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sábado, 15 agosto 2009

Ortografía y flexibilidad

NV-IMP480.jpgMi especialidad no es la lingüística sino la informática, pero algo he aprendido y reflexionado al respecto gracias a mi trabajo diario con traductores y también gracias a la participación en foros sobre el idioma.

Creo que entre la lengua oral y la escrita tenemos una relación similar a la del huevo y la gallina, con la gran diferencia de que aquí sabemos muy bien quién llegó primero. Con el paso del tiempo las dos se van influyendo mutuamente sin llegar a ser independientes ni iguales.

La ortografía es una convención muy cómoda para podernos entender. Es como las reglas de tránsito que sirven para que el tráfico sea fluido y que no haya muchos accidentes, pero se van adaptando a la evolución automotriz, a la experiencia sobre el terreno y a las costumbres y educación de los conductores. Es raro que haya muertes por errores de ortografía (¡Afortunadamente! Recuerdo el caso de un muerto en Turquía por un error de un punto sobre la i en un SMS. Véase http://www.20minutos.es/noticia/371933/0/error/sms/turquia/).

Pienso que la ortografía debe tener cierta flexibilidad para poder representar al máximo la variedad de la lengua oral. Si cada persona tuviera sus propias reglas ortográficas sería realmente un caos. El otro extremo de la camisola de fuerza me parece también una exageración.

Escritura y evolución de la lengua me parecen indisociables. Basta con leer textos antiguos y compararlos con los actuales. En francés o en árabe que son mucho más rígidos en su escritura se nota una diferencia enorme entre la expresión escrita y la oral. Me parece que a quienes han aprendido mejor las reglas de ortografía les cuesta más trabajo aceptar los cambios y en general desean que todo siga igual. Sin embargo la realidad es otra. (Si yo quisiera que la informática que aprendí en los años setenta fuera la que se usara hoy, estaría luchando contra la corriente.)

En esto hay otra similitud que me parece aplicable (lo leí hace mucho en el libro El hombre mediocre del argentino José Ingenieros, http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Ingenieros): para avanzar en la vida se necesita una oposición como la que se da en la navegación a vela; sin viento no hay movimiento, sin vela, tampoco. En esto de la lengua se necesita también el debate entre todos los usuarios del idioma, en todo el abanico de actitudes desde la más conservadora hasta la más innovadora.

miércoles, 12 agosto 2009

¿Suelo o solo?

NV-IMP478.jpgEstaba comentando con mi hija sobre esos verbos irregulares en español que diptongan según el acento prosódico: morir, muero, contar, cuento, tronar, trueno. Me pareció curioso que tenemos por ejemplo moro y muero para los verbos morar y morir, pero no hay (¿o se habrá dado en otro tiempo?) trono y trueno para el verbo tronar, el primero con el sentido de reinar o pavonear, el segundo con cualquiera de los tantos sentidos con que aparece en el diccionario, pues en francés sí tenemos el verbo «troner». ¿Se da el caso de un verbo que tenga declinación diferente según el sentido? No se me ocurre ninguno. Lo que sí es más común es que una misma conjugación se dé para dos verbos diferentes: vengo (para vengar y venir).
Afortunadamente obtuve esta respuesta en un foro sobre el idioma donde me citan del DPP (Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española, http://www.rae.es):
asolar. 1. Infinitivo de dos verbos transitivos etimológicamente diversos:
a) ‘Arrasar o destruir completamente [un lugar]’. Procede del latín assolare (‘derribar o echar al suelo’), es irregular y se conjuga como contar (→ APÉNDICE 1, n.º 26); por tanto, la vocal o de la raíz diptonga cuando es tónica: «Las fuerzas de Carlos V [...] saquean y asuelan Roma» (Cardoza Guatemala [Guat. 1985]); pero no diptongan las formas en que la raíz es átona: «Muchas veces asolamos poblados [...]. Tras nuestro paso apenas quedaban cenizas» (Arenales Arauco [Esp. 1992]).
b) Dicho del sol, la sequía o el calor, ‘secar [un campo]’. Este verbo, formado sobre el sustantivo español sol, es regular y, por tanto, no diptonga en ninguna de sus formas: «Ha montado el Partido del Agua para luchar contra la sequía que asola la zona» (Tiempo [Esp.] 29.5.95).
2. La distinción entre uno y otro verbo está desapareciendo: ambos comparten el sentido profundo de ‘destruir por completo’ y tienden a conjugarse como regulares. Por tanto, hoy son normales en la lengua culta las formas asolo, asolas, etc., también para el primero de los verbos indicados: «El tifón Linda [...] asola Vietnam y Tailandia» (Picazo Grillos [Esp. 2000]).
¡Curiosidades del idioma! ¿Se dará esto también francés?

miércoles, 15 julio 2009

Etimologías cruzadas

NV-IMP68.jpg
(¡Cómo pasa el tiempo! Esto lo escribí en diciembre del 2006 y me lo acabo de reencontrar en mis archivos.)

En francés tenemos la palabra souk que nombra el mercado árabe y que corresponde a zoco y azogue. Es como la palabra bazar, que es un tipo de mercado, y nos viene del persa.

La etimología que da el DRAE de azogue es: Del ár. hisp. assúq, este del ár. clás. sūq, este del arameo sūqā, y este del acadio sūqu[m], calle.

La transliteración de la palabra árabe sería sūq (curiosamente la ese se conserva en francés pero se convierte en zeta en castellano) que está emparentada en árabe con el verbo conducir y podría relacionarse con nuestra palabra zaga que también es de origen árabe.

Me imaginé que los productos y animales eran «conducidos» al mercado y de ahí la asociación con el verbo. Se me ocurrió entonces que como el equivalente francés de mercado es marché podría venir el verbo marcher (caminar) siguiendo mis asociaciones y elucubraciones empíricas.

Pues no, resulta que tanto mercado como marché vienen del latín mercatus que es comercio o el lugar donde se comercia y ha producido otras palabras tales como comercio, marchante, mercader, mercancía, merced, mercedario, Mercedes, mercenario, mercería, usted y probablemente Mercurio, mercurio y miércoles. Mientras que el verbo francés marcher viene de marchier (pisotear) palabra usada en el s. XII que vendría del dialecto fráncico markôn (marcar, imprimir el paso).

Es gracioso que una palabra resulte tener varios significados debido a choques y cruces etimológicos como este. Véase por ejemplo la palabra oso (animal y verbo osar).

Mis fuentes:
• Elsevier's Concise Spanish Etymological Dictionary, Gómez de Silva, 1985
• Le Petit Robert, 1991 y
• El DRAE en línea por Internet, 2006