Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

martes, 05 enero 2010

Paseo de domingo

NV-IMP584.JPGMenos cuatro grados centígrados, cielo gris, esperanza de sol, ascenso a la montaña, estación de esquí La Vattay, viejos amigos, raquetas, polainas y bastones, vestimenta de invierno, gorro de lana, chaqueta, guantes, gafas, pocos esquiadores y caminantes, charla y esfuerzo, ruido sordo de pasos sobre la nieve, calor corporal gracias al esfuerzo, calorías transpirantes, poca nieve, pero al fin y al cabo nieve, ruta bien señalada, una cabaña al horizonte, hora y media de esfuerzo, descanso merecido, almuerzo de la mochila, vino de bota de cuero como en las corridas de toros, más charla de vacaciones, de hijos, del mundo, de la vida, del deporte, bla bla bla, hora de regresar, de nuevo sobre las huellas de nuestros pasos, buen ritmo de marcha, cielo azul lejos al horizonte, cielo gris sobre nuestras cabezas, dulces de jengibre para recuperar fuerzas, buenos días a los que nos cruzan, un celular que timbra, bla bla bla con los hijos, una última subida, una última bajada, un chalet nos espera, café con tarta y más charla, los problemas del mundo no están resueltos, hora de bajar de la montaña, piernas cansadas, en casa al fin, descanso merecido.

08:00 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (2) | Tags: invierno, nieve, raquetas

viernes, 01 enero 2010

Dos mil diez

NV-IMP582.JPG¡Ya llegó el nuevo año! Esperemos que sea mejor que los anteriores y que nos traiga salud, dinero y amor, como dice la canción. Con la crisis económica, los cambios climáticos, las guerras, el terrosismo, las epidemias y la violencia de todo tipo, no es fácil ser esperanzado. Sin embargo, mi naturaleza es optimista y siempre tengo la ilusión de que el ser humano tiene recursos insospechados para salir adelante. La curiosidad también es un motor que me anima a esperar un futuro mejor y deseo vivir para conocerlo.

Hay regiones del mundo que siguen imponiéndose a la actualidad como por ejemplo Irán. Cuando llegué a Francia en 1978 estaba en plena crisis con el cha y los seguidores del ayatolá Jomeini se reunían en el campus de la universidad de Grenoble. Hoy los problemas continúan como si la historia patinara. En otras regiones los cambios parecen gigantescos, para bien o para mal.

En 1910, mi padre estaba casi por cumplir un año de edad, mi madre no había nacido, mi abuela materna era una adolescente. La Wikipedia me dice que en ese año nacieron el guitarrista Django Reinhardt, el actor inglés David Niven y el oceanógrafo Jacques Cousteau, y murieron Mark Twain, el rey Eduardo VII de Inglaterra y León Tolstoi, además el premio Nobel de literatura fue un tal Paul Heyse (ni idea de qué pudo haber escrito ni de su nacionalidad).

En 1810, Colombia declaró su independencia de España, pero cayó en la dependencia de otras potencias y continuó dirigida por los descendientes de los colonizadores. Napoleón se separó de Josefina, Beethoven compuso Para Elisa, América Latina estaba proclamando su independencia por todas partes mientras Napoleón dominaba a España.

¿Qué se dirá del 2010 que comienza dentro de uno o dos siglos si la humanidad no se ha extinguido por su propia culpa? Mientras tanto, ¡feliz año nuevo!

08:01 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (1) | Tags: año nuevo, tiempo, historia

miércoles, 30 diciembre 2009

Un día (16 de diciembre de 1999)

NV-IMP581.JPG¿Cómo escribir sobre un día en veinte minutos? Primero tendría que escoger qué día describir. El día que conocí la nieve, el día que puse los pies en Europa por primera vez, el día que fui papá, el día que escribí un cuento por primera vez, el día que besé a mi primera novia, el día que me perdí en la noche en Barcelona y pasé una hora buscando en carro el camino para llegar a la casa, etc.

¡Eso es demasiado para veinte minutos (que ya son quince). Entonces, para facilitar las cosas, tomaré el día de hoy.

¡Ring, ring, ring! Suena el reloj a las cinco y treinta de la mañana (debería decir de la madrugada). ¿Quién me mandó a ponerlo tan temprano? Me levanto en la oscuridad y lo apago maquinalmente como siempre. Voy al baño y luego a desayunar sólo en la cocina. Oigo las noticias y mientras tomo un jugo de naranja, un café con leche y tostadas con mermelada y mantequilla, empiezo a pensar en lo que tengo que hacer en las próximas horas. Lo más importante del día será escribir un informe para la reunión que tengo a las cuatro de la tarde en la oficina. Las noticias no son buenas (como csi simpre): guerra en Chechenia, carreteras heladas en Francia, política, desempleo, etc. (Me quedan diez minutos para terminar este texto.) Al fin desayunado, abro los postigos de la ventana de la sala para tantear el clima. Cielo despejado, temperatura de unos menos dos grados centígrados, no hay lluvia ni nieve, los vidrios de los carros en el estacionamiento no tienen escarcha..

Rápido, afeitada, lavado de dientes y una buena ducha que termina de despertarme definitivamente. Llamar a los niños y pelear con Diego para que abra los ojos y se dé cuenta que es la hora de pararse. Son las seis y cuarto de la mañana y Coni sale de sus cobijas frotándose los ojos. Mientras ella deja la habitación y yo me visto. Echo un vistazo a las noticias en la televisión en France 2, pero más que todo, lo que disfruto es del ambiente que le pone al programa el periodista William Lemergie (¡no sé cómo se escribe!). ¡Tiene mucha gracia!

Tender la cama, vestirme y preparar los documentos que pienso llevarme. La casa comienza a agitarse. Los niños se dan cuenta de que se les está haciendo tarde. (Me quedan tres minutos para terminar este texto.)

Miro y clasifico el correo que no tuve tiempo de leer anoche (¡Ah! Por eso me levanté tan temprano.) Llegan las siete y veinticinco minutos y debo prepararme para salir. Zapatos, bufanda, abrigo, maletín (hoy no llevo paraguas). ¿Qué se me olvida?

¡Ah! Recordarle a Coni que tenemos clase de tango en mi trabajo a las doce y quince, que no olvide llevar los zapatos de baile, que no olvide llevar los papeles que le preparé para la aseguradora. ¡Ah! Esta noche hay Scrabble. Llevaré de una vez el juego. ¡Ah! Esta noche tenemos taller de literatura con Abril. ¿Cuándo tendré tiempo de hacer la tarea que nos dejó?

(Son las seis y doce minutos de la tarde. Rápido. Imprimo este papel y salgo corriendo para la Maison St.-Pierre. ¡Ni siquiera pude revisar la ortografía ni la puntuiación. Ojalá no haya escreito frases muym largas...)

08:00 Anotado en Recuerdos | Permalink | Comentarios (3) | Tags: escritura, decenio