejemplo que a uno le dolía una uña encarnada que nunca sanó correctamente o el de los gemelos calculadores que podían decir el día de la semana de cualquier fecha que le dieran hacia el pasado o el futuro en un intervalo de miles de años. Increíble.
L'homme qui prenait sa femme pour un chapeau et autres récits cliniques
Oliver Sacks (Auteur)
Editeur : Points
Collection : Points Essais
Date de parution : 18/03/1992
EAN13 : 9782020146302
Genre : Neuropsychiatrie / Personnes atteintes de lésions cérébrale
Langue : français
Nombre de page(s) : 312
Livre en français
Résumé : Olivier Sacks décrit dans ce livre les affections les plus bizarres, celles qui atteignent un homme non seulement dans son corps, mais dans sa personnalité la plus intime et dans l'image qu'il a de lui-même. Il nous fait pénétrer dans un royaume fantastique, peuplé de créateurs étranges : un marin qui, ayant perdu le sens de la continuité du temps, vit prisonnier d'un instant perpétuel ; une vieille dame qui caricature dans la rue les expressions des passants, jusqu'à les rendre grotesques et terribles ; un homme qui ... Lire la suite se prend pour un chien et renifle l'odeur du monde ; deux jumeaux arriérés mentaux, capables de calculs numériques prodigieux, qui vivent dans des paysages de chiffres : ce musicien qui, ayant perdu la capacité de reconnaître les objets, prend pour un chapeau la tête de sa femme, et bien d'autres.... Tentatives aussi pour poser les jalons d'une médecine nouvelle, plus complète, qui, traitant le corps, ne refuserait pas de s'occuper de l'esprit, et même de l'âme....
http://fr.wikipedia.org/wiki/L'Homme_qui_prenait_sa_femme_pour_un_chapeau
08:00 Anotado en Libros | Permalink | Comentarios (0) | Tags: ensayo, neurología