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sábado, 24 julio 2010

Beaumarchais

Beaumarchais.jpgEl miércoles pasado estuve en una velada muy agradable en el Castillo de Voltaire. Era la proyección al aire libre de la película Beaumarchais de Edouard Molinaro. Un filme de 1995 que  muestra un aspecto de la vida del famoso personaje francés del siglo XVIII. Además el director estuvo presente dando una conferencia sobre su carrera y en particular sobre los filmes históricos. Este señor que ya tiene 82 años realizó muchas películas para la televisión y el cine con éxitos como La cage aux folles.

Pudimos visitar el castillo de una manera original pues en la planta baja en diferentes cuartos había actores que representaban personajes de la época de Voltaire que tuvieron un papel importante después de la muerte del filósofo. Cada grupo tenía un guía que nos explicaba e interactuaba con los actores. Nos hizo pasar el tiempo mientras llegaba la hora de la proyección. Al comienzo de la velada a eso de las 7 de la tarde tuvimos un chaparrón que casi nos daña la proyección, pero por fortuna todo se arregló y disfrutamos de la película con una temperatura agradable.

El filme está muy bien hecho y permite darse uno una idea del personaje histórico y de su época. Yo tenía una vaga idea sobre Beaumarchais pero muy superficial. Ahora sé por ejemplo que las operas de Mozart y Rossini se basan en las piezas de teatro del francés. Muy interesante.

Beaumarchais, l'insolent
Date de sortie cinéma : 20 mars 1996
Film déjà disponible en DVD depuis le : 11 septembre 2001
Réalisé par Edouard Molinaro
Avec Fabrice Luchini, Sandrine Kiberlain, Manuel Blanc
Long-métrage français . Genre : Comédie dramatique , Aventure , Historique , Romance
Durée : 01h40min Année de production : 1995

Synopsis : Quand on pense à Beaumarchais on pense au Barbier de Séville et au Mariage de Figaro. Mais qui était en réalité Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais? Un homme d'affaires peu scrupuleux, un politicien visionnaire mais intéressé, un homme d'action courageux, prêt à user du verbe comme de l'épée, un grand amateur de femmes, un procédurier systématique mais défenseur acharné des droits de l'Homme. Enfin, un homme des Lumières.

10:36 Anotado en Películas | Permalink | Comentarios (0) | Tags: cine, francia, historia

jueves, 22 julio 2010

Guadalajara

NV-IMP664.JPGMe preguntaban hace unos días dos colegas de trabajo, uno sirio y otro egipcio, por el significado de la palabra Guadalajara. Les dije que era «río de piedras» según había leído y oído debido a sus componentes árabes guad-, río, y alajara, piedras. El sirio que precisamente se llama Wady me dice que no puede venir de la palabra río sino de valle ya que río es /nahar/ y valle es /wad/ o /waadi/. El egipcio se reía pues según él lo que se oye es valle de mierda o de inmundicias. Como la etimología me encanta, me puse a indagar.

¿Qué quiere decir entonces guad- en nombres como Guadalquivir, Guadalmedina, Guadalupe y tantos otros? ¿Río, valle, las dos? En estas páginas hay datos interesantes:

En ninguno hablan de 'valle' como etimología de 'guad-'. (Curiosamente, dice en uno que la palabra 'serendipia' viene del árabe, pero eso es otro cuento.) Lo de río o valle de mierda está explicado en una página por la pronunciación española de la jota. En nuestro idioma tenemos una sola jota, mientras que en árabe hay tres o cuatro sonidos de esa familia. Es normal que mi colega egipcio reconozca una palabra diferente a piedras en árabe.

Un amigo arabistas me cuenta que ambas palabras ("wad" y "nahar") se usan con el significado de 'río', si bien "wad" se emplea más para 'cauce de agua' y para los ríos poco caudalosos, mientras que 'nahar' se usa especialmente para los ríos muy grandes, largos y caudalosos. Según esto, en los ríos españoles que empiezan por "Guad-" se hace referencia a "río".

Busqué en el Larousse bilingüe árabe-francés y en efecto dan varios significados para /wad/:

- gorge [géogr.] ; lit d'un fleuve ; fleuve ; rivière ; ravin ; val ; vallée ; oued. Fig. domaine ; genre ; classe ; catégorie ; colonne de journal.
(es decir, garganta [Geo.], lecho de un gran río, gran río que desemboca al mar, río más pequeño afluente de otro, quebrada, valle, corriente de agua en el desierto. Fig. campo, tipo, clase, categoría, columna de un periódico.)

Ahora no me queda duda de que /wad/ quiere decir muchas cosas entre las cuales está río y valle. Lo que me haría falta es un ejemplo en árabe que muestre esa realidad para poder convencer a mi porfiado colega sirio.

Me comenta otra persona que pudiera ser que tal vez, solo tal vez, la palabra en árabe signifique las dos cosas en español, es decir, un río es casi omnipresente en un valle. Me lo dijo después de consultar una palabra en náhuatl  (Ixta- [ishta]) y la experta le comentó que la palabra se usa tanto para blanco como para sal, pues para ellos, los nahuas, viene siendo lo mismo, la sal es blanca.

Estos temas de etimología y de equivalencias entre idiomas me encantan. Usar la misma palabra en un idioma para cosas diferentes como lo blanco y la sal, el valle y el río, el muro y la pared, el ser y el estar, mientras que en otros se usan dos palabras es muy común y dependiente de las culturas.

El caso de los ríos es conocido. En francés tenemos fleuve para los ríos que llegan al mar y rivière para los afluentes, mientras que en español el afluente de un río puede ser un río. En español e inglés lo que importa es el caudal para distinguir river de stream o río, arroyo y riachuelo. Una colega china me cuenta que en su idioma sucede igual que en inglés y español. Un colega vietnamita me dice que en su idioma hay una sola palabra para río y que si es pequeño o grande se puede añadir el adjetivo correspondiente para aclarar. Aunque con el nombre del río es muchas veces suficiente. El Mekong es tan grande y caudaloso que no necesita adjetivo. El famoso puente sobre el río Kwai medía unos pocos metros de largo y sin embargo se habla de un río (en francés es rivière). Por otro lado cuando uno estudia geografía conoce los grandes ríos del mundo y no se interesa en los riachuelos; aunque hay excepciones como el Rubicón.

Volviendo a la etimología, veo en el DRAE que río viene del latín rius, rivus, arroyo, mientras que arroyo de latín arrugĭa, galería de mina y arroyo, voz de or. hisp. En francés, según el Robert, la palabra fleuve viene de flueve, siglo XII, y este del latín fluvius; rivière está datada en 1138, en 1105 tenía el significado de «ruisseau» (riachuelo) cuyo origen es el bajo latín riparia, de ripa emparentado con rive que en 1080 significaba borde.

Ahora encontré esta referencia http://books.google.ch/books?id=45Y3AAAAIAAJ&pg=PA177... que parece seria y explica bien que el término wad se usa especialmente para los ríos que se secan en verano y que la palabra rambla es también de origen árabe. Explica que nuestro guad- es odi u ode en portugués: véanse los ríos odiana, odivellas, odieseixe, odelouca.

Es curioso que algunos ríos (Guadalquivir, Guadiana, Guadalmedina) tengan nombres de origen árabe a partir de la raíz wad que es polisémica: valle, río, arroyo, cauce, etc. Sin embargo no encontré palabras de origen árabe que estén en relación con la palabra árabe nahar que quiere decir río. Creí entender que en esta página en árabe http://ar.wikipedia.org/wiki/%D9%88%D8%A7%D8%AF se usaba la palabra en los dos sentidos, valle y río, pero mi amigo sirio me dice que no. Claro que si yo le muestro a un francés un texto francés donde hablen de muros y paredes, tampoco se va a dar cuenta fácilmente en qué casos la palabra francesa mur corresponde a unos u otros.

El problema está resuelto a pesar de que no conseguí un texto en árabe donde se use claramente la palabra /wad/ para río y para valle.

13:51 Anotado en Lengua | Permalink | Comentarios (1) | Tags: árabe, español

domingo, 18 julio 2010

Mil gracias

NV-IMP663.JPG¡Déjame que te cuente mi mala racha! Todo lo que me podía pasar me sucedió el mismo día. ¡Qué barbaridad! Me anunciaron por fin el resultado del juicio de mi divorcio y la suma de cuatro mil euros al mes que tendré que pagar a mi ex esposa, mi jefe me notificó que por la crisis no me podía prolongar el contrato, Julia Roberts me dejó un mensaje en el contestador telefónico informándome de que viene a París la semana entrante para que negociemos el proyecto de la nueva película que le propuse pero que no he podido terminar de escribir y ahora este hombre que encontré muerto en mi apartamento de Boulogne-Billancourt.

¡No sé qué hacer! ¿Salir corriendo escapando de todo? ¿Llamar a la policía para que investigue el caso? ¿Enloquecerme de una vez? ¿Ponerme a llorar o a reír? Lo mejor sería aplicar técnicas de meditación que me permitan conservar la calma. Primero que todo no debería tocar nada. Aunque me esté muriendo del calor no abriré ninguna ventana ni persiana. Por suerte el muerto está fresco y no ha empezado a oler mal. ¿Quién será?

Cuando me fui de viaje al Japón todo quedó en orden, le dejé mis llaves al conserje, llamé a mi abogado, hablé con mi jefe y todo iba sobre ruedas. Llegué a París y me encontré con huelgas de transporte que me obligaron a pagar un taxi carísimo para llegar a casa. El ascensor estaba dañado y me tocó subir mis dos maletas de veinte kilos por las escaleras hasta el sexto piso del edificio. Menos mal que no tengo hijos, ni familia que mantener. Claro que ahora me tocará trabajar mucho más para poder pagar la pensión a mi ex. No entiendo por qué la puerta de mi apartamento estaba abierta. Cuando iba a meter la llave en la cerradura, la puerta se abrió sola y me encontré con este hombre tirado en el piso.

Ahora he notado que tiene un papel agarrado de la mano que dice:

«Espero que le llegue a tiempo este mensaje. Lo siento, pues no pude avisarle de mi viaje urgente a España. Estoy actualmente en Madrid y con problemas ya que me robaron la billetera camino del hotel con todo el dinero y otros objetos de valor. Quisiera que me ayude con un préstamo de dos mil euros para pagar mis facturas de hotel y poder volver a casa. He hablado aquí con la embajada, pero ya ellos no responden en estos casos por ser tan frecuentes. Le agradeceré cualquier ayuda que pueda darme. Le devolveré el dinero tan pronto regrese, pero por favor dígame pronto si puede ayudarme. No tengo teléfono donde pueda ser localizado y su teléfono no responde, pero el correo electrónico funciona. Escríbame en cuanto lea esto. Saludos cordiales. Pedro Pérez»

¡Qué Pedro Pérez ni que ocho cuartos! Todo estaba cada vez más confuso. Mis ojos acostumbrados a la penumbra del apartamento empezaron a ver todo cambiado. Los muebles no estaban en su sitio. Los colores no eran como los había dejado. La decoración era otra. ¿Sería el muerto que cambió todo mientras yo estaba de viaje? Sonó el teléfono pero no contesté. Llevaba ya por lo menos un cuarto de hora petrificado en el hall de entrada cuando oí pasos en la escalera, golpearon en la puerta y, como cuando yo entré, esta se abrió sin esfuerzo. Dos policías me saludaron y me preguntaron por el Señor Dumoulin. «¿Será el que está aquí muerto en el piso?», contesté. Entraron y lo reconocieron al compararlo con la foto que tenían en la mano. La segunda pregunta fue: ¿Y usted quién es?

Les conté todo lo que te he contado y ellos me hicieron caer en la cuenta de que no me encontraba en mi apartamento sino en el de Dumoulin, que el mío era dos pisos más arriba, que seguramente con el peso de las maletas me había equivocado, que lo que le sucedió al muerto le había pasado a varias personas el mismo día. Pedro Pérez era un empleado del ancianato que estaba encargado de vigilar a un grupo de viejos frágiles del corazón que vivían solos en sus casas. Pérez tenía como tarea ayudarlos, estar en contacto con ellos, acompañarlos de compras, al banco o al médico. En verano tenía que asegurarse de que estaban bien, que no se deshidrataran, que estuvieran en lo fresco durante las horas más calurosas. En fin, tenía que actuar de ángel de la guarda.

Todo iba muy bien hasta hace un par de días en que el PC de Pérez fue infectado con un virus muy malo que envió el mismo mensaje que este señor tenía en su mano pero a todos los contactos de su correo electrónico. En pocas horas todos estos viejitos fueron cayendo muertos uno tras otro fulminados por infartos en cadena. El mismo Pérez cuando supo lo que había pasado tuvo un infarto y está ahora hospitalizado. Cuando pudo hablar y explicó lo que pasaba, pidieron a la policía que localizara a sus contactos para explicarles que no era cierto sino un virus, que Pérez no estaba en Madrid sino en París, que no se preocuparan y que apenas saliera del hospital todo volvería a la normalidad.

«El problema es que la mayor parte de los viejitos estaban muertos y ahora nos toca encontrarlos a todos uno por uno», dijo el policía. «Pero usted tampoco se preocupe. Entendemos su confusión y no lo vamos a inculpar de nada ni lo vamos a interrogar más de la cuenta. Suba usted a su apartamento e instálese cómodo, pero eso sí, llámenos si tiene algún problema, pues no queremos que le pase a usted lo mismo que a los otros por tanta emoción», añadió el otro.

Comprenderás entonces que con todo lo que me ha sucedido no estoy en condiciones de devolverte el dinero que me prestaste ni mucho menos de enviarte dinero a Madrid como si fueras cualquier Pedro Pérez.