viernes, 04 septiembre 2009
Viaje a Marte
A veces tengo sueños raros. Esta semana soñé que llegaba a mi oficina y descubría que a todos nos habían cambiado de despacho y claro, no encontraba a mis colegas. Anoche soñé con un viaje a Marte. Sabía que iba en una nave espacial hacia un planeta, creo que era Marte, pero no era inhóspito como el planeta que conocemos del sistema solar, sino muy parecido a la Tierra. No me acuerdo si iba solo o acompañado. Sentí la entrada en la atmósfera y luego ya estaba caminando por el suelo como en un bosque de montaña en los Alpes. Estaba preocupado en lo que me iba a pasar si me encontraba con un marciano. Apareció una joven rubia que parecía sueca o polonesa. No sabía qué decirle ni si nos íbamos a entender. Me preguntó de dónde venía. No sé en qué idioma hablamos, pero le contesté que acababa de llegar del planeta Tierra y le señalé el cielo. Le pareció muy natural y me contó que hacía unos decenios había llegado desde la Tierra un grupo de humanos a conquistar ese planeta, que habían enviado tres mujeres por un hombre y que habían logrado adaptarse y reproducirse rápidamente. Creo que en ese momento el despertador me hizo aterrizar en mi cuarto y me levanté desvaneciéndose mi sueño. A veces tengo sueños raros.
18:46 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (1) | Tags: sueños, viajes espaciales
jueves, 03 septiembre 2009
Frontera y aduaneros
Calculo que he pasado la frontera franco-suiza más de nueve mil veces desde que vivo aquí, es decir mínimo dos veces al día para ir y venir del trabajo durante veintiún años y pico.
Al llegar tenía un carro con placa de la región parisina y me paraban los aduaneros casi sistemáticamente. Después cambié la placa por una del departamento del Ain y tomé otras rutas para evitar la aduana principal donde hay tanta cola de autos. Rara vez me han parado. Le preguntan a uno si tiene algo que declarar, a lo sumo le piden que abra la bodega del auto y lo dejan a uno seguir.
Una vez me encontraron un paquete de 25 cigarros colombianos que había traído a unos amigos y después de examinarlo y de decirme que normalmente no tenía derecho, me dejaron seguir. Otra vez había olvidado que tenía unos neumáticos en el cofre pues acabada de comprar unos de invierno y claro me preguntaron dónde los había comprado, me tocó mostrar el recibo y me dejaron seguir. Hoy a las seis de la mañana en una aduana, donde generalmente no hay nadie estaban dos aduaneros suizos escondidos y me sorprendieron, me hicieron parar, me preguntaron para dónde iba (dije que al fitness), que si trabajaba en Suiza y me pidieron el permiso de trabajo. Se los mostré y me dejaron seguir.
Calculo que en total me habrán pedido los papeles de identidad en estas fronteras un máximo de cuatro veces. Por lo tanto la probabilidad de que me los pidan de nuevo mañana es aproximadamente de 4/9000, es decir menos de 0,000444. No es muy grande.
17:16 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (2) | Tags: estadísticas, controles
lunes, 31 agosto 2009
Cómo se borran los sueños
«¿Qué estabas soñando?», me preguntó al abrir mis ojos. Vi su cara frente a la mía y medio atolondrado le conté lo que acaba de soñar que ahora evidentemente no recuerdo. Creo que yo tenía alrededor de seis años y mi hermana unos diez. No sé si me despertó a propósito o estaba ahí esperando a que yo me despertara. Debió de ser un día de fiesta o de vacaciones. No sé si fue ella o mi hermano quien me hizo caer en la cuenta de que si uno no se acordaba inmediatamente al despertar lo que había soñado, el sueño se perdía o se borraba de la mente como cuando uno borraba un tablero en la clase. La tiza dejaba una huella pero no era siempre fácil de leer lo que antes estaba escrito. Son recuerdos borrosos de la infancia mágica.
Siempre ha sido misterioso para mí ese mundo de los sueños. A veces me despertaba soñando con algo y me esforzaba para dormirme de nuevo y seguir con el mismo sueño, pero no siempre funcionaba. Funcionaba si era una pesadilla, pero en ese caso no quería seguir soñando lo mismo. Lo que también me impresionaba mucho era esas noches que parecían durar un segundo: cerraba los ojos y los abría de nuevo y habían pasado ocho horas de sueño sin darme cuenta y sin dejar recuerdos de lo soñado, seguramente debido a un gran cansancio. De pequeño también me chocaba dormirme en un lugar y despertarme en otro pues me habían cargado y empijamado mientras dormía. ¿Cómo se da un niño cuenta de que sueña, de qué es un sueño? ¿A partir de qué edad uno se acuerda de los sueños? ¿Cuál es el sueño más antiguo que uno puede recordar?
18:21 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (3) | Tags: sueños, infancia