viernes, 05 febrero 2010
Boggle en la Chartreuse
No sé por qué ayer me acordé de un sábado o domingo de hace como treinta años que pasé con mi esposa y una pareja de amigos jugando Boggle en la terraza de un bar en un pueblo o quizás caserío de montaña en el macizo de la Chartreuse cerca de Grenoble. No teníamos hijos, no teníamos ocupaciones importantes, teníamos todo el tiempo. Era un día caluroso pues los veranos de Grenoble son insoportables y es mejor subir a tomar aire fresco a la montaña. No recuerdo si estuvimos caminando a pie por el campo o si fue solo en auto que recorrimos esa región. Lo cierto es que nos sentamos después de almuerzo en ese lugar tranquilo y sacamos el jueguito de dados con letras con el que tratábamos de formar el mayor número de palabras en francés en un tiempo limitado. Habíamos pedido algún refresco para beber y renovamos el pedido varias veces. La tarde se pasó volando y hay que decir que las tardes de verano son largas. No sé cuantas horas estuvimos ahí. Probablemente más de cuatro. Nos divertimos mucho, nadie nos molestó. Me parece oír los ruidos del campo y la brisa fresca. Visto desde aquí y ahora parece un momento mágico, como esos días de vacaciones de niño que uno se la pasaba jugando sin contar el tiempo y que hace mucho no he vuelto a sentir.
martes, 05 enero 2010
Paseo de domingo
Menos cuatro grados centígrados, cielo gris, esperanza de sol, ascenso a la montaña, estación de esquí La Vattay, viejos amigos, raquetas, polainas y bastones, vestimenta de invierno, gorro de lana, chaqueta, guantes, gafas, pocos esquiadores y caminantes, charla y esfuerzo, ruido sordo de pasos sobre la nieve, calor corporal gracias al esfuerzo, calorías transpirantes, poca nieve, pero al fin y al cabo nieve, ruta bien señalada, una cabaña al horizonte, hora y media de esfuerzo, descanso merecido, almuerzo de la mochila, vino de bota de cuero como en las corridas de toros, más charla de vacaciones, de hijos, del mundo, de la vida, del deporte, bla bla bla, hora de regresar, de nuevo sobre las huellas de nuestros pasos, buen ritmo de marcha, cielo azul lejos al horizonte, cielo gris sobre nuestras cabezas, dulces de jengibre para recuperar fuerzas, buenos días a los que nos cruzan, un celular que timbra, bla bla bla con los hijos, una última subida, una última bajada, un chalet nos espera, café con tarta y más charla, los problemas del mundo no están resueltos, hora de bajar de la montaña, piernas cansadas, en casa al fin, descanso merecido.
viernes, 01 enero 2010
Dos mil diez
¡Ya llegó el nuevo año! Esperemos que sea mejor que los anteriores y que nos traiga salud, dinero y amor, como dice la canción. Con la crisis económica, los cambios climáticos, las guerras, el terrosismo, las epidemias y la violencia de todo tipo, no es fácil ser esperanzado. Sin embargo, mi naturaleza es optimista y siempre tengo la ilusión de que el ser humano tiene recursos insospechados para salir adelante. La curiosidad también es un motor que me anima a esperar un futuro mejor y deseo vivir para conocerlo.
Hay regiones del mundo que siguen imponiéndose a la actualidad como por ejemplo Irán. Cuando llegué a Francia en 1978 estaba en plena crisis con el cha y los seguidores del ayatolá Jomeini se reunían en el campus de la universidad de Grenoble. Hoy los problemas continúan como si la historia patinara. En otras regiones los cambios parecen gigantescos, para bien o para mal.
En 1910, mi padre estaba casi por cumplir un año de edad, mi madre no había nacido, mi abuela materna era una adolescente. La Wikipedia me dice que en ese año nacieron el guitarrista Django Reinhardt, el actor inglés David Niven y el oceanógrafo Jacques Cousteau, y murieron Mark Twain, el rey Eduardo VII de Inglaterra y León Tolstoi, además el premio Nobel de literatura fue un tal Paul Heyse (ni idea de qué pudo haber escrito ni de su nacionalidad).
En 1810, Colombia declaró su independencia de España, pero cayó en la dependencia de otras potencias y continuó dirigida por los descendientes de los colonizadores. Napoleón se separó de Josefina, Beethoven compuso Para Elisa, América Latina estaba proclamando su independencia por todas partes mientras Napoleón dominaba a España.
¿Qué se dirá del 2010 que comienza dentro de uno o dos siglos si la humanidad no se ha extinguido por su propia culpa? Mientras tanto, ¡feliz año nuevo!