sábado, 29 mayo 2010
La fiesta de los vecinos
Vivo en una región muy cosmopolita. Anoche lo constaté una vez más en mi edificio pues tuvimos la reunión de los vecinos, una fiesta que lleva diez años de creada en Francia y que consiste simplemente en reunirse con los habitantes del edificio o de la cuadra para al menos una vez al año hablar y conocerse sin prisas. Es la tercera reunión de ese tipo que tenemos aquí pero la que mejor ha funcionado. Estuvimos casi todos los vecinos de los veinte apartamentos. Cada uno llevó comida o bebida para compartir. El tiempo estuvo clemente pues aunque la noche se enfrió muy rápido, al menos no llovió. Se formaron varios corrillos y lo curioso fue que al cabo de un rato había un grupo que hablaba español, otro francés y otro inglés. Contabilicé representantes de los siguientes países: Francia, Suiza, Colombia, España, Venezuela, Costa Rica, Canadá, Grecia, Inglaterra, Portugal y Filipinas. Faltaron algunos vecinos entre los cuáles por lo menos una señora de África. Otra sorpresa fue la mezcla de edades, desde niños hasta ancianos pasando por matrimonios o parejas jóvenes y adolescentes y claro está, tres perros también. Es una buena idea que hay que promover.
11:32 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: ciudad, copropiedad, conocidos
viernes, 28 mayo 2010
Las tortugas vienen solas
Resultó simpática esta pieza teatral que muestra a través de una fiesta de matrimonio las preocupaciones francesas de los años cincuenta en el ámbito de una familia muchas de las cuales siguen siendo actuales. Varias veces el tiempo se detiene y solo uno o dos personajes aparecen proyectados al futuro revelándonos lo que va a pasar con unos y otros. Es cierto que en un matrimonio se mezclan personas que no se han casado todavía y otras que ya lo están dividiendo el grupo en tres partes si contamos a la pareja que se casa y que se encuentra en el límite de los dos otros grupos. Es una tropa de teatro de aficionados de Ferney-Voltaire muchos de los cuáles conocemos personalmente. Los espectadores éramos la mayor parte familiares o amigos de algún actor. La idea de incluir dos músicos que cantan y tocan acordeón y violín le dio mucho calor y alegría a la representación. Algunos actores me parecieron muy buenos. Hasta dan ganas de actuar. Lo que si resultó enigmático fue el título de la obra y que queda abierto a muchas interpretaciones.
Les tortues viennent toutes seules
d'après Denise Bonal
Atelier adultes de la Cie Thalie
Prix des places: 10 €, tarif réduit 7 €
Du mardi 25 mai au samedi 29 à 20h30, dimanche 30 à 17h00.
1954. Gustin et Elisa célèbrent leurs noces. Le temps balance entre grande joie et petits drames du mariage. Dans une habile construction où l’on glisse, sans transition, du présent au futur, une galerie de portraits peints sur le vif avec, en premier plan, l’insouciance de la mariée, la morosité du marié, les sarcasmes du père, les souvenirs de la grand-mère, les liens qui se nouent.... et se dénouent. La vie, quoi !... et la mort aussi car, en arrière plan, tout un monde est évoqué : la guerre d’Algérie, celle d’Indochine, Hiroshima, le temps qui passe et qui ne pardonne pas. Une ronde haletante où les cœurs, dépassés par l’Histoire et leur histoire, vacillent entre le rire et le drame, un optimisme volontaire et une réalité plus crue. Et les tortues dans tout cela ? Titre énigmatique s’il en faut... Peut-être pouvons-nous tout simplement y percevoir la vérité des êtres mis à nu, une fois débarrassés de leur carapace, ou mieux encore, ressentir la grâce d’un souffle de poésie... Des moments forts, du rire, de l’émotion, épousés par la musique enivrante et troublante d’un accordéon et d’un violon.
Distribution
Comédiens : Bernard Allemand, Francoise Bernard, Solène Chottin, Hechmi Ferjani, Yoann Grand, Carine Guigue, Emmanuel Kunau, Béatrix Mauguéret, Stéphan Petit, Bernard Plissonnier, Claude Renaud, Subadra Reynard, Anne-Marie Richard, Yann Rioualen, Chantal Schmit.
Musiciens : Le groupe Gori Gori - Accordéon : Jean Jullien Chant et violon : Elena Gribanova
Régie : Adrien Laneau - Décors : Benoît Fontaine
Adaptation et mise en scène : Marie-Laure Berchtold
http://www.compagniethalie.org/description.php?IDSPECTACL...
08:00 Anotado en Teatro | Permalink | Comentarios (1) | Tags: matrimonio, años cincuenta, aficionados
miércoles, 26 mayo 2010
Reflexiones bicentenarias
No soy ningún experto literario. Mi formación es científica y matemática. Soy un ingeniero informático que le gusta leer; escribir es mi pasatiempo favorito. He vivido más años en Francia que en Colombia, pero cuando me vine a estudiar aquí se suponía que pasaría solo tres y regresaría. La distancia en el espacio y en el tiempo cambian mucho nuestra visión del mundo. Cuando yo vivía en Ibagué y en Bogotá, mi contacto con extranjeros era muy escaso. Todo el mundo hablaba español a mi alrededor. Latinoamérica e Hispanoamérica eran conceptos abstractos. Fueron años de dictaduras en países hermanos y de refugiados argentinos, uruguayos y chilenos en Colombia, mi país.
Aquí en Europa he conocido gente de todas nacionalidades, he disfrutado del acento y de los modismos de tantos hispanohablantes a tal punto que mi mismo idioma y acento se han neutralizado e internacionalizado. Además gracias a la revolución informática de la Internet, podemos escribirnos, oírnos o vernos con gente que vive muy lejos, a pesar de que quizás no hablemos con el vecino del edificio donde moramos. Me pregunto si el hecho de viajar, de ser emigrado, no será un elemento primordial en la escritura. Tenemos por ejemplo a Cortázar, Borges, Álvaro Mutis, Pablo Neruda, García Márquez o Vargas Llosa y hasta Cervantes que fueron viajeros. Escribir es viajar.
Doscientos años nos separan de esa época de las independencias americanas que fueron relativas ya que siempre el pez grande se come al chico. Desde esta ciudad donde el filósofo Voltaire vivió veinte años en la segunda mitad del siglo XVIII y escribió la mayor parte de su obra, pienso en mi país y en mi continente tan lejanos. Doscientos cincuenta años me separan también del Ferney y de la Ginebra de la época volteriana. Veo que la evolución de esta zona fronteriza tiene su parecido con lo que pasó en América. Aquí tras la llegada del filósofo la población local creció de ciento cincuenta personas a mil en veinte años. Hoy la región de Ginebra tiene una población cosmopolita que se acerca al millón de habitantes.
Creo que la literatura ha tenido una evolución muy similar. Los descendientes de los conquistadores y colonos españoles se instalaron en ese Nuevo Mundo, en una zona de exclusión para las demás potencias de la época. Los criollos quisieron la independencia de la Madre Patria aprovechando que Napoleón estaba haciendo de las suyas en Europa. ¿La pérdida de las colonias fue culpa de Napoleón o era un proceso ineluctable? Los americanos ya huérfanos de Europa seguían soñando con ella. Anduvieron mucho tiempo obsesionados por la cultura europea que suponían superior e inalcanzable. El mito del viaje a Europa y después del viaje a Estados Unidos ha nutrido mucho nuestra literatura. Sin embargo el costumbrismo y los relatos arraigados en América no faltan. Obras colombianas conocidas del siglo XIX y comienzos del XX tales como La Vorágine de José Eustaquio Rivera, 1924, la poesía de José Asunción Silva, 1865-1896, o María de Jorge Isaacs, 1867, tienen un sabor local y al mismo tiempo una relación con la cultura europea.
Por esa necesidad de las naciones jóvenes de buscar la identidad creando mitos y buscándose enemigos, muchos americanos creen que los españoles siguen siendo los mismos enemigos contra los que peleó la independencia. No lo creo. Tanto ellos como nosotros hemos cambiado. Los conquistadores que llegaron a América tenían mentalidad medieval. El gran error de los americanos fue haber desmembrado el continente. Sin embargo, a pesar de que en esa época era difícil mantener la unidad, Brasil lo logró y hoy es una potencia emergente. Si Hispanoamérica se uniera, tendríamos más peso en el mundo. A la hora de la verdad hay muchas más cosas en común entre los países de habla hispana que cosas que nos separan y dividen. Los grandes perdedores de esta aventura han sido evidentemente los pueblos indígenas, los antiguos propietarios de la tierra hoy todavía menospreciados. ¿Hay literatura indígena?
Para la literatura no se necesita ser desarrollado. Basta un lápiz, un papel, imaginación y talento y de eso hay por todas partes del mundo. Al leer libros colombianos como El olvido que seremos de Hector Abad Faciolince, 2007, Delirio de Laura Restrepo, ganadora del premio Alfaguara de novela 2004 o Rosario Tijeras de Jorge Franco Ramos, ganador de la Beca Nacional de Novela del Ministerio de Cultura con esta obra en 1999, con la que también ganó en Gijón, España, el Premio Hammett, pienso que la literatura hispanohablante tiene presente y futuro. Hoy gracias a la sociedad de la información, el acceso a la difusión se ha democratizado, dándonos los medios para escribir y ser leídos por millones de personas; la dificultad está en poder encontrar lo mejor entre tanto escritor aficionado de calidad variable.
08:00 Anotado en Elucubraciones | Permalink | Comentarios (1) | Tags: independencia, literatura